Diccionario de psicología, letra T, Ternura

Ternura
Al.: Zärtlichkeit.
Fr.: tendresse.
Ing.: tenderness.
It.: tenerezza.
Por.: ternura.

En el empleo específico que le da Freud, este término designa, en contraposición al de
«sensualidad» (Sinnlichkeit), una actitud hacia otro que perpetúa o reproduce el primer modo de
relación amorosa del niño, en el cual el placer sexual no se da Independientemente, sino siempre
apoyándose en la satisfacción de las pulsiones de autoconservación.
Analizando un tipo especial de comportamiento amoroso (Sobre una degradación general de la
vida erótica [Über die allgemeinste Erniedrigung des Liebeslebens, 1912]), Freud se vio
inducido, en la medida en que estos dos elementos se hallaban separados en clínica, a ‘distinguir
una «corriente sensual» y una «corriente de ternura» (véase: Amor genital).
Freud se dedica, más que a describir las manifestaciones de la ternura, a buscar su origen. Lo encuentra en la elección objetal primaria del niño, el amor hacia la persona que lo cuida y lo alimenta. Desde el comienzo, este amor incluye componentes eróticos, pero éstos, en un primer tiempo, son inseparables de la satisfacción hallada en la alimentación y los cuidados corporales (véase: Apoyo).
En contraposición, la corriente «sensual» o, hablando propiamente, sexual, se podría definir, en
la infancia, por el hecho de que el placer erótico se desvía pronto del camino hacia el objeto que
le viene indicado por las necesidades vitales y se vuelve autoerótico (véase: Sexualidad).
Durante el período de latencia, los fines sexuales experimentan, por efecto de la represión, una
especie de mitigación, lo que refuerza la corriente de la ternura. Con el empuje pulsional de la
pubertad, «[…] la potente corriente sensual vuelve a dirigirse hacia sus fines». Pero sólo
paulatinamente los objetos sexuales podrán «[…] atraer hacia sí la ternura dirigida hacia los
objetos anteriores».