Definición de psicología de la salud (salud- enfermedad)

La psicología de la salud, que es una mirada psicológica al campo de la salud, sobre los elementos de salud – enfermedad, particularmente sobre la salud mental. Con el marco de una teoría analítica (psicoanálisis) y con el nivel de aproximación del consultorio, el encuentro entre un médico y su paciente, teniendo en cuenta los demás niveles (familiar, social, político, gubernamental, etc.) y focalizando en el vínculo intersubjetivo entre ambos, que es por donde circula la salud / enfermedad.
Para la psicología de la salud el acento recae sobre los aspectos saludables de las personas, sobre la prevención de las enfermedades, se ve a salud y enfermedad como extremos de un continuo. La Salud es un bien preciado a cuidar y sostener, no sólo librar de enfermedades empieza a ser el objetivo, el punto de vista se diferencia del de la medicina clásica, acostumbrada a mirar a la enfermedad, a buscarla y tratar de removerla, de eliminarla para que exista la salud. Se hacen necesarias estrategias de prevención y promoción de la salud que parten de la misma y no de la enfermedad.
Hablar de dos extremos de un continuo implica concebir un proceso a lo largo del eje salud – enfermedad, de un equilibrio que puede variar, aunque siempre se mantendrá mientras exista vida, es un proceso de homeostasis. El equilibrio más cercano al extremo salud implica un estado de mayor bienestar. Esta es una concepción novedosa y diferente de salud – enfermedad a la sostenida desde espacios más tradicionales de la medicina. Dethlefsen y Dahlke proponen una nueva concepción:
Tanto en medicina como en el lenguaje popular se habla de las más diversas enfermedades. Esta inexactitud verbal indica claramente la universal incomprensión que sufre el concepto de enfermedad. La enfermedad es una palabra que sólo debería tener singular; decir enfermedades, en plural, es tan tonto como decir saludes. Enfermedad y salud son conceptos singulares, por cuanto que se refieren a un estado del ser humano y no a órganos o partes del cuerpo, como parece querer indicar el lenguaje habitual. (Dethlefsen y Dahlke, 1993, p. 17)
Los mismos autores definen al síntoma como una expresión de información que no es captada por la persona, es quien viene a traer a la conciencia un mensaje que necesita ser escuchado para restablecer el bienestar.
Cuando las distintas funciones corporales se conjugan de un modo determinado se produce un modelo que nos parece armonioso y por ello lo llamamos salud. Si una de las funciones se perturba, la armonía del conjunto se rompe y entonces hablamos de enfermedad. (Dethlefsen y Dahlke, 1993, p. 17 – 18)
Entonces, una psicología que centre su atención en la salud, en su cuidado y promoción, dejando en segundo plano la remoción del síntoma o la desaparición del malestar y que busque comprender el proceso salud – enfermedad, y el papel que juega el síntoma como mensajero de la enfermedad, es una psicología que ve a un hombre integrado, responsable y activo en el mantenimiento de su bienestar.
Ampliando la visión sobre el tema, Morales Calatayud propone una definición de esta disciplina:
la psicología de la salud es la rama aplicada de la psicología que se dedica al estudio de los componentes subjetivos y de comportamiento del proceso salud-enfermedad y de la atención de la salud. Consecuentemente, a la psicología de la salud le interesa el estudio de aquellos procesos psicológicos que participan en la determinación del estado de salud, en el riesgo de enfermar, en la condición de enfermedad y en la recuperación, así como las circunstancias interpersonales que se ponen de manifiesto en la prestación de servicios de salud… (Morales Calatayud, 1999, 88)
Se podría decir entonces que la psicología de la salud no constituye una disciplina nueva e independiente sino más bien un enfoque particular, conformado en la integración de los aportes de múltiples profesiones de la salud, enfocada en el vínculo intersubjetivo que es donde, al hablar, se pone de manifiesto lo intrasubjetivo. Así la enfermedad está en este vínculo entre las personas, ya sea directamente a la vista (signos) o mediada por la palabra (síntoma).