Psicología del desarrolo: LATENCIA EN LA COOLTURA

Psicología del desarrolo: LATENCIA EN LA COOLTURA

Avila Solana, María de la Cruz; Sustaita, Tomás
Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Tucumán. Argentina

RESUMEN
El propósito central de este trabajo es, a partir del contexto
histórico, social y cultural en el que estamos inmersos, arrojar
luz a las características diversas que en el mismo van tomando
las fases del ciclo vital. Planteamos la necesidad de repensar
la latencia (temática poco abordada en los trabajos teóricos
y bibliográficos en materia de Psicología del Desarrollo)
desde el modelo en vigencia, y sus determinantes. Nuestro
objetivo es a partir de la revisión conceptual a la luz de nuevas
realidades, ahondar en la temática abriendo espacio a nuevos
interrogantes, desde un punto de vista crítico y personal trazando
posibles lineamientos sobre este momento en el devenir
evolutivo.
Palabras clave: «Cooltura» Etapa Latencia Sexualidad

el saber que se cree ahora capaz de dar sentido a cosas en
realidad carentes de sentido
– sociedad de consumo tanto de objetos como de imágenes
– sociedad de la informática, de los medios masivos de comunicación
– fragmentación de la cultura, individualismo
– revolución a nivel de las identidades sociales, ideológica y
cotidiana
– cultura hedonista: apunta a un confort generalizado, personalizado
– valores permisivos y light
– máximo de goce y menor represión
– control a través de la seducción
La exacerbación de estas características nos marcan el comienzo
de un nuevo modelo al que proponemos llamar
«COOLTURA».
Este término surge de la condensación de las palabras: «Cool»,
y «Cultura».
La primera, de origen anglosajón, fue elegida por sus acepciones:
«indiferente», «fresco», «apaciguado». Estas dan cuenta de
los valores reinantes en nuestra sociedad: Todo debe ser
«Light», «Fast», descartable; incluso la palabra «fresco», puede
tomarse en sentido despectivo: hoy hay que ser «fresco», desinteresado
de los demás; cómodo, que también nos remite a
apaciguado, sin participación social, regidos por el individualismo.
Tampoco su origen es azaroso, ya que en nuestros días se
promueve la extrapolación de modelos ajenos, la universalización
de terminologías e ideales y la masificación de las culturas
diversas en pos de la hartamente conocida globalización.
La segunda palabra, Cultura, como el conjunto de condiciones
materiales e intelectuales que caracterizan a una sociedad en
cada etapa de su existencia.
De esta manera nuestro «neologismo» remite no a la declinación
de los valores posmodernos mencionados, sino a una
mayor impregnación social de los mismos.
C. Urbano y J. Yuni, sostienen que: «Los ideales de la cultura
signan, designan y asignan las posibilidades y restricciones de
los sujetos en diferentes edades de la vida», refiriéndose a las
categorías significadas y valoradas colectivamente, cada una
de las cuales contendría roles, valores, responsabilidades y
espacios socialmente legítimos.
En esta reciente conceptualización acerca del desarrollo vital,
no se halla entre las categorías que los citados autores abordan,
el periodo de latencia, objeto de nuestro trabajo. ¿Será
que la latencia no reúne los requisitos como para ser considerada
una etapa más del ciclo vital?. Esta ausencia se corresponde
con la laguna bibliográfica que encontramos al afrontar
el tema.
Sin embargo nosotros consideramos que las manifestaciones
propias de este momento evolutivo permiten pensarlo más
acertadamente como Etapa que como Período.
Veamos la diferencia entre estos dos términos: Período, remite
al tiempo que una cosa tarda en volver a un estado anterior;
mientras que Etapa en cambio, hace referencia a una época
(período de tiempo que se señala por los hechos históricos en
él acaecidos), o avance en el desarrollo de una acción u obra.
De esta manera quedaría cuestionada la «Pauta intermedia»
entre las 2 fases de la vida sexual humana postuladas por
Freud. Consideramos que ésta sería en realidad la continuación
de la sexualidad previa con características diferenciales,
que harían necesario plantearla como una Etapa más del Ciclo
Vital.
De las conceptualizaciones encontradas acerca de la Latencia,
la mayor parte de ellas responden a criterios descriptivos,
cronológicos o metapsicológicos. Corresponden a caracterizaciones
que la definen como:
Descriptivamente: período que representa una detención en la
evolución de la sexualidad. Durante él se observa una disminución
del interés por las actividades sexuales y ocultamiento
de aquellas que permanecen.
Cronológicamente: período ubicado entre el complejo de Edipo
y la pubertad (aproximadamente entre 6 y 11-12 años de
edad)
Metapsicológicamente: transformación del aparato psíquico con
la instauración del Super Yo, con sus prohibiciones e ideales
Consideramos que asimismo estos desarrollos siguen los lineamientos
de las conceptualizaciones freudianas, entendiendo
por latencia la desaparición de la sexualidad y la represión
de tendencias hasta entonces muy intensas, arrastrando consigo
los significantes de «espera»; «silencio», «quietud» a los
que alude la palabra «Latencia».
Retomando el hecho de que son los ideales de la cultura los
que estructuran el Curso Vital al proponer los modelos identificatorios,
y contextualizándonos en la Cooltura antes descripta,
cabría preguntarnos:
¿Existe en el desarrollo humano algo que merezca ser llamado
Período de Latencia, en tanto periodo de detención, espera,
silencio, quietud?.
Nuestro interrogante surge de ciertos indicadores:
Las características propias de la Cooltura, desmienten la
«quietud»;
-El abandono de la latencia en la bibliografía referente al desarrollo
evolutivo, nos remite a un reflejo en el ámbito científico
del «silencio» atribuido a esta etapa;
-la posibilidad (necesidad) de diferenciar la sexualidad de la
genitalidad, entendiendo a la primera como la búsqueda de
objeto, más relacionada al deseo y a la sensualidad que a la
real posibilidad de establecer un acto sexual, (propia de la genitalidad).
Si de Sexualidad es que hablamos, no habría una
«espera», sino una continuidad.
Es así que en nuestro desarrollo cuestionamos de la latencia
la idea de ausencia de manifestaciones singulares a la que el
término remite, no su carácter de tiempo posterior a la represión,
innegable dentro de los procesos psíquicos y a partir de
la cual se da la instauración del Super Yo, permitiendo la desexualización
de las relaciones objetales y los procesos posteriores
de socialización.
Fenómenos sociales cotidianos como: el libre acceso a pornografía,
salas de chat y todo tipo de información, que banalizan
la relación con el otro y lo colocan en un lugar de simple mercancía;
el saber chismoso que persiste a través de nuevos
rincones: antes zaguanes, ahora los cibers; fenómenos televisivos
como fueron Rebelde Way, chiquititas, Floricienta, etc.
que promueven la sensualidad, el libertinaje y la desresponsabilización,
el culto al cuerpo y el consumo, como ideales socialmente
valorados, nos llevan a considerar que la principal manifestación
singular de esta etapa, es una sexualización creciente.
Todo esto, se halla agravado por la promoción de un
ideal adolescente, con el consecuente corrimiento de las funciones
parentales, que impide a los adultos ofrecerse a las
generaciones siguientes como modelos identificatorios.
En una nota de 1935 Freud plantea que el periodo de latencia
es un fenómeno fisiológico que forma parte solamente de los
sistemas de aquellas organizaciones de culturas donde la supresión
de la sexualidad infantil es completa. Asimismo aclara
en dicha nota, que no es éste el caso de la mayoría de los
pueblos primitivos. Cabría entonces preguntarnos: nuestra
Cooltura… ¿no correspondería a una vuelta sobre lo primitivo?.
No estamos exentos de la herida narcisística que una respuesta
afirmativa a este interrogante conllevaría para quienes somos,
en tanto actores sociales, constituyentes de y constituidos
por este sistema, pero creemos en la necesidad de explicitar
estas nuevas realidades y, partiendo de ellas, abrir espacios
de reflexión oportunos encaminados a fructíferas reconceptualizaciones
en psicología del desarrollo.

CONCLUSIÓN
Luego del desarrollo del presente trabajo, habiendo considerado
a nuestra «COOLTURA» como exacerbación de características
posmodernas, y a éstas como condiciones socioculturales
determinantes en el proceso de desarrollo del sujeto humano,
cuestionamos la «Pauta intermedia» entre las 2 fases de la
vida sexual humana Freudianas.
Consideramos que ésta sería en realidad la continuación de la
sexualidad previa con características diferenciales, haciendo
necesario plantearla como una Etapa más del Ciclo Vital y no
como Período.
Nuestra postura marca la necesidad de quitar a la latencia, los
significantes de detención, espera, silencio, quietud que tiñen
su concepción actual.
Consignamos de este modo la necesidad de asumir la manifiesta
sexualidad que muestran los niños en esta etapa y contextuándola
en nuestra Cooltura interrogarnos, como miembros
y actores de esta sociedad, sobre lo que estamos de alguna
manera promoviendo para la vida humana.

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