Psicología laboral o industrial: consultoría laboral

Consultoría laboral, Psicología industrial o laboral

CONSULTORÍA LABORAL

El Instituto de consultores de empresas del Reino Unido define la
consultoría de empresas como un servicio prestado por una persona o un
conjunto de personas independientes y calificadas en la identificación
e investigación de problemas
relacionados con políticas, organización,
procedimientos y métodos, con el objeto de brindar una recomendación de
medidas apropiadas y la prestación de asistencia en su aplicación.
Ahora bien, a partir de esta definición corresponde detallar ciertas
características particulares…

La consultoría es un servicio independiente que se caracteriza por la
imparcialidad del consultor e implica, a su vez, una relación muy
compleja con las organizaciones clientes y con las personas que
trabajan en ellas
. El consultor no tiene autoridad directa para tomar
decisiones y ejecutarlas pero deberá actuar como promotor de cambio
asegurando la máxima participación del cliente en todo lo que hace, de
modo que el éxito final se logre en virtud del esfuerzo de ambos.

La consultoría es esencialmente un servicio consultivo, su papel
fundamental es brindar asesoramiento con responsabilidad respecto de la
calidad e integridad de su consejo, por lo cual el consultor deberá
tener la capacidad de dar el consejo adecuado, de manera adecuada y en
el momento apropiado. El cliente, por su parte, debe ser capaz de
aceptar y utilizar la ayuda del consultor asumiendo las
responsabilidades que resulten de la aceptación de dicho consejo .

La consultoría es un servicio que proporciona conocimientos y
capacidades profesionales para resolver problemas prácticos
. Lo que
distingue a los consultores de cualquier ejecutivo, más allá de la
actualización permanente respecto de los progresos en los métodos y
técnicas organizacionales, es la experiencia adquirida en diversas
organizaciones pudiendo, a partir de ellas, identificar los problemas,
sintetizarlos y analizar las posibles soluciones.

La consultoría no proporciona soluciones milagrosas sino que es un
trabajo difícil basado en el análisis de hechos concretos y en la
búsqueda de soluciones originales pero factibles.
El empeño decidido de
la dirección de la empresa y la cooperación entre cliente y consultor
son tan importantes para el resultado final como la calidad del consejo
del consultor.
En función de los requerimientos que esta disciplina conlleva podemos
definir las siguientes características de la persona que realice esta
labor…
•Paciencia: base del éxito del consultor dentro de la empresa,
constituye el principio de una buena relación entre el consultor y el
consultado dado que éste último ya la ha perdido.
•Objetividad: pese a los problemas y desacuerdos, el consultor, debe
tener siempre en cuenta hacia donde va su principal contribución.
•Analítico: la misión del consultor es identificar los límites de la
empresa y redefinirlos, debe ver más allá de lo que se ofrece
considerando los siguientes aspectos…
•identificación de sus dominios, cuál es su tarea y con qué herramientas cuenta
•identificación de los procesos de negocio
•análisis del ambiente que rodea a la organización (clientes,
proveedores, etc.) atacando todos los puntos posibles del problema.
•aspectos psicológicos del cliente, considerando, por ejemplo, la viabilidad del trabajo en equipo
•cuestionar siempre todo.
•Específico: no sólo debe indicar qué hacer, sino también cómo y cuándo hacerlo.
•Generador de alternativas: el cliente espera soluciones por lo cual
deberá realizar preguntas específicas sobre todos los aspectos de la
empresa generando un modelo de intervención que permita crear y
proponer nuevos caminos y soluciones.
Es importante señalar que el consultor puede adquirir y desarrollar
éstas características a través de un proceso de actualización constante
de sus conocimientos, habilidades y actitudes.
En primer lugar, el consultor debe poseer una amplia gama de
conocimientos derivados de las ciencias del comportamiento y la
relación que éstas tienen con la administración de las instituciones,
debe tener conocimientos sobre organización y planeación que le
permitan comprender la naturaleza, los propósitos y objetivos
fundamentales de las instituciones. Debe ser capaz de entender los
procedimientos y sistemas de trabajo en las unidades administrativas y
conocer la influencia de las personas sobre el rendimiento del trabajo,
el estilo de dirección con qué se opera, las relaciones interpersonales
existentes y las características de la dinámica grupal. Así mismo, el
consultor debe tener conocimientos prácticos de entrenamiento y de
técnicas de desarrollo personal, ya que gran parte de sus actividades
consisten en enseñar a otros.

Más allá de las características mencionadas más arriba, Se pueden establecer dos clases de consultores…
Consultor Junior: aquél que tiene poca experiencia en el manejo de
casos de empresas y su personal, por lo cual comenzará su labor
preguntando al cliente ¿qué quieres hacer?
Consultor Senior: aquél con experiencia y visón empresarial por lo
cual expresará como ve las cosas aunque no sea lo que su cliente quiera escuchar.