Amor, Adolescencia y Posmodernidad (el amor como objeto de estudio)

Amor, Adolescencia y Postmodernidad (el amor como objeto de estudio)

Amor, Adolescencia y Posmodernidad

Lic. Elcida Alvarez Carril.

Cuando nos decidimos a tratar el tema del amor, encontramos que la mayoría de los que han tratado el asunto, comenzaron diciendo que el amor es abordado por poetas, novelistas y artistas diversos, pero menos estudiado por los científicos.

Coincidimos sin embargo con Mónica Sorín, cuando plantea: «…todo fenómeno de la realidad es potencialmente un objeto para la ciencia; por lo tanto, si todo fenómeno es objeto de análisis científico, el amor puede ser también objeto de análisis científico.»(1)

Aquellos que se han dedicado al tema en su gran mayoría hacen descripciones minuciosas o pormenorizadas que explican los diferentes tipos de amor, las distintas fases por las que atraviesa este sentimiento e incluso, los componentes fisiológicos que lo acompañan.

Con menos frecuencia encontramos quienes, basados en testimonios, enriquecen los conocimientos sobre el sentimiento amoroso, dándoles matices, vivencias y valorizaciones acerca del amor. Esta última forma de abordar la temática puede enriquecer y actualizar los conocimientos y datos empíricos sobre el tema, puesto que algunos autores coinciden en que el amor sexual no se ha manifestado de igual modo en las diferentes etapas de la humanidad.

Engels en El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado refiere que: «El amor, en el sentido moderno de la palabra, no se presenta en la antigüedad, sino fuera de la sociedad oficial» (2) y en este mismo texto expresa: «Antes de la Edad Media no puede hablarse de que existiese amor sexual individual.(11) Es obvio que la belleza personal, la intimidad, las inclinaciones comunes, etc.. han debido despertar en los individuos de sexo diferente el deseo de relaciones sexuales; tanto para los hombres como para las mujeres no era por completo indiferente con quien entablar las relaciones más intimas. Pero de esto a nuestro amor sexual moderno aún media muchísima distancia. En toda la antigüedad son los padres quienes, conciertan las bodas en vez de los interesados y estos se conforman tranquilamente». (3)

No es menos cierto, sin embargo, que a través de la historia aparecen relaciones de amor apasionado, que dan muestra de la existencia de este sentimiento en la antigüedad y edad media e incluso en nuestra cultura aborigen se cuentan hechos que evidencian que el amor estuvo presente en nuestros antepasados. Por ejemplo: Hatuey y Guarina.

De ahí que consideramos que al abordar el tema del amor, es necesario tener en cuenta el contexto histórico y la formación socioeconómica, la edad, las diferencias con que cada sexo expresa este sentimiento y en ultima instancia, cuando hablamos de amor sexual podríamos valorar hasta la singularidad con que cada personalidad manifiesta este sentimiento.

Es por tanto un tema sumamente complejo, abordado apenas por la ciencia, si lo comparamos con la frecuencia y profundidad que se estudian otros aspectos de la sexualidad. Al respecto Masters y Johson expresan «A pesar del dicho de que el amor es lo que hace girar el mundo, muy pocos sexólogos (incluidos nosotros mismos) han abordado la cuestión con minuciosidad. No obstante, todos, de un modo u otro hemos sentido amor. Muchos han soñado con él, han pugnado con su ideal o han degustado sus placeres». (4)

 Al llegar a este punto se hace necesario ir en busca de un concepto del amor, lo que al decir de los autores antes mencionados es una difícil tarea.

Uno de los clásicos en el estudio del amor es indudablemente Erick Fromm, que sobre este sentimiento dice: «El amor es una actividad, no un efecto pasivo, En el sentido más general, el carácter activo del amor es fundamentalmente dar, no recibir» y más adelante expresa; «además del elemento de dar, el carácter activo del amor se vuelve evidente en el hecho de que implica ciertos elementos básicos, comunes a todas las formas del amor. Esos elementos son: cuidado, responsabilidad, respeto, y conocimiento». (5)

Retomando la valoración que hace Engels sobre el amor encontramos que distingue como características importantes del amor sexual; la reciprocidad del sentimiento por los amantes, la intensidad y duración del mismo y el nuevo juicio de valor que implica.

Irma Von Wobeser Hoepfner, realiza un análisis exhaustivo de la psicología del amor, mencionando autores que mantienen posiciones teóricas distintas acerca de este sentimiento, pasando por Platon, Freud, Fromm, y algunos psicólogos sociales, de los que queremos mencionar uno, Zick Rubin, que plantea: el amor es la «actitud que posee una persona hacia otra persona en particular e involucra predisposiciones a pensar, sentir, y a comportarse de cierta manera con esa otra persona»(6).

Refiriéndose a los componentes del amor esta misma autora retoma una investigación realizada por Stemberg (1990), de quien dice que «Desde la perspectiva de la psicología social, el autor se preocupó inicialmente por estudiar la estructura del amor». «El autor propone una teoría triangular, donde distingue tres componentes esenciales en los vínculos amorosos: La intimidad, la pasión y la decisión- compromiso» (7).

Leo Buscaglia plantea que: «El amor es una reacción emocional aprendida, una respuesta a un conjunto de estímulos y conductas aprendidas»(8). Este autor va mencionando diferentes características del amor como son su carácter activo, libre, confiado, paciente, se expresan y viven en el momento. Dice también que «para poder amar a otros es necesario amarse a sí mismo»(9).

Félix López, se refiere al enamoramiento como la capacidad de encantamiento y de fascinación, que se expresa en sentimientos de ternura y empatía. (10). Y tratando sobre la Fenomenologia del enamoramiento expresa: Supone el deseo y la atracción, exclusividad del objeto, estado de encantamiento y se manifiesta en emociones positivas de bienestar y éxtasis y en emociones negativas de ansiedad y tormento y dice: «Quiero sentirme seguro de que me quiere, es terrible si creo que no me quiere».

Sin llegar a un concepto acabado creemos importante para seguir el curso de este trabajo, realizar una valoración de una serie de variables que pueden intervenir en el amor.

La mayoría de los autores coinciden en que el amor es una emoción, un sentimiento o un afecto, que se manifiesta en la conducta y también se acompaña de reflexiones o un componente intelectual. Que este sentimiento compromete la autoestima, que implica un nivel de interacción o comunicación entre las personas, para poder llegar al conocimiento de la otra, que incluye aspectos de la sexualidad como son el deseo, la atracción, es decir una determinada respuesta sexual y que de algún modo interviene en el crecimiento personal, Otra arista importante del sentimiento amoroso es que esta contextualizado en un marco social concreto, es decir el amor está atravesando por lo social y según el momento social en que nos encontremos así se manifestará.

Y si de amor sexual hablamos no podemos dejar fuera el valor de lo erótico, de lo sensual, del cuerpo donde el amor se deposita. El erotismo se sirve del cuerpo para expresar su lenguaje, a través de lo gestual, comunica al otro el deseo y la necesidad de goce sexual. Por tanto en esta variable que también converge con el amor, se expresan otras, como la necesidad de comunicación, la intimidad, la capacidad de dar ternura, la estima personal y otras.

Todas estas son variables tenidas en cuenta por diferentes autores en distintos momentos históricos pero cabe preguntarnos ¿Qué incidencias tiene la postmodernidad en este sentimiento?, Si se considera que el amor sexual propiamente dicho es un sentimiento que se desarrolla en los albores de la modernidad. ¿La postmodernidad traerá los cambios en estos sentimientos?, ¿Qué lugar podrá ocupar entonces el amor para las nuevas generaciones? Será el amor sexual un sentimiento en vías de extinción en la época postmoderna?.

El concepto de adolescencia surge también en la modernidad, se comienza a hablar de adolescencia, cuando el hombre y la mujer modernos ponen su mirada en esta etapa de la vida donde la persona teniendo capacidad física para asumir tareas de adulto, aún no tiene la madurez suficiente para enfrentar la vida desde lo emocional como un adulto y adulta. Con rasgos evidentemente humanistas se aprecia la necesidad de cuidarnos en esta etapa de la vida, lo cual no quiere decir que en todas las sociedades actuales se proteja al adolescente del mismo modo. Son precisamente aquellas en las que existe un mayor desarrollo donde este periodo se prolonga más.

Una de las características más brutales del mundo actual es una coexistencia de tiempos en la cual se yuxtaponen modos diversos de confrontación con la realidad. Cuando decimos niños y adolescentes de nuestro tiempo nos referimos a aquellos que comparten nuestro horizonte cultural.

Es importante entonces destacar que los conceptos de amor y adolescencia parecen coincidir en tiempos y espacios en la era moderna. ¿Abre la modernidad en lugar para estos dos conceptos o el hombre de algún modo descubre su existencia en las nuevas condiciones históricas en que se desarrolla? ¿Adolescencia y Amor están condicionadas históricamente?.

Desde el punto de vista biológico, el comienzo de la pubertad es más temprano ahora que 100 años atrás, como lo evidencia la aparición cada vez más precoz de la menarquía. En la segunda mitad de este siglo se han producido cambios que han estimulado el estudio de la adolescencia y estos han sido los siguientes:

– Los cambios demográficos y sociales hicieron que el y la adolescente se hicieran visibles y se transformarán en un objeto de preocupación.

– Los conceptos de salud pública estimularon la transferencia de recursos del área de la medicina curativa al área de la medicina preventiva y la rehabilitación.

– La investigación científica produjo importante información acerca de la biología de la pubertad y el desarrollo psicosocial durante la adolescencia. (11).

Por tanto en el amor al igual que con la adolescencia todo parece indicar que existe un condicionamiento histórico y que el amor sexual como hoy lo entendemos, donde se involucran elementos tales como el compromiso, la ayuda mutua, la ternura, el afecto, la fidelidad, la empatía, el deseo, la atracción física surge desde el momento en que cobra importancia para el hombre y la mujer la relación entre dos que garantizan no solo la continuidad de la especie, sino él vínculo necesario para dar lugar a una espiritualidad compartida, sentida y proyectada en un tercero.

 Por tanto, el concepto de adolescencia, y de amor sexual coinciden en la modernidad.

Ahora bien, ¿Cómo se insertarían en la época postmoderna?. Epoca del desencanto, del fin de las utopías, de la ausencia de los grandes proyectos.

¿Puede el desarrollo tecnológico, sustituir la necesidad humana de comunicación, intimidad, ternura y erotismo?¿Se dan cambios en la subjetividad ante las nuevas tecnologías?.

Y refiere Silvia Blaichmar: «En tal sentido, cada nuevo cambio tecnológico será reprocesado en el interior de un aparato psíquico donde los tiempos anteriores coexisten por que están inscriptos los modos vivenciales de percepción de la realidad de las generaciones anteriores». (12).

¿Van a dejar los adolescentes de sentir el «susto del amor» al decir de García Márquez? o ¿dejaran de sentir el encantamiento del que nos habla Félix López?.

Quienes se han dedicado al estudio y observación de la adolescencia en la ultima década de este siglo coinciden en que aparecen comportamientos amorosos diferentes, pro ejemplo: refiere Francois Dolto: » El amor loco es algo anticuado: la relación amorosa se limita al nivel consciente, a la ternura- compatibilidad». Y expresa más adelante «Por reacción contra los matrimonios de interés, los matrimonios forzados, la tendencia en el siglo pasado fue no soñar más que en matrimonios de amor apasionado que, naturalmente, no pueden dar»(13).

Guillermo Obiols y Silvia Di Segni, mencionan una investigación realizada en Buenos Aires, donde refiriéndose a los aspectos afectivos de la sexualidad, expresan que según respuesta dadas por los adolescentes sobre este tema: «.. más que dar cuenta de algún apasionamiento, parecen remitir a un tipo de vínculo breve, superficial, exihibicionista y aún así por eso mismo, cansador».(14)

Laura Billiet en su artículo: La adolescencia en los años 2000, refiere: «Muchos debutan sexualmente para no ser menos que sus pares y cada tanto repiten su experiencia. Se podría decir que esto también pasaba antes, pero, en la actualidad es llamativa la discordancia entre toda la envoltura seductora, puesta en marcha, por ejemplo, para ir a bailar, y el resultado posterior, en que muchas jovencitas acaban bailando entre ellas y muchos muchachos terminan mirando».(15)

Mas adelante la misma autora continúa diciendo: «Por un lado muestran más espontaneidad, como si fueran más «lanzados». Si antes el sexo era tabú, ahora logran empezar a sentirlo como lo natural que es. Pero son muchos los casos, en que parece faltar un eslabón entre la satisfacción sexual y la intimidad entre dos. Por el contrario, es frecuente una racionalizada exageración del goce de relaciones esporádicas, quedando oculta la adecuada ternura de antes, las expectativas ideales, desconfianzas, o inseguridades propias de la edad, la aún precaria solidez de identidad».(16)

Por tanto se observan en esta época cambios en la forma de manifestar el sentimiento amoroso, sin embargo según nuestra practica el amor no desaparece, aunque es importante tener en cuenta el contexto y el momento histórico en el que analizamos esta cuestión, pues los factores económicos son base importante de los fenómenos sociales que estudiamos, no olvidando que el amor sexual como hoy los entendemos se concreta en una época y en una sociedad en la que se comienza a gestar el desarrollo industrial.

¿Qué encontramos en nuestra realidad?

Temor a la intimidad, ocultamiento de lo sentido, `pena a expresar el amor públicamente, por lo que se camuflagean los verdaderos sentimientos. Sin embargo, los jóvenes de nuestro medio, nos cuentan sus angustias amorosas cuando no son correspondidos, se sienten solos cuando no son amados, y manifiestan sus alegrías cuando el amor los invade.

En el trabajo grupal, con frecuencia, trabajamos el tema del amor a solicitud de los adolescentes, recientemente de un grupo surgió el siguiente concepto:

El amor es… Cariño, necesidad, sentimientos, algo inherente a la naturaleza humana, ayuda, comprensión, comunicación entrega, respeto, confianza, atracción y deseo.

Creemos que en nuestra realidad el amor se puede estar manifestando de forma diferente a otras épocas en cierta medida invadidos por la postmodernidad, pero también coexisten los moderno y lo premoderno, por lo que el sentimiento amoroso aparece de diversas formas, según el lugar, la edad y la forma de relación entre las personas.

Consideramos que el amor, además de ser un sentimiento se constituye en un valor, es una fuerza, que garantiza magnifica y engrandece. Lo postmoderno puede invadirnos y de hecho, en nuestra sociedad aparecen indicadores que muestran su presencia, sin embargo el amor como un vinculo trascendente, debe permanecer, de ahí que nos hemos propuesto un trabajo sistemático y continuado con los adolescentes en defensa de este sentimiento.

José Martí, quien marcó el modernismo en la literatura de América Latina, refiriéndose al amor dijo: «Perpetua obra, obra de todo instante es la ternura, si no, el pensamiento no satisfecho busca empleo. Hay una palabra que da idea de toda táctica de amor: Rocío, goteo».