Noti PSY: EL MAPA CEREBRAL DEL AMOR Y EL DESEO SEXUAL

EL MAPA CEREBRAL DEL AMOR Y EL DESEO SEXUAL

(BY TAIS PÉREZ – AMOR Y OTROS DESASTRES NATURALES – 4 FEBRERO, 2014)

¿Existe alguna conexión cerebral entre el amor y el deseo sexual?

Una de las cuestiones más difíciles a los que se enfrenta la terapia de pareja es la relación entre el deseo sexual y el amor. Estos dos estados mentales que nos unen a otra persona han resultado ser muy complicados de desenredar.  

El primer estudio en examinar la diferencia neuronal entre el amor y el deseo sexual explora las áreas cerebrales que comparten y las diferencias en sus patrones neuronales. Un grupo de investigadores revisaron y analizaron 20 estudios donde se medía la actividad neuronal del amor y del deseo sexual de 309 participantes (Cacioppo et al., 2012).

Se les pedía a los participantes de los estudios que miraran fotos de sus parejas o imágenes eróticas. Y resulta que encontraron que el amor y el deseo activan áreas específicas pero relacionadas en el cerebro. Las áreas cerebrales activadas son las que están involucradas en la emoción, la motivación y el pensamiento abstracto.

Éstos dos sentimientos activan regiones diferentes del cuerpo estriado. La región relacionada con el deseo sexual se activa cuando percibimos cosas agradables, como el sexo o la comida. Y la región relacionada con el amor, con el aprendizaje de conexiones entre comportamiento y recompensa. A medida que el deseo sexual se convierte en amor, pasamos a procesar la información sobre el objeto deseado y amado en un área distinta del cuerpo estriado.

Este hallazgo sugiere que el deseo sexual es algo más que una emoción básica, si no que implica la motivación dirigida a una meta y pensamientos más avanzados. Así, los autores de este estudio lo consideran como un estado de ánimo con un objetivo específico, mientras que al amor es un comportamiento que tiene un objetivo más abstracto, flexible y complejo. El amor no depende de la presencia física de otra persona.

El amor y la adicción a las drogas

El amor se localiza en una zona del cuerpo estriado que está asociado con la adicción a las drogas. El autor sugiere que “el amor podría ser un hábito formado por un deseo sexual que se retroalimenta a través de una recompensa. Funcionando así de la misma manera en el cerebro como lo hace las drogas en las personas adictas”.