Diccionario de Psicología, letra I, Independientes (grupo de los)

Diccionario de Psicología, letra I, Independientes (grupo de los)

El conflicto entre Anna Freud y Melanie Klein acerca del psicoanálisis de niños se inició cuando Melanie Klein se encontraba todavía en Berlín, entre los allegados a Karl Abraham; se amplificó al instalarse Klein en Londres, en 1926, por invitación de Ernest Jones, y llegó al paroxismo después de la llegada de la familia Freud al suelo inglés, en 1939. Mientras las bombas alemanas iluminaban el cielo londinense y demolían las casas de la capital, entre los representantes de los dos clanes recrudecían los enfrentamientos, o Grandes Controversias. La discusión concernía a cuestiones teóricas y a la formación de los analistas. Al final de la guerra, esta batalla del psicoanálisis en Inglaterra concluyó con un ladys agreement, laboriosamente negociado, que estipulaba la libre elección de su formación por cada candidato, con la obligación de efectuar un segundo control conducido por un supervisor que no perteneciera a ninguno de los dos grupos. De tal modo nació el centro, o middle group, que se convertiría en el grupo de los Independientes, al cual se unieron pronto una cantidad creciente de jóvenes analistas hartos del sectarismo de los annafreudianos y los kleinianos. En más de un sentido, el desarrollo de este grupo de los Independientes se inscribía en la tradición filosófica y política inglesa, que se caracteriza por el rechazo de las categorías totalizadoras y la militancia doctrinaria. Se la puede resumir con la divisa de la nación británica cuando se liberó del autoritarismo católico: «Que plazca a Dios, ¡nada de entusiasmo!» La originalidad de este grupo, único en el mundo, consiste en que logró hacer escuela por la calidad de sus clínicos y sus trabajos sobre la relación de objeto y la contratransferencia. Los Independientes se beneficiaron muy pronto con el aporte de Donald Woods Winnicott. De formación kleiniana, siempre se mantuvo a distancia de la empresa de Melanie Klein, y se negó a someterse a su tiranía. Queriéndose freudianos ante todo, los Independientes trataron de seguir siendo imparciales con los dos campos. No obstante, no pudieron evitar acercarse a las ideas kleinianas que, con el paso de los años, fueron prevaleciendo en Gran Bretaña sobre las de Anna Freud. Lo atestiguan los trabajos de analistas como Ella Sharpe, Ronald Fairbairn, John Bowlby, Masud Khan o incluso Enid y Michael Balint. A partir de la década de 1980, la serenidad recobrada favoreció la integración del grupo de los Independientes. Terminó por dominar las instituciones, aunque sin eclipsar completamente las ideas de Melanie Klein, que seguirían muy presentes, sobre todo en la Tavistock Clinic. Pero los apaciguamientos y las transacciones tuvieron como consecuencia el debilitamiento del rigor teórico, lo que favoreció el retorno a la psicología y a la psicosociología, muy extrañas a la conceptualización freudiana.