Noty Psy: Profecía autocumplida

Profecía autocumplida

18 de julio de 2013 autor Rafa Aragón

Fuente: psiqueviva

La profecía autocumplida es un hecho que sucede cada día en nuestras vidas, constantemente estamos generando creencias y percepciones que se corresponden con nuestra experiencia, pero que no se adaptan, en muchas ocasiones, a la nueva situación vivida. Al definir la situación de una manera en particular, ya sea de forma positiva o negativa; se adopta la creencia de cuál será el resultado final, que hace que se pongan los medios, las actitudes y el comportamiento adecuado que irá encaminado hacia lo que se considera que ocurrirá.

El sociólogo Robert King Merton utilizó la expresión profecía autocumplida para explicar este comportamiento, que se produce muy a  menudo entre quienes pretenden intuir lo que sucederá ante una situación en concreto. Esto puede producirse incluso como un modo de vida, en el cual se está determinando todo con la propia conducta, en base a las expectativas generales, sobre la sociedad y el mundo en el que se vive.

Por lo que resulta importante:

 En principio, procurar evitar predecir aquello negativo que pueda acontecer en una situación en la que se tiene el control, ya que esta predicción puede resultar ser la causa de que se haga realidad. Al igual que habría que tener en cuenta que cada situación es única, y hay que tomar el control, para que mediante la actitud, se pongan todos los medios necesarios en alcanzar lo que se pretende. Otro hecho a considerar, es el de creer las propias intuiciones o las de los demás incondicionalmente, ya  que supone un error pretender no atender a las características propias de la situación, y las posibles conductas o modificaciones que requiera para lograr consecuencias positivas.

Un ejemplo de una situación sobre cómo se cumple la profecía autocumplida, lo tenemos en la siguiente historia.

Cuento inédito de Gabriel García Márquez:

“Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora mayor que tiene un hijo de 19 años y le está sirviendo el desayuno con aire de preocupación.  El hijo le pregunta qué le pasa y ella responde: “No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo”.  El hijo que jugaba billar todos los lunes y hasta el momento nunca había perdido una apuesta, se va preocupado y pierde una carambola sencillísima.  El otro jugador tan asombrado como los demás presentes, le pregunta qué le pasó si era una jugada tan fácil. Él contesta: “Es cierto, pero me he quedado preocupado por una cosa que me ha dicho mi madre esta mañana sobre algo grave que le va a suceder a este pueblo”.  El chico se marcha, y los demás comentan que si Dámaso ha perdido por primera vez una partida, pudiera ser cierto, en efecto, que algo malo sucediese en el pueblo.  La noticia empieza a regarse, y una señora observa, que no hay que burlarse de los presentimientos de las madres porque a veces resultan.  Otro señor que la escucha y va a comprar carne, le dice al carnicero: Venía por un kilo de carne, pero mejor deme dos, porque andan diciendo que algo grave va a sucederle a este pueblo y lo mejor es estar preparado.  El carnicero despacha el pedido y cuando entra otra clienta le sugiere: Mejor lleve dos kilos, porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar y se están preparando y comprando comida.  Entonces la señora responde: Tengo varios hijos, mejor deme cinco kilos.  Y en media hora se agota la carne y el carnicero mata otra vaca, y se sigue esparciendo el rumor.

Llega un momento en que todo el mundo en el pueblo espera que pase algo y se paralizan todas las actividades.  Y la tensión crece y crece y todos están desesperados por irse, pero no tienen el valor para hacerlo.  Hasta cuando uno levanta la voz y grita: “Pues yo sí me voy”.  Y agarra sus muebles, sus hijos, sus animales y los mete en una carreta y atraviesa la calle central en donde todo el mundo lo ve.  Y los demás exclaman: “Si éste se atreve, nosotros también…”,  y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo.  Y uno de los últimos que abandona el pueblo dice: Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa, y entonces la incendia y otros incendian también sus casas.  Y todos huyen como en un éxodo de guerra y pánico y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, y le dice a su hijo que marcha a su lado: “Viste, mijo, que era cierto lo que te decía esta mañana que algo muy grave iba a suceder en este pueblo”.

Distintos conceptos:

La profecía autocumplida es un concepto que está más arraigado hacia lo negativo; otro concepto en el que existe el mismo proceso pero en torno a lo positivo, es el propuesto por la teoría social cognitiva de Albert Bandura, mediante la autoeficacia, que implica la modificación de hábitos de conducta en base al control y las expectativas positivas, anticipando el logro propuesto. Promoviendo así la confianza en las propias capacidades para controlar la situación y alcanzar los resultados deseados.

La profecía que se autorrealiza es, al principio, una definición «falsa» de la situación que despierta un nuevo comportamiento que hace que la falsa concepción original de la situación se vuelva «verdadera».  Robert K. Merton

Bibliografía:

Bandura, A. (1977). Self-efficacy: toward a unifying theory of behavioral change. Psychological review, 84(2), 191.