CONDUCTISMO: Memoria y pensamiento

Memoria:
El conductista nunca emplea este término.
Si durante determinado tiempo se deja de practicar un acto manual aprendido, se verifica cierta pérdida en la eficiencia del hábito, pero generalmente la pérdida no es total. Si el período de desuso es suficientemente largo, puede producirse la pérdida completa de cualquier hábito. Varía según los individuos, y, un mismo individuo presenta índices distintos de pérdida en diferentes hábitos.
Para comprobar cuánto ha quedado y cuánto se ha perdido, el conductista no tiene más que poner al individuo en la antigua situación, después de un período sin ejercicio, y observar qué sucede.
Es sorprendente hasta qué punto se conservan los reflejos condicionados simples, tanto en los seres humanos como en los animales inferiores.
En lugar de emplear el término «memoria» el conductista habla de cuánta habilidad se ha conservado y cuánta se ha perdido en el período sin ejercicio.

¿Pensamos siempre con palabras? ¿o pensamos con todo nuestro cuerpo?
¿Cuando un individuo reacciona frente a un objeto o situación, es su cuerpo entero el que reacciona.
La organización verbal, visceral y manual, funcionan a un mismo tiempo [salvo algunas excepciones].
Las manos, laringe y vísceras aprenden simultáneamente. Se organizan al mismo tiempo como partes integrantes del sistema del hábito total.
Lo que comúnmente llamamos «memoria» es la parte verbal de un hábito completo. Una vez verbalizado un hábito corporal, siempre nos es dable hablar de él
El ambiente al presentar siempre sus objetos en serie, obliga a un cierto orden en nuestra organización manual.
Las respuestas kinetsésicas, en el momento que dejan de ser respuestas se convierten en  estímulos kinestésicos para la respuesta siguiente. Este puede ser sustituido por estímulos laríngeos o viscerales.
Ciertas organizaciones corporales parecen tener lugar sin la formación de los correspondientes hábitos verbales:
-Toda organización establecida en la infancia.

-Toda organización establecida en cualquier período de la vida en que predominan los segmentos viscerales.
Se desarrolla un volúmen casi increíble de organización antes de que el niño pueda hablar.
Hasta los treinta meses no puede paralelizar cada unidad de hábito con un correspondiente hábito verbal.
De la organización visceral prácticamente no podemos hablar.
Podemos hablar con palabras o sustitutos de palabras condicionadas, tales como alzar los hombros u otra respuesta corporal.
Siempre que el individuo piensa toda su organización corporal trabaja [implícitamente].
Si predomina la organización manual o visceral, el pensar se realiza sin palabras.
Pensamos y planeamos con todo el cuerpo, pero, cuando la organización verbal se halla presente, es probable que en la mayoría de los casos ella domine sobre la organización visceral y manual.