Críticas al constructo tradicional de alexitimia

Al igual que ocurre con la emergencia de cualquier nuevo constructo, la alexitimia no se libra de una considerable oposición. Las principales críticas se realizaron sobre la:
– Relación entre alexitimia y enfermedad psicosomática. Aunque el comportamiento alexitímico se ha observado repetidamente en los llamados enfermos psicosomáticos, la mayoría de los investigadores están de acuerdo con que no todos ellos muestran tales características. Ahrens y Deffner señalan que existe una relatividad cultural en la expresión emocional y que las características alexitímicas pueden explicarse al modo de variables situacionales específicas que son respuestas de afrontamiento ante situaciones vitales negativas. Visto de esta manera, no se relaciona con alguna patología específica y puede darse en una amplia variedad de trastornos.
– Ausencia de datos empíricos. En lugar de evaluar cuidadosamente el constructo, muchos autores especularon sobre el papel que juega la alexitimia en la formación de síntomas somáticos. Interpretaron los resultados de los trabajos como si la validación del constructo estuviera ya establecida y llegaron a la conclusión errónea de que había una relación etiológica específica entre alexitimia y psicosomática.
Para Lesser y Lesser, no debería aceptarse la teoría hasta haber sido sometida a comprobación empírica; de lo contrario, se corre el peligro de reificar conceptos que no están suficientemente validados. Según Overbeck, las observaciones empíricas han de realizarse sobre grupos representativos y no sobre grupos de sujetos escogidos según van apareciendo en la consulta médica por diversos motivos, que podrían ser mucho más divergentes de lo que nos imaginamos.
Dimensión estructural de la alexitimia. Se han dedicado muchos esfuerzos en obtener una relación directa y estructural entre alexitimia y psicosomática cuando, en realidad, debería estudiarse no como una estructura, sino como una dimensión cuantitativa de la comunicación de significado emocional que ayude al diagnóstico, pronóstico y tratamiento.
Lesser, en consonancia con la afirmación anterior de Lolas, cree que es preferible tratar la alexitimia como un constructo clínico fenomenológico. Como tal, no sería necesario que hubiera implicaciones diagnósticas o etiológicas, sino que podría ayudar a organizar algunas observaciones clínicas dispares hacia un marco de trabajo útil. Desde su punto de vista, para que fuese considerado un concepto válido, la alexitimia debería desmarcarse de los constructos teóricos o diagnósticos existentes.