Psicología de la Salud

Psicología de la Salud

Antecedentes Históricos

Varios autores coinciden en señalar que el término y la denominación de “psicología de la salud” como actividad singular, surge en el seno de la American Psychological Association (APA) como producto de una serie de sucesos.

  • 1969, William Schofield publicó un artículo en la revista American Psychologist que precipitó de alguna manera el surgimiento organizado de lo que posteriormente se denominó Psicología de la salud. En este artículo Schofield afirmó que sólo el 9 por 100 de aproximadamente 4700 artículos publicados entre 1966 y 1967 de la Psychological Abastract se referían a tópicos no incluidos tradicionalmente dentro del campo de la salud mental; es decir en ese período se habían publicado muy pocos artículos sobre temas de aplicación de la psicología al campo de la salud. En ese artículo el autor subraya la presencia “anémica” de la psicología en el campo de los servicios de salud, “en número y tecnología” frente al de otros profesionales sanitarios. Pero también se indicaba las posibilidades de que esa presencia llegara a ser “robusta”, y señalaba que esa dependía en muy buena parte de las decisiones y de los intereses de los propios psicólogos.
  • A consecuencia de la publicación de este trabajo, la American Psychological Association organizó en 1973 un grupo de trabajo sobre investigación en salud, que fue coordinada por le propio Schofield. Las conclusiones a las que llegó el grupo luego del análisis de los Psichological Abstracts entre los años 1966 y 1973, fueron:

“hasta el presente, los psicólogos americanos no se han sentido muy atraídos por los problemas de la salud y la enfermedad como áreas fecundas para la actividad investigadora tanto básica como aplicada; estos psicólogos no han percibido los beneficios que entraña para su trabajo a la hora de conseguir mejoras en el mantenimiento de la salud, la prevención de la enfermedad y el sistema de prestación de cuidados”.

  • En 1974 una encuesta puso de relieve que sólo 52 psicólogos se podían considerar como psicólogos de la salud.
  • En verano de 1978, y tras una serie de reuniones coordinadas fundamentalmente por Stephen M. Weiss, Joseph D. Matarazzo y Gorge C. Stone, los miembros de la Sección, del Network y otros, elevaron una petición para alcanzar el estatus de División en la reunión que la APA celebró ese año en Toronto, aprobándose entonces la constitución de la División de Psicología de la Salud (División 38), cuyos objetivos fundamentales son los siguientes:

• Promover las contribuciones de la psicología como una disciplina interesada en la comprensión de la salud y la enfermedad a través de la investigación básica y clínica;

• Alentar la integración de la información biomédica acerca de la salud y la enfermedad con el conocimiento psicológico actual;

• Informar a la comunidad científica y profesional, así como al público general, de los principales resultados de la investigación y de las actividades y servicios en esta área.

• Facilitar y promover la formación de profesionales y la creación de servicios especializados en psicología de la salud.

  • En setiembre de 1979, Joseph Matarazzo se encarga de pronunciar el discurso presidencial de la División de la Psicología de la Salud en la reunión de la Asociación Americana de Psicología celebrada en Nueva York.
  • En ese mismo año (1979) Stone, Cohen y Adler editan el primer libro con el título de Psicología de la Salud.
  • En 1980, el número de psicólogos que aparecen dedicados a la aplicación de la psicología al campo de la salud/enfermedades físicas es de 1500, y en 1988 será ya de 3,500.
  • En enero de 1982 aparece el primer número de la revista de psicología de la salud (Health Psychology).
  • En 1983 tiene lugar la Primera Conferencia Norteamericana (que también fue la primera que se realizaba en todo el mundo) sobre la formación y entrenamiento de psicólogos de la salud, como consecuencia de la cual aparecen también, por primera vez, un conjunto de directrices para la formación de especialistas en Psicología de la Salud, y se desarrollarán programas de postgrado en este campo.
  • La Psicología de la Salud pronto tomó eco en América Latina: en Julio de 1983 se realiza el XIX Congreso de la Sociedad Interamericana de Psicología Celebrado en Quito, creándose un Grupo de Trabajo en Psicología de la Salud y Medicina Conductual.
  • En diciembre de 1984, auspiciado por la Sociedad Interamericana de Psicología, el Grupo Nacional de Psicología y la Sociedad Cubana de Psicología de la Salud del Ministerio de Salud Pública de Cuba, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se celebró en la Habana el Primer Simposio Internacional de Psicología de la Salud. Los temas abordados fueron:

• Reproducción, sexualidad y papeles sexuales.

• Psicología y salud colectiva.

• Estrés y apoyo social.

• Atención psicológica a enfermos crónicos.

• Cuidados pre-natales.

• Adicción a drogas y alcohol.

• Patologías psicológicas y su dimensión social.

• Servicios de salud.

  • Cada día más, los psicólogos de la salud son requeridos por los servicios sanitarios. En EEUU el área en la que se ha empleado un mayor número de psicólogos ha sido en los centros médicos, en los que los psicólogos han llegado a convertirse en miembros de equipos sanitarios de intervención e investigación en rehabilitación, cardiología, pediatría, oncología, medicina familiar, odontología, etc.
  • En el Perú diversas Universidades entre ellas la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Universidad Nacional Federico Villarreal y la Universidad Femenina, han modificado sus programas de estudios de maestría, y la mención hoy denominada Psicología Clínica y de la Salud. Además diversas Facultades y Escuelas de Psicología han incluido dentro del plan de formación el curso de Psicología de la Salud.
  • La Universidad San Martín de Porres ha creado la segunda especialidad en Psicología de la Salud.

 

II. Definición de Psicología de la Salud

La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1964) define la salud como: «un estado de bienestar completo físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia». Esta definición subraya la naturaleza biopsicosocial de la salud y pone de manifiesto que la salud es más que la ausencia de enfermedad. El bienestar y la prevención son parte de nuestro sistema de valores y continuamente se nos invita a evitar aquellos hábitos que afecten negativamente sobre la salud como la dieta pobre, la falta de ejercicio y el consumo de alcohol.

Los pensamientos, sentimientos y estilo general de manejo son considerados como requisitos para lograr y mantener la salud física, es lo que podríamos denominar integración mente y cuerpo.

Resulta generalmente aceptado que el primer intento de definición formal de la psicología de la salud parece deberse a Matarazzo (1980), quien la considero como “el conjunto de contribuciones específicas educativas, científicas y profesionales de la disciplina de la psicología la promoción y el mantenimiento de la salud, la prevención y el tratamiento de la enfermedad y la identificación de los correlatos etiológicos y diagnósticos de la salud, la enfermedad y las disfunciones relacionadas”.

Esta definición acabo por convertirse en la definición “oficial”, de la División de la Psicología de la Salud de la American Psychological Association (APA), ya que en su reunión anual 1980, fue adoptada como tal con muy pocos cambios.

A partir de ese momento, se estableció como punto de arranque conceptual para señalar los objetivos, tratando de diferenciarlas de otras especialidades afines y complementarias. Así pues, ha habido otros intentos de definir la psicología de la salud que revisaremos a continuación.

  • Gatchell y Baum (1983), lo define como disciplina relativa al papel primario de la psicología como ciencia y profesión en las áreas de la medicina conductual y salud conductual.
  • Bloom (1988), estudio científico de la conducta, pensamientos, actitudes y creencias relacionados con la salud y la enfermedad.
  • Sarafino (1990), Campo de la psicología introducido a finales de los 70 para examinar las causas de las enfermedades y estudiar vías para promover y mantener la salud, prevenir y tratar la enfermedad y mejorar el sistema sanitario.
  • Carboles (1993), Campo de especialización de la Psicología que centra su interés en el ámbito de los problemas de la salud especialmente físicos u orgánicos, con la principal función de prevenir la ocurrencia de los mismos o de tratar o rehabilitar éstos en caso de que tengan lugar, utilizando para ello la metodología, los principios y los conocimientos de la actual psicología científica, sobre la base de que la conducta constituye, junto con las causas biológicas y sociales, los principales determinantes tanto de la salud como de la mayor parte de las enfermedades y problemas humanos de la salud existentes en la actualidad. .
  • Simón (1993), confluencia de las contribuciones específicas de las diversas parcelas del saber psicológico (psicología clínica, psicología básica, psicología social, psicobiología), tanto a la promoción y mantenimiento de la salud como a la prevención y tratamiento de la enfermedad.
  • Marks (1995), la aplicación de la psicología a la salud, los problemas de la salud y cuidado de la salud para la promoción, mantenimiento y restauración de la misma.
  • Taylor (1995), campo de la psicología dedicado al conocimiento de las influencias psicológicas en como la gente permanece sana, por qué enferman y como responden cuando están enfermos.

III. Delimitación Conceptual de la Psicología de la salud

Es de gran importancia para una especialidad reciente definir con claridad su objeto de estudio, a la vez que delimitar su área de actuación a nivel académico, investigador y profesional, de otras disciplinas, especialidades y campos de estudio con los que puedan encontrarse solapamientos totales o parciales, así como contradicciones.

En conclusión la psicología de la Salud necesita precisar su ubicación con respecto a la Psicología Clínica, medicina conductual, psicología comunitaria

1. Medicina comportamental:

Aparece a comienzos de los años 70, definida por su Conferencia Fundacional de Yale (1977) como el campo interdisciplinario referido al desarrollo e integración de los conocimientos y técnicas de las ciencias biomédicas y de la conducta relevantes para la salud y la enfermedad, y la aplicación de esos conocimientos y técnicas a la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación. El término medicina comportamental se utiliza, por tanto, para referirse a un campo interdisciplinario de investigación, educación y práctica, referido a la salud/enfermedad física, que reúne elementos provenientes de la ciencia del comportamiento, tales como la psicología y la sociología, o la antropología, y de la educación sanitaria, pero también de la epidemiología, fisiología, farmacología, nutrición, neuroanatomía, endocrinología, inmunología, odontología, medicina interna, enfermería, trabajo social y salud pública entre otras, para colaborar en el cuidado de la salud y en el tratamiento y prevención de las enfermedades.

2. Psicología clínica:

Cuando se hace mención a la psicología clínica se entiende como el conjunto de actuaciones sobre sujetos que presentan problemas o trastornos psicológicos. Su principal característica será, pues, el establecimiento de una relación entre el psicólogo y su paciente con una dimensión de apoyo y ayuda, a través de los conocimientos y la actuación psicológica.

Para la American Psychological Association (APA) es la forma de la psicología aplicada que pretende determinar las capacidades y características de la conducta del individuo recurriendo a métodos de medición, análisis y observación, y que, con base en una integración de estos resultados con los datos obtenidos a través del examen físico y de las historias sociales, ofrece sugerencias para la adecuada adaptación del sujeto.

Así, los supuestos teóricos que definen el trabajo en la clínica, los modelos explicativos de los trastornos abordados y las estrategias y objetivos de la intervención están relacionados con esta existencia de un paciente que demanda ayuda para afrontar su problema.

La psicología clínica se aplica al ámbito tradicional de intervención psicológica: los trastornos emocionales (ansiedad y depresión, principalmente). Es el campo tradicional de los trastornos psicológicos, que coincide con el psiquiátrico. Además, habría que incluir la intervención en otros problemas mentales, como la esquizofrenia, la rehabilitación de pacientes crónicos, etc.

Esta intervención clínica genuinamente psicológica se va ampliar

3. Psicología comunitaria:

Conceptualmente la psicología comunitaria debe entenderse destinada a la comprensión, explicación y solución de los problemas desde el punto de vista supraindividual (social comunitario), enfocando su actuación preferentemente, aunque no únicamente, en el cambio y la mejora del medio.

La psicología comunitaria surge como una alternativa a la psicología clínica, orientándose a la comprensión y resolución de ciertos problemas o patologías con un fuerte componente socioambiental (drogadicción, marginación, delincuencia, prostitución, etc.) en los que la mejor metodología, por la índole de los mismos, es el abordaje a niveles supraindividuales o comunitarios, siendo el objeto de su actuación la mejora de ambientes y recursos sociales y el aumento de las habilidades y competencias personales para mejorar el ajuste entre personas y ambientes y la calidad de vida en la comunidad.

4. Psicología de la salud:

Aparece como un área más específica que subraya el papel primario de la psicología como ciencia y como profesión en el campo de la medicina comportamental y que se definió como “el conjunto de contribuciones científicas, educativas y profesionales que las diferentes disciplinas psicológicas hacen a la promoción y mantenimientote la salud, a la prevención y tratamiento de la especialidad, a la identificación de los correlatos etiológicos y diagnósticos de la salud, la enfermedad y las disfunciones relacionadas, a la mejora del sistema sanitario y a la formación de una política sanitaria”

5. Definición de ramas afines que estudian la salud

  • Salud comportamental : un campo interdisciplinario que se localiza conductualmente promoviendo buenos hábitos de salud y previniendo la enfermedad entre los que actualmente gozan de buena salud.
  • Medicina psicosomática: es una aproximación a la enfermedad que se basa en las hipótesis y observación de que los factores sociales y psicológicos juegan un papel en la predisposición, desencadenamiento y mantenimiento de muchas enfermedades.
  • Psicología médica: Abarca todos los conocimientos de psicología útiles para el ejercicio de la medicina integral, particularmente los conocimientos sobre la personalidad del enfermo, la relación médico-enfermo, la personalidad del médico, el diagnóstico personal y comprensivo y los procedimientos de curación o psicoterapia.
  • Psicofisiología experimental: su objeto de estudio son las bases fisiológicas de los procesos psicológicos.
  • Sociología médica: la especialidad dentro de la sociología que estudia los aspectos sociales de la salud y la enfermedad.
  • Antropología médica: la especialidad dentro de la antropología que estudia los aspectos culturales de la salud y la enfermedad.
  • Medicina preventiva: se ocupa de impedir, en el individuo, familia o grupos de población, la aparición, desarrollo y prolongación de las enfermedades transmisibles y no transmisibles, manteniendo y promoviendo la salud, por el diagnóstico, tratamiento precoz y rehabilitación, así como evitando y limitando la invalidez que aquellos puedan ocasionar.
  • Educación para la salud: un proceso cuyas dimensiones intelectual, psicológica y social se relacionan con actividades que incrementan las capacidades de las personas para tomar decisiones bien informadas que afectan a su bienestar personal, familiar y comunitario.

IV. Modelos en la Psicología de la Salud

Los modelos nos dan un marco referencial para saber por donde empezar, que pasos seguir, y que técnicas necesitamos para influir un cambio en las conductas de las personas.

1. Modelo Cognitivo – Social

Asociados a los trabajos de Bandura, da importancia a los efectos del ambiente social y las cogniciones sobre la conducta y la influencia reciproca entre ellos. Este modelo ha tenido éxito en la Psicología de la salud, especialmente con los conceptos de “expectativa de autoeficacia”, esto es, las creencias relacionaron la habilidad que uno tiene para ejecutar una conducta determinada, y de “expectativa de resultado”, que se refiere a la creencia que la conducta puede producir los cambios deseados.

Elementos de este modelo forman parte también de otros modelos y técnicas que se usan en la Psicología de la salud.

2. El Modelo de Creencias en Salud

Se originó en intentos de los psicólogos del servicio de salud Pública de los EEUU por entender por qué tan pocas personas usaban programas y servicios que estaban a su alcance; concretamente por que no participaban en exámenes para ver si tenían tuberculosis. Se les pregunto a las personas en qué medida creían que eran susceptibles a la TBC y, en segundo lugar, si creían que podían obtener algún beneficio por participar en los chequeos.

El modelo se basa en la noción que el cambio hacia conducta saludables está guiado por las creencias del individuo, específicamente por lo que se denomina la “expectativa de valor”, esto es, las personas van a cambiar su conducta si ésta resulta en algo valorado para ellas y tienen la expectativa de que pueda alcanzarse ese resultado.

Variables adicionales del modelo se refieren si acaso las personas creen que ellos son susceptibles a enfermarse, si ven como la enfermedad como sería de grave, o estiman que el comportarse de manera saludable o preventiva va a resultar más beneficioso que el costo involucrado en adoptar la conducta.

3. La Teoría de Acción Razonado (planeada)

Asociada a los planteamientos de los psicólogos Ajzen & Fishbein, si bien no nació de un interés especifico en salud nos ayuda a entender como una persona llega a tomar una decisión para realizar cierta acción.

Este modelo nos dice que la mejor forma de predecir la conducta es conocer las intenciones de una persona. Una intención representa un compromiso de la persona para actuar de cierta manera y es un fuerte predictor de la conducta manifiesta, provisto que se de en ciertas condiciones; entre estas, que el tiempo transcurrido entre la declaración de intención y la ejecución de la conducta no sea muy prolongada y la especificidad de la acción requerida para materializar la intención de cambio. Las intenciones son influenciadas por las actitudes, normas subjetivas y las percepciones provenientes de las presiones sociales, por ello no se considera como un modelo que por si solo puede explicar conductas preventivas.

4. Modelo de Reducción de Riesgo

Las intervenciones conocidas como de reducción de factores de riesgo conductual, intentan lograr un cambio de actitudes y motivar a la persona a desarrollar habilidades conductuales que reduzcan el riesgo, aumentando de paso la percepción de autoeficacia para iniciar y mantener los cambios comportamentales deseados.

Asimismo, se intenta crear una red de apoyo social que refuerce las conductas preventivas o de bajo riesgo. Para lograr el cambio se usan técnicas tanto de la psicología social, como cognitivas-conductuales.

5. El Llamado Modelo Transteórico del Cambio Conductual

Llamado también simplemente el modelo de Prochaska (su principal impulsor), se focaliza en las condiciones que hacen posible el cambio. La observación de individuos que están tratando de cambiar por si solos, sin ayuda profesional, nos enseña que las personas progresen de manera de una manera gradual, continúa y a través de un proceso dinámico de 5 etapas a medida que tratan de reducir o eliminar conductas riesgosas. El modelo nos sugiere que hay que diseñar estrategias de cambio que estén de acuerdo a las características de los sujetos a los cuales están dirigidas.

El modelo evalúa la etapa o el estadio en el cual se encuentra la persona en términos de su “intención hacia el cambio”, examina las ventajas y las desventajas del cambio, y la habilidad de la persona para ejecutar el comportamiento necesario que lo lleve a mantener un cambio duradero de la conducta deseada. La prevención de la recaída se ve como parte de la última etapa de mantenimiento.

6. El Modelo Integrativo

Esta basado en las ideas de Bandura y del conductismo skinneriano e intenta integrar la psicología de la salud con la salud pública. Es un modelo que pretende enfocarse hacia la comunidad y no hacia problemas individuales. Define el problema usando indicadores epidemiológicos y de psicología. Su forma de aproximarse a los problemas es multidisciplinario y multinivel, lo crítico, según este enfoque, es comprender el estilo de vida y los factores conductuales dentro del entorno en el cual se dan.

Las primeras fases del análisis incluyen tanto el nivel personal como el nivel interpersonal. Hay un tercer nivel donde se considera el ambiente social más inmediato. Un cuarto nivel considera los aspectos institucionales, sociales, culturales, políticos y económicos, como clases de factores que afectan la conducta.

Finalmente hay un nivel que implica la evaluación del impacto de las intervenciones, esta fase de evaluación del programa es importante pero generalmente se hace de manera poco sistemática, si es que se hace a pesar que se centra en metas específicas, este modelo es complejo y se considera como un modelo de planeación.

7. Limitaciones de los Modelos

  • Son representaciones parciales de la realidad.
  • Se han centrado solo en la parte individual.
  • Sezgan el trabajo en Ps. de la Salud hay quejas de grupos feministas y ancianos (no inclusión en los estudios médicos).
  • La mayoría de sus modelos no le permiten considerar el contexto cultural y social de algunas conductas saludables.
  • Los modelos de psicología de la salud generalmente no han tomado en cuenta los diferentes estadios de desarrollo del individuo.
  • No hay que olvidar que la salud por su naturaleza misma es un constructo multidimencional. Tienen implicaciones multidisciplinarias.

 

V. Objetivos de la Psicología de la Salud:

Los objetivos de la psicología de la salud quedaron definidos en Yale en 1977 y en el Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias en 1978, quedan resumidos en:

  • Aumento de salud y bienestar de las personas.
  • Prevención o modificación de las enfermedades
  • Mejor funcionamiento de casos con trastornos

Para lograrlos se debe realizar lo siguiente:

  • El control del estrés.
  • El aprendizaje o eliminación de comportamientos que favorezcan o que perjudiquen a la salud.
  • Modificación de respuestas concretas de conductas ambientales para cada trastorno.

Estableciéndose hoy en día tres principales causas de enfermedad, en los cuales el estrés interviene:

  • Enfermedades del corazón.
  • El cáncer
  • Los accidentes cerebro vasculares.

VI. Áreas de aplicación de la Psicología de la Salud

1. Áreas de aplicación de la psicología de la salud:

Cada vez el ámbito de aplicación de la psicología de la salud abarca nuevas áreas; sin embargo, desde el punto de vista convencional, las siguientes son las principales áreas de aplicación de la psicología de la Salud:

• Promoción y acrecentamiento de la salud.

• Información y educación sanitaria (creencias y actitudes, comportamiento y responsabilidad individual en la salud).

• Control de variables actitud – motivacionales y afectivo emocionales (ansiedad, estrés, depresión, hostilidad).

• Potenciación de recursos de protectores y de resistencia (amor, afecto, amistad, alegría, optimismo).

• Generación de hábitos y estilos de vida sanos (descanso adecuado y disfrutar del ocio, alimentación, higiene, sexo, familia, no consumo de sustancias dañinas, actividad física, sanitarios).

• Aprendizaje de competencias y habilidades básicas (relajación, autocontrol, solución de problemas, comunicación, búsqueda de apoyo social).

• Participación en la salubridad ambiental (cuidado del ambiente).

– Participación política y ciudadana (uso adecuado de los servicios de salud, elección de la mejor política de salud.

• Prevención.

• Control de variables actitud – motivacionales y afectivo emocionales de riesgo (ansiedad, estrés, depresión, hostilidad).

• Modificación de las conductas y hábitos de riesgo.

• Modificación de las condiciones patógenas e insalubres del medio (polución, contaminación, hacinamiento, ruido, tóxicos, virus, miserias).

– Detección e intervención precoz ante los problemas (o prevención secundaria).

• Disminución del impacto de la enfermedad y prevención de recaídas (o prevención terciaria).

• Evaluación, tratamiento y rehabilitación de trastornos específicos.

– Problemas cardiovasculares, trastornos de la presión arterial, ritmo cardiaco, problemas coronarios, periféricos, sistema nervioso central, neuro – musculares, gastrointestinales, control de esfínteres, renales, oftalmológicos y visuales, endocrinos, inmunitarios, ginecológicos, sexuales, alimentarios, lenguaje/ habla y voz, sueño, adiciones, dolor crónico, cáncer, terminal

• Análisis y mejora del sistema de atención sanitaria.

– Análisis de la atención de la salud

– Mejora del sistema

– Educación a usuarios para el uso adecuado del sistema sanitario:

• Formación de profesionales, paraprofesionales y tareas de gestión.

VII. Técnicas e instrumentos de Evaluación en psicología de la salud

1. La entrevista:

Es una herramienta útil para la eva­luación en salud y en enfermedad, en tanto es el modo más versátil para obtener datos sobre estilos de vida, actitudes, creencias y prácticas concretas de salud. En el ámbito de evaluación de la enfer­medad, por ejemplo; la entrevista no sólo permite la obtención de información relevante sobre los pro­blemas del paciente y las posibles variables con ellos relacionadas, sino también crear el clima de confianza y relación empática. Independientemente del objetivo con el que sea empleada, la entrevista puede variar desde formas nada estructuradas has­ta otras rígidamente organizadas: desde la búsque­da de información general hasta el intento por ob­tener datos precisos y concretos sobre aspectos parciales de la vida del sujeto, y desde el enfoque sobre la historia lejana del paciente hasta la consi­deración de la historia reciente o inmediata.

Keefe (1979) señalaba seis importantes funcio­nes que cumple la entrevista en el marco de su apli­cación en psicología de la salud, a saber:

• Como una forma de reunir información so­bre la historia conductual del paciente,

• Como un método de especificación y defi­nición de los problemas objeto de atención.

• Como un método para identificar los facto­rés de control del ambiente actual del pa­ciente.

• Como una muestra de conducta del re­pertorio del paciente, esto es como la oportunidad de observar el comportamiento del paciente en tanto su conducta verbal. sus maneras, sus gestos, su apariencia física, su forma de interaccionar con otros, etc.

• Como una oportunidad para compartir in­formación con el paciente acerca del abor­daje de los problemas desde el punto de vis­ta conductual en psicología de la salud.­

• Como una oportunidad para iniciar el re forzamiento social y el establecimiento de lazos interactivos positivos con el paciente.

Cuestionarios y pruebas psicológicas:

En psicología de la salud se emplean muy diferentes pruebas y cuestionarios con los más variados propósitos. El empleo de pruebas de personalidad tanto con fines investigadores como clínicos es frecuente, y lo es también el empleo de pruebas de inteligencia.

Aguirre (1992), señalaba cómo ciertas pruebas de personalidad MMPI, 16PF y EPQ, principalmente se vienen empleando en intentos de relacionar la personalidad y enfermedad y salud, tanto para precisar si ciertos tipos de enfermedad implican una mayor o menor predisposición a enfermar, como para delimitar si existen o no personalidades específicamente propensas para desarrollar determinado tipo de trastorno.

Otras pruebas como Cuestionario de ansiedad estado – rasgo de Spielberger, Gorsuch y Lushene (1970) y el del In­ventario de manifestación de la ira rasgo-estado (STAXI) del mismo grupo en relación del constructo ira-hostilidad con los trastornos co­ronarios.

Ahora bien la inadecuación de las pruebas clá­sicas de personalidad a los objetivos de la psicolo­gía de la salud, ha provocado la elaboración de pruebas alternativas generales y específicas que re­sulten adecuadas a dichos objetivos.

Un ejemplo es el Cuestionario de salud comportamental elabora­do por Millon. Green y Meagher (1992), que permite evaluar en el sujeto hasta ocho diferentes estilos de personalidad vistos también como «estilos de afrontamiento», evalúa seis diferentes actitudes psicógenas consideradas como sentimientos y percepciones per­sonales frente al estrés, e identificados por cada una de las seis escalas siguientes: 1) escala de tensión crónica; 2) escala de estrés reciente; 3) escala de pe­simismo premórbido; 4) escala de falta de espe­ranza en el futuro; 5) escala de alienación social, y 6) escala de ansiedad somática,

A la vez cuenta con tres escalas psicosomáticas y otras tres de índices pronósticos (previsión de problemas futuros en cuanto curso de la enfermedad y respuesta al trata­miento), derivado todo ello de la teoría de la per­sonalidad de Millon (1969).

Otro de los instru­mentos desarrollados fue por el grupo de Grossarth ­Maticek y Eysenck (1990) para evaluar, principalmente, los tipos de personalidad relacionados, según sus datos, con mayor probabilidad de desarrollar afecciones car­díacas (el denominado Tipo II) y cáncer (el deno­minado Tipo I), aunque los instrumentos exploran también los otros cuatro tipos de personalidad de la tipología de seis elaborada por este grupo. De di­chos instrumentos, existe versión española (Sandín y Chorot, 1991c; Sandín, Chorot, Navas y Santed. 1992) del Short Interpersonal Reactions Inventory (SIR/) con el nombre de Inventario de reacciones interpersonales.

Igualmente, Pelechano y su grupo han elabora­do numerosas pruebas aplicadas al estudio de las relaciones salud/enfermedad y personalidad.

Por lo demás, en la última década se ha desarrollado una miría­da de cuestionarios específicos destinados a identificar las condiciones relativas a problemas de sa­lud concretos tales como tabaquismo, patrones de alimentación inadecuados, actividad física, consu­mo de alcohol y/o drogas, etc.

Actualmente se utilizan instrumentos como; la escala de Evaluación Conductual de la Personalidad (API), según José Anicama Gomes; JAS – Inventario de Actividad de Jenkinns (forma C); Calidad de Vida de David H. Olson Y Howard L. Barnes.

Observación directa:

Al menos desde la perspectiva de la evaluación conductual, la observación directa ha sido reco­nocida como la técnica de evaluación preferida sobre cualquier otra. Tan es así que con frecuencia los datos obtenidos mediante evaluación por observación directa se em­plean como punto de referencia para la validación de la información obtenida mediante otras técnicas (cuestionarios o entrevistas).

Además, al propor­cionar datos sobre ocurrencias reales y naturales del comportamiento objeto de evaluación, permite tan­to el logro de una detallada descripción de tales comportamientos como de las condiciones de ocu­rrencia antecedentes y consecuentes, a la vez que la obtención de datos sobre todos los parámetros necesitados (frecuencia, duración, control estimu­lar, latencia…).

Es más, como señala Keefe (1979), con frecuencia los datos obtenidos por observación directa hacen aflorar información de relevancia que no es aportada por otros procedimientos, o bien ha sido considerada secundaria o poco relevante aten­diendo al informe del paciente o de otros. La razón, entre otras, puede consistir en que el propio pa­ciente no sea consciente del papel desempeñado por ciertas circunstancias, contextos o personas res­pecto a su propio comportamiento, o de su verda­dera frecuencia, duración o latencia.

En un contexto de internado, como sería el caso de la actuación sobre pacientes hospitalizados, el personal de enfermería representa la mejor opción para el logro de información mediante la observación sistemática del paciente.­

Autoobservación y Aautorregistro:

El autorregistro mediante la autoobservación es el método de obtención de datos más empleados y más versátil en psicología de la salud, estas técnicas de autoinforme son de la máxima utilidad y conveniencia en todos los momentos del proceso de intervención.

Ya que hace consciente al paciente de aspectos de su propio comportamiento que pudieran estar pasándole desapercibidos o sobre los que podía mantener creencias equivocadas.

Permite igualmente al paciente controlar su progreso, por lo que adquiere una función de feedback que fortalece el comportamiento de cambio y permite rectificar. Adoptando así una responsabilidad acerca de su propia conducta y su cambio o mantenimiento, y no desplazando sobre profesionales o instituciones.

 

VIII. Conclusiones

  • Diferentes autores resaltan la importancia de la psicología de la Salud en la promoción y mantenimiento de la salud como a la prevención y tratamiento de la enfermedad.
  • La psicología de la salud se diferencia de otras disciplinas y especialidades en que esta aparece como un área más específica que subraya el papel primario de la psicología como ciencia y como profesión en el campo de la medicina comportamental.
  • Los modelos de Psicología de la salud son muy variados pero las tendencias futuras, obligarán a una mayor exploración de éstos.
  • Cada vez el ámbito de aplicación de la psicología de la salud abarca nuevas áreas, se elaboran nuevas concepciones y se abren nuevas estrategias de intervención en la promoción de la salud y la prevención tratamiento y rehabilitación de la enfermedad siendo pues más amplias las intervenciones en el área de la salud. Y cada vez más los tipos de problemas que se van abordar.
  • Quedan establecidos entre sus objetivos principales de la psicología de la salud el aumento de salud y bienestar de las personas; prevención o modificación de las enfermedades; mejor funcionamiento de casos con trastornos.
  • Las técnicas como el autorregistro y autoobservación son de máxima utilidad y conveniencia en todos los momentos del proceso, siendo su punto flaco por excelencia la fiabilidad.

 

IX. Referencias bibliográficas

Luzoro J. (1999) Psicología de la Salud. Chile, Bravo Allende

Simon, M. (1999) Manual de Psicología de la Salud. Madrid, Biblioteca Nueva.

Roales J. (2004) Psicología de la Salud. Madrid, Pirámide.

Ugalde B. (1998) Tendencias de la psicología de la salud en el tercer milenio. Universidad de concepción (conferencia).