Noty Psy! Los niños y niñas indisciplinados

Los niños y niñas indisciplinados

Autora: Celia Rodríguez Ruiz (Psicóloga y Pedagoga)

Son muchos los niños y niñas que podemos reconocer como indisciplinados. Los niños y niñas indisciplinados se escapan de cualquier autoridad, no siguen ninguna norma, suelen burlarse tanto de las normas como de la autoridad.

Estos niños y niñas suelen crear grandes quebraderos de cabeza a sus familiares y educadores. Y las situaciones de indisciplina se vuelven cada vez más problemáticas.

No nos damos cuenta del problema, hasta que la indisciplina se nos escapa de las manos. Es muy importante establecer una educación que atienda a las necesidades de los niños y niñas, es fundamental un modelo educativo adecuado que guie la actuación de los pequeños.

¿Por qué son indisciplinados?

Los niños y niñas nacen sin saber cómo han de comportarse, vienen al mundo sin conocer normas de conducta. Los niños y niñas indisciplinados se hacen así fruto de una educación incorrecta. Veamos esto con más detalle.

Es cierto que cada niño y niñas tendrán su propio temperamento, y que a medida que crecen necesitan ejercer su autonomía. A medida que se hacen mayores, nuestros pequeños necesitan sentirse independientes y desarrollar su autonomía. Esto es algo natural y sano para su desarrollo. Sin embargo, no debemos confundir este desarrollo de la autonomía, que a veces se torna en constantes intentos de saltarse las normas, con la indisciplina, la falta de educación y de respeto.

Es fundamental que los niños y niñas tengan espacio para desarrollar su autonomía y que aprendan a diferenciar lo que pueden y lo que no pueden hacer. Determinadas acciones tienen consecuencias negativas y determinadas normas son necesaria para una convivencia y un bien común. Si les ayudamos a implicarse con las reglas y las normas y les hacemos comprender su sentido, además de ponerles límites a determinadas conductas, evitaremos la indisciplina.

Los niños y niñas indisciplinados, no han tenido límites, no saben tolerar la frustración que les provoca no salirse con la suya,…. Creen que tienen siempre la razón y derecho a comportarse como lo hacen, pueden convertirse en despostas con lo que resulta difícil tratar. Evitar este problema es fundamental.

¿Qué se esconde detrás de los niños y niñas indisciplinados?

La indisciplina se produce cuando hay una falta de control por parte de los educadores. Los niños y niñas indisciplinados, nunca han sido controlados, no se les han establecido límites. La ausencia de límites tiene importantes consecuencias negativas. Los límites ponen un freno a los deseos del niño/a, de manera que aprende que no siempre las cosas son como queremos. Cuando no hay límites, el niño/a entrará en un constante estado de frustración, ya que nunca verá cumplidos sus deseos y necesidades. Serán incapaces de respetar nada, ni siquiera a sí mismos.

Técnicas para trabajar la indisciplina de los niños y niñas

En primer lugar debes saber que los niños y niñas necesitan límites. Estos límites han de ser democráticos, sensibles al desarrollo y necesidades del niño/a, pero límites al fin y al cabo.

Aprende a establecer límites. Los límites les aportan seguridad y reducen su frustración. Los niños y niñas deben saber lo que está bien y lo que está mal, lo que se espera de ellos.

Establece límites consensuados. Ofrécele diferentes opciones al niño/a, de esta manera contribuirá al establecimiento de reglas y se implicara más activamente en su cumplimiento.

Explícale la importancia de seguir unas reglas y las consecuencias de no cumplirlas.

Fomenta el desarrollo de su autonomía. En determinados aspectos es importante dejar que sean ellos los que decidan, de este modo desarrollan su autonomía y cubren su necesidad de independencia.

Aprende a asumir la autoridad. Como educadores es nuestra responsabilidad asumir la autoridad y aplicarla de manera responsable y respetuosa.

Educa con tu ejemplo. En determinados momentos nuestras conductas se salen de los límites que pedimos a los niños y niñas. Es importante analizar nuestra propia actuación.

Aplica una autoridad democrática. Donde el niño/a tenga poder de decisión (no exclusivo) y donde pueda desarrollar su independencia. Evita los chantajes, los dobles sentidos, etc.

Refuerza sus logros.

Aplica consecuencias negativas a sus malas acciones. (ten en cuenta que una consecuencia negativa no es un castigo).