Proyecto de una psicología para neurólogos: Procesos primarios – Dormir y sueños

Procesos primarios – Dormir y sueños

Ahora surge la pregunta: ¿Con qué recursos cuantitativos es, pues, sufragado el proceso primario y ? En la viv encia de dolor es evidentemente la Q que irrumpe de afuera; en el afecto, la Q endógena desprendida {desligada} por facilitación; en el proceso sec undario del pensar reproductor es evidente que sobre neurona c se puede trasferir una Q h mayor o menor desde el yo , a la cual será lícito designar interés de pensar, y que es proporcional al interés afectivo toda vez que este haya podido generarse. Entonces sólo se debe averiguar si existen procesos y de naturaleza primaria para los que basta la Q h aportada desde f , o si a la investidura f de una percepción se suma de manera automática un monto y (atención), y sólo así se posibilitaría un proceso y . Quede abierta esta cuestión, en espera de que llegue a ser resuelta por adaptación especial a [algunos] hechos psicológicos.

Es un hecho importante que cotidianamente, mientras dormimos, estamos frente a procesos primarios y como aquellos que, en el desarrollo y , poco a poco han sido sofocados biológicamente. Un segundo hecho de igual significatividad: que los mecanismos patológicos que el más cuidadoso análisis pone en descubierto en las psiconeurosis tienen la máxima semejanza con los procesos oníricos. De esta comparación, que luego explicitaremos , resultan las más importantes conclusiones.

En primer lugar, corresponde incorporar a la teoría el hecho del dormir. La condición esencial del dormir se discierne con claridad en el niño. El niño se duerme siempre que no lo moleste ninguna necesidad o estímulo exterior (hambre y mojadura). Se adormece con la satisfacción (al pecho). También el adulto se duerme fácilmente post coenam et coitum. Condición del dormir, entonces, es el descenso de la carga {Ladung} endógena en el núcleo y , que vuelve superflua la función secundaria. En el dormir, el individuo se encuentra en el estado ideal de la inercia, aligerado del reservorio de Q h

Este reservorio, en el adulto, está reunido dentro del «yo» ; tenemos derecho a suponer que la descarga {Entladung} del yo es lo que condiciona y caracteriza al dormir. Y como de inmediato se aclara, con ello se proporciona también la condición para los procesos psíquicos primarios.

No es seguro que el yo se aligere por completo en el adulto durmiente. Comoquiera que fuere, el yo recoge {einziehen} un sinnúmero de sus investiduras, que, no obstante, se restablecen enseguida y sin trabajo con el despertar. Esto no contradice ninguna de nuestras premisas, pero indica que es preciso suponer entre neuronas bien conectadas unas corrientes que, como en vasos comunicantes, atañen al nivel total, si bien en cada neurona la altura del nivel sólo tiene que ser proporcional, no necesariamente uniforme.

De las peculiaridades del dormir se deducen muchas cosas que no se habrían podidocolegir.

El dormir se singulariza por una parálisis motriz (una parálisis de la voluntad) La voluntad es la descarga de la Q h y global . En el dormir, el tono espinal está en parte rescindido; es probable que la descarga motriz f se exteriorice en el tono; otras inervaciones subsisten junto con sus fuentes de excitación.

Es en extremo interesante que el estado del dormir se inicie y sea provocado por el cierre de los órganos sensoriales clausurables. Durante el dormir no se deben hacer percepciones, y nada lo perturba más que la emergencia de impresiones sensoriales, investiduras que entran en y desde f . Esto parece indicar que durante el día se envía al encuentro de las neuronas del manto, que reciben percepciones desde f , una investidura permanente, aunque desplazable (atención), de suerte que muy bien puede ser que los procesos y primarios se consumen con este aporte y . Queda sin resolver si están ya preinvestidas las neuronas mismas del manto, o lo están las neuronas contiguas del núcleo. Si y recoge estas investiduras del manto, las percepciones se producen sobre neuronas no investidas y son de poca monta, quizás incapaces de proporcionar desde co un signo de cualidad . Según hemos conjeturado, con el vaciamiento de la neurona w cesa también una inervación de descarga que acrecienta la atención. También el enigma del hipnotizador se debería abordar aquí. Sobre este recogimiento de la investidura-atencíón [en la hipnosis] ha de descansar la aparente inexcitabilidad de los órganos sensoriales.

Entonces, mediante un mecanismo automático, el correspondiente simétrico del mecanismo de la atención, excluye y las impresiones f mientras él mismo está no investido.

Ahora bien, lo más asombroso es que en el dormir discurren unos procesos y , los sueños, que presentan muchos caracteres no entendidos.