Neurosis obsesivo – compulsiva

La neurosis obsesivo – compulsiva se caracteriza por la presencia de ideas,
sentimientos e impulsos no deseados por el sujeto
que, pese a los esfuerzos de éste,
se imponen de manera intrusiva en su mente, acompañándose de desagrado y
ansiedad. El enfermo reconoce estas ideas e impulsos intrusivos como patológicos,
los experimenta como ajenos a su personalidad e intenta luchar inútilmente contra
ellos.
Los síntomas de la neurosis obsesiva suelen desarrollarse sobre un tipo especial de
estructura caracterológica que da lugar a la denominada personalidad obsesiva o
anancástica.

Una obsesión puede ser definida como un pensamiento, idea, recuerdo, etc. no
deseado por el sujeto que se que introduce imperativamente en la conciencia de éste.
Se distinguen tres tipos de obsesiones:
1. Obsesiones ideativas: metafísicas, nosofóbicas, dudas obsesivas y
escrúpulos obsesivos.
2. Obsesiones fóbicas: donde lo temido es el pensamiento de una situación o
estímulo.
3. Obsesiones impulsivas o fobias de impulsión: temor a la propia agresividad.
Una compulsión es un impulso intrusivo, repetitivo e indeseado que mueve al sujeto
a realizar un acto o serie de actos cuya finalidad es la de conjurar la ansiedad
producida por las obsesiones ideativas, fóbicas e impulsivas. El comportamiento
compulsivo se relaciona con el sentimiento de incompletud, viéndose el enfermo
obligado a repetir una y otra vez el mismo acto, que adopta la forma de un ritual
automático, coercitivo, riguroso y rígido.