Psicólogo Clínico y de la Salud, Autonomía Profesional y Relaciones con Otros Profesionales

Autonomía Profesional y Relaciones con Otros Profesionales.

Cualquier actividad que se consolida como profesión, lo hace porque cumple requisitos de utilidad social elementales:
1.Ofrecer soluciones en un campo de intervención determinado.
2.Poseer un bagaje científico- tecnológico, que acredite una calidad y rigor de la intervención.
3.Que cubra demandas sociales.
Se cumplen los requisitos para reclamar como campo de actuación del Psicólogo Clínico y de la Salud cualquier ámbito de actuación relacionado con la salud desde la intervención bio-psico-social, manifestada por la O.M.S.
Esta concepción de salud nos orienta a desterrar prejuicios sociales que encasillan al
Psicólogo Clínico y de la Salud, en el mundo de «lo mental» y que en definitiva
perjudican al usuario porque le ofrecen un modelo de salud dividido y dicotómico, que
no relacionan lo mental con lo físico, separando para estudio e intervención lo que en realidad es indivisible.
Es claro que romper ese dualismo inoperante supone un reto para cualquier profesional
de la salud, ya que como se puede observar en este documento existen intervenciones
directas del Psicólogo Clínico y de la Salud sobre problemas Biomédicos: dolor, cardiovasculares, hipertensión, SIDA, etc.
Cada vez es más patente la íntima relación que existe entre el comportamiento de las
personas y su estado de la salud.
Es ahí, en el análisis y cambio de las interacciones persona-ambiente, donde se sitúa el campo de intervención del Psicólogo Clínico, como
intervención dirigida a la mejora y cuidado de la salud en todos los niveles de intervención buscando el equilibrio bio-psicosocial

de la persona utilizando el análisis pertinente en cada caso y ayudándose de otras intervenciones complementarias cuando lo estime oportuno.
Es notorio por otra parte refiriéndonos a la competencia profesional del Psicólogo Clínico y de la Salud, que puede aportar elementos valiosos para la mejora de la salud de los ciudadanos en estrecha colaboración con otros profesionales. Notable es el número de profesionales que trabajan en el Sistema público de Salud en sus distintos niveles, local, autonómico y central y la instauración del sistema P.I.R. es una buena muestra. Muy importante también es la presencia
del sector privado con niveles de calidad y variedad de productos en constante crecimiento.
Todas estas realidades nos sitúan en la gran demanda social actual de la profesión,
razón prioritaria por la cual este documento adquiere sentido y significado.
Refiriéndonos a las relaciones con otros profesionales de la Salud, consideramos la perspectiva
de la cooperación permanente en el marco de equipos interdisciplinarios, donde
cada profesional aporta su perspectiva para dar atención de Salud completa, donde se
contemple a la persona de forma global sin parcelaciones que todos los profesionales
critican, lo que no es un deseo, sino algo que se viene desarrollando de hecho en
equipos de Centros de Promoción de la Salud, Centros Integrados de Salud, etc.,
existiendo profesionales de la Psicología coordinando y dirigiendo estos equipos. De
este modo el papel del Psicólogo Clínico y de la Salud, será más protagonista, en la
medida que se aborden aspectos del continuo Salud-Enfermedad, que tienen que ver
con la interacción de la persona con ella misma, el mundo y los demás.

Como ejemplo puede decirse que su campo de actuación tendrá más frecuencia en atenci
ón primaria, tareas de prevención y promoción de la salud y tratamiento de problemas
del comportamiento, que en una planta de cirugía, pero no debe excluirse la posibilidad
de que pueda y en ocasiones deba actuar en este ámbito.
Asimismo, el Psicólogo Clínico y de la Salud deberá conocer y actualizar permanentemente sus conocimientos sobre Sociología de la Salud, Epidemiología de los Trastornos del Comportamiento, Antropología, etc., como apoyo necesario a su quehacer.
En definitiva se trata de completar y rellenar vacíos en la asistencia integral a la salud que
demandan los ciudadanos.