Bion Wilfred Ruprecht (1897-1979) Médico y psicoanalista inglés (Muttra, hoy Mathura, India, 1897 – Oxford 1979). Alumno de M. Klein, fue presidente de la Sociedad Británica de Psicoanálisis (1962-1965). Orientó una parte de su trabajo hacia los pequeños grupos y sobre todo hacia el análisis de los psicóticos. Su contribución se extiende al estudio del «aparato protomental», que define como un sistema que constituye una vía de acercamiento a los fenómenos psicosomáticos, al estudio del movimiento de «desintegración-integración» que opera en todo aprendizaje por la experiencia, y al del psiquismo visto como sistema gastro-intestinal- intelectual -emocional. También se interesó en el desarrollo del pensamiento del niño -y sus trastornos-, en estrecha relación con la capacidad materna de «contener», de recibir sus proyecciones y alimentarlo psíquicamente. Sus principales obras son Acerca cle los pequeños grupos (1961), Aprendiendo de la experiencia (1962), Elementos del psicoanálisis (1963), Trasformaciones (1965), La atención y la interpretación (1970), Memorias del futuro (19751979).
Clínico erudito y brillante, reformador de la psiquiatría militar, gran clínico de las psicosis y los estados límite, Wilfred Ruprecht Bion fue el discípulo más turbulento de Melanie Klein, cuyo dogmatismo rechazó, para construir una teoría refinada del self y la personalidad, sobre la base de un modelo matemático y atravesada por nociones originales (pequeño grupo, función alfa, continente/contenido, objetos bizarros, presupuestos básicos, grilla, etcétera), las cuales, en cierto sentido, se asemejan a las de Jacques Lacan, su contemporáneo. Como este último, trató de dar un contenido formal a la transmisión del saber psicoanalítico, basándose en fórmulas y en el álgebra; a semejanza de Lacan, se apasionó por el lenguaje, la filosofía y la lógica, pero desde una perspectiva netamente cognitivista. Este gran viajero no sólo hizo escuela en Gran Bretaña, sino también en Brasil, sobre todo en San Pablo, donde marcó en profundidad a sus discípulos. En su juventud tuvo el privilegio de ser el terapeuta del escritor Samuel Beckett (1906-1989), con el cual se identificó fuertemente. En Francia ganó algunos partidarios, entre ellos Didier Anzieu y André Green. Nacido en Muttra, en el Pendjab, de madre india y padre inglés, ingeniero en irrigación, fue criado por una nodriza y pasó su infancia en la India, a fines de la era victoriana y en el apogeo del período colonial. No sin humor, admitirá de buena gana que los miembros de su familia estaban «completamente chiflados». En su autobiografía presenta a la madre como una mujer fría y terrorífica que le recordaba las gélidas corrientes de aire de las capillas inglesas. Igual que todo los niños de los administradores coloniales de nivel superior, desde los ocho años fue enviado a Inglaterra como pensionista en un colegio. Abandonado por los suyos y aislado en un clima hostil, realizó sus estudios soñando con los suntuosos paisajes del Pendjab, y desarrollando un fuerte disgusto por las cosas de la sexualidad. Sólo le gustaban las actividades deportivas, y llegó virgen al matrimonio, a los cuarenta años. En enero de 1916 fue incorporado a un batallón de blindados, y pronto se encontró en el campo de batalla de Cambrai, en medio de los obuses y el fuego de la guerra. En 1918 salió de ella con el grado de capitán y una sólida experiencia de la fraternidad humana y de las trapacerías de la jerarquía militar, de la cual se servirá años más tarde. En la prestigiosa Universidad de Oxford se formó en filosofía y literatura, sin descuidar el rugby, pero estudió humanidades en Poitiers, a fin de dominar la lengua francesa. Más tarde fue profesor en el Bishop’s Stortford, su antiguo colegio, donde vivió una extraña aventura. Después de haber simpatizado con la madre de un alumno, ésta lo acusó de haber querido abusar del adolescente, y tuvo que abandonar la enseñanza. Inició entonces estudios de medicina, que terminó satisfactoriamente. A continuación de un fracaso amoroso, decidió someterse a una psicoterapia, lo que lo llevó a la psiquiatría y después al psicoanálisis. En 1932, contratado como médico asistente en la Tavistock Clinic de Londres, trató a adolescentes delincuentes o afectados por trastornos de la personalidad, y durante dos años, aproximadamente, se ocupó del tratamiento de Samuel Beckett. Esta relación terapéutica tuvo un efecto considerable sobre el destino de los dos hombres que, en esa época, eran aún principiantes. Tenían en común una relación difícil con la madre. Amigo y admirador de James Joyce (1882-1941) desde 1928, Beckett se había malquistado con él dos años más tarde, después de haber rechazado el flirteo de la hija de éste, Lucia Joyce, afectada de esquizofrenia y atendida por Carl Gustav Jung. Hostigado por una madre conformista y abusiva, que desconocía el talento y desaprobaba la conducta de él, en 1932 padeció graves trastornos respiratorios, dolor de cabeza y diversas afecciones crónicas vinculadas con el alcoholismo y una cierta vagabundización. En consecuencia, se decidió a emprender una psicoterapia, por consejo de su amigo el doctor Geoffrey Thomson. La cura con Bion fue conflictiva y difícil. Cada vez que Beckett volvía a la casa de su madre en Dublín, sufría terrores nocturnos, embotamiento y forúnculos en el cuello y el ano. Bion terminó por pedirle que dejara de visitarla. Beckett no llegó a hacerlo e interrumpió el análisis, después de haber asistido, por consejo de Bion, a una conferencia de Jung en la Tavistock Clinic, en la cual éste afirmó que los personajes de ficción son siempre imagen del estado mental del escritor que los ha creado. De allí nació Murphy, primera novela de Beckett. En 1937 Bion se integró de veras a la historia del Freudismo inglés al conocer a John Rickman. Miembro de la British Psychoanalytical Society (BPS), y analizado por Melanie Klein, Rickman se convirtió en su analista, lo inició en las tesis kleinianas y, sin duda, a través de esa segunda cura, le permitió comprender mejor sus problemas sexuales. A principios de la guerra Bion se casó con la actriz Betty Jardine, quien iba a morir algún tiempo después de una embolia pulmonar, en el parto de su hija. Más tarde Bion volvió a casarse. Movilizado al entrar Inglaterra en la Segunda Guerra Mundial, participó con Rickman y otros médicos en la reforma de la psiquiatría inglesa, elogiada por Lacan en 1946, que daría origen a la famosa teoría del pequeño grupo, inspirada en la experiencia de Maxwell Jones (1907-1990) con las comunidades terapéuticas. Fue en el hospital militar de Northfield, cerca de Birmingham, en el que se recibía a pacientes afectados de neurosis de guerra, donde Bion y Rickman experimentaron el principio del «grupo sin líder», que consistía en organizar en pequeñas células a hombres considerados inadaptados o inútiles. Cada grupo definía el objeto de su trabajo bajo el patrocinio de un terapeuta, el cual apoyaba a todos los hombres del grupo sin ocupar el lugar de un jefe ni el de un padre autoritario. La experiencia dio resultado, pero fue brutalmente interrumpida, porque cuestionaba el principio mismo de la jerarquía militar. En 1945, cerca de los cincuenta años, Bion realizó un tercer análisis con quien iba a marcar definitivamente su orientación: Melanie Klein. La cura duró ocho años y, desde el principio, Bion le anunció a su analista que rechazaba toda idolatría y deseaba trabajar con total independencia. Fue entonces un discípulo fiel, pero nunca sumiso. A partir de 1960 comenzó a publicar una serie de obras que sorprendieron a la comunidad psicoanalítica por su complejidad, y cuyo objetivo era, ni más ni menos, revisar filosóficamente la obra Freudiana (y su lectura kleiniana), concibiendo un inconsciente fundado en el lenguaje. Basándose en la filosofía de Kant, dividió el aparato psíquico en dos funciones mentales: la función alfa, correspondiente al fenómeno, y la función beta, correspondiente al nóumeno (la cosa en sí, la idea). Para Bion, la función alfa preserva al sujeto del estado psicótico, mientras que la función beta lo pone al desnudo. La experiencia de los pequeños grupos le permitió a Bion abordar el dominio de la psicosis, con la ayuda de diferentes conceptos kleinianos, a los cuales él añadió sobre todo los de «objeto bizarro» (partícula desprendida del yo, que lleva una vida autónoma) e «ideograma» (inscripción preverbal de un pensamiento primitivo). Por otra parte, tomando de Paul Schilder la noción de imagen del cuerpo, desarrolló la idea de que los grupos y los individuos están compuestos de un continente y un contenido. Si bien, para un sujeto dado, el grupo funciona como un continente, cada sujeto tiene también en sí un contenido, o presupuesto básico, que determina sus emociones. En cuanto a la personalidad psicótica, es una componente normal del yo. En algunos casos lo destruye, impidiendo toda forma de acceso a la simbolización, y en otros, por el contrario, coexiste con otros aspectos del yo sin convertirse en un agente destructivo. Bion construyó también un modelo de la cura al que dio el nombre de grilla. Compuesto por un eje vertical de ocho letras (de la A a la H) que indica el grado de complejidad del enunciado, y un eje horizontal de seis cifras (del 1 al 6), que representa la relación transferencial, la finalidad de este modelo es ayudar al profesional en su escucha, y dar un fundamento considerado «científico» a la práctica del psicoanálisis. Después de la muerte de Melanie, negándose a transgredir su doctrina del «grupo sin líder» y a convertirse en el maestro de pensamiento de la escuela kleiniana, Bion prefirió instalarse en California. A partir de 1968 vivió en Los Angeles, y desde allí realizó numerosos viajes a Brasil y la Argentina, donde el impacto de su enseñanza, su doctrina y su técnica psicoanalíticas tuvo una gran importancia para la difusión de lo que no tardó en considerarse un neokleinismo (o poskleinismo). La obra de Bion fue entonces traducida a numerosos idiomas. Al final de su vida, ya célebre, volvió a Inglaterra, donde murió, afectado de leucemia.