Pichón Rivière: La noción de Grupo Interno

Pichon Riviere: la noción de Grupo Interno

Pichon Rivière postula una teoría de la vida psíquica que tiene como punto de
partida la articulación de dos fuentes: el psicoanálisis y la dialéctica materialista.

Como lugar teórico esta última fuente, que indica la propuesta del método
dialéctico, es la que permitiría la apertura a una problemática. Esta apertura conduciría
al planteo de los procesos psíquicos desde nuevas premisas que articulen
en un campo común las premisas que provienen del psicoanálisis y de la
Psicología Social, lo pulsional como fundamento de los procesos de la vida psíquica
y la función del contexto histórico-social como condición de posibilidad y
desarrollo de esos procesos.

Para Pichon Rivière “la necesidad, que compromete al sujeto como totalidad,
aparece como la condición interna del desarrollo de la vida psíquica, condición
fundamentos en humanidades interna de la dialéctica, de la contradicción no polar entre sujeto y naturaleza, entre sujeto y mundo externo. Es en este proceso dialéctico, en esta contradicción
enla que el sujeto es producido”(Pichon Rivière yP. de Quiroga, 1972:p. 3).

La hipótesis que marca el punto de partida es la existencia de una relación
dialéctica entre el sujeto y el mundo
. El motor de esa relación es la necesidad, a
partir de lo cual el hombre es entendido como una construcción histórico-social
resultante de una praxis (P. De Quiroga, 1989).

Si los procesos psíquicos dan cuenta de una relación dialéctica entre sujeto y
mundo externo
, esto conduce a Pichon Rivière a formular el concepto de estructura
vincular que sería la expresión de las dos dimensiones de la relación: la
intrapsíquica y la interpersonal.

Con este esquema conceptual aporta una visión de la relación individuo-sociedad,
como una síntesis dialéctica, que le permite concebir al psiquismo configurado
en la intersubjetividad.

El hombre es concebido como “emergente” de sus grupos de pertenencia, los
que, a su vez, configuran versiones particulares y diversas de la organización
social y de la herencia cultural. La infinita variedad de historias personales determina
la singularidad con que cada sujeto decodifica y procesa los universales
sociales y la herencia cultural.

El mundo interno es conceptualizado como una estructura compleja de interacciones
que reconstruyen las redes relacionales objetivas en las que el sujeto
emergeydespliega suexperiencia,adquiriendo lascaracterísticasde una formación
grupal intrapsíquica

Propone pensar una realidad interna que se constituye en la interacción, concibiendo
al aparato psíquico como un grupo interno, un escenario donde se despliega
el juego dramático que se crea y se recrea en cada situación.

Relaciones complejas internalizadas a lo largo del desarrollo evolutivo y que
están en permanente intercambio con el medio externo que lo condiciona y que
es, a su vez, condicionado por el psiquismo, configurado de esta manera.

La noción de grupo interno se refiere a una estructura organizada de representaciones
de vínculos cuya interacción con el grupo externo contribuye a su
modificación progresiva por efecto de la acción recíproca.

Esta relación dialéctica entre el medio sociocultural y la fantasía inconsciente
del sujeto es abordada mediante la noción de vínculo, que opone a la de instinto
(Pichon Rivière, 1984)

El repertorio de los vínculos intrapsíquicos incorporados a partir del desarrollo
evolutivo se configura como una estructura de roles. Estructura de roles que se fundamentan en humanidades que corresponden a los personajes del mundo externo, pero que son la base de las
fantasías inconscientes que configuran una escena compuesta de vínculos, es
decir, de relaciones entre los diversos personajes del grupo interno.

El dominio de la fantasía inconsciente “debe ser considerado como las interacciones
entre objetos internos (grupo interno) en permanente interrelación dialéctica
con los objetos del mundo exterior”
(Pichon Rivière, 1988: p.42).

El énfasis puesto en los procesos vinculares es propuesto como abordaje que
no fragmenta la realidad, en tanto toma en cuenta la interacción entre causas
internas y condiciones externas en la producción de un fenómeno.

Se trata de relaciones sociales externas que han sido internalizadas y que
reproducen en el ámbito del yo relaciones grupales o ecológicas, relaciones a las
que denominó vínculos internos.

La noción de vínculo es definida como “una estructura compleja que incluye
un sujeto, un objeto, su mutua interrelación con procesos de comunicación y
aprendizaje” (Pichon Rivière, 1988: p.42).

Las relaciones intrapsíquicas o estructuras vinculares internalizadas articuladas
en un mundo interno (grupo interno) condicionarán las características del
aprendizaje de la realidad (grupo externo)
. Aprendizaje que será facilitado u obstaculizado
según la confrontación que resulte entre el ámbito de lo interpersonal
y el ámbito de lo intrapsíquico, sea dialéctica o dilemática. Según esta confrontación
funcione como un circuito abierto, de trayectoria en espiral, o como un circuito
cerrado, marcado por la estereotipia, esta dinámica entre el individuo y su
entorno social propone dos resultados: la adaptación a la realidad del sujeto será
activa o pasiva.

La concepción de grupo interno como un modo de concebir el aparato psíquico
ofrece un modelo para pensar el hombre entramado en el contexto social,
enriqueciendo la comprensión y la interpretación de los fenómenos psicológicos
al incorporar la dimensión sociocultural con sus múltiples determinantes (Leone,
Marti y De Gregorio, 2002).