RENÉ SPITZ Y SUS APORTACIONES A LAS RELACIONES OBJETALES

RENÉ SPITZ Y SUS APORTACIONES A LAS RELACIONES OBJETALES
René Spitz se interesa y estudia las relaciones recíprocas entre madre e hijo que le permiten postular sus ideas acerca de los comienzos, desarrollo, etapas y ciertas anomalías de las relaciones de objeto. El intenta demostrar que el crecimiento y desarrollo psicológico, dependerá del establecimiento y despliegue progresivo de las relaciones de objeto cada vez más significativas.
Considera que la mayor parte del primer año de vida el bebé se esfuerza por sobrevivir,
formando y elaborando dispositivos de adaptación que le permitan lograr esta meta. El
lactante está desamparado, es incapaz de sobrevivir por sus propios medios. Necesita a la
madre que le proporciona todo aquello de lo que él carece. De esto surge una situación
complementaria que el autor denomina díada. En la medida en que las potencialidades
propias del infante se desarrollan en el transcurso del primer año de vida, se irá haciendo independiente del medio que lo rodea.
Spitz se afirma en Freud y rechaza toda hipótesis sobre la presencia de procesos intrapsíquicos en el niño desde el nacimiento. Basado en sus experiencias considera que no existe pensamiento en el momento de nacer. Tampoco existen ni la percepción ni la voluntad.
El bebé es un organismo psicológicamente indiferenciado. Las funciones, las estructuras
y hasta los impulsos instintivos se irán diferenciando progresivamente a través de la maduración y el desarrollo.
Maduración es el desarrollo filogenéticamente establecido por la especie y desarrollo,
se refiere a la emergencia de formas de funcionamiento y de conductas resultantes de
la interacción del organismo y el medio interno y externo. Mantiene en un principio la
idea de que la libido es el material primitivo, la fuerza heredada que se necesita y utiliza en el curso de la evolución, pero le adjudica un papel decisivo a los primeros contactos humanos, especialmente la relación del niño con la madre.
Spitz supone que en el desarrollo psíquico existen organizadores equivalentes, es decir, estructuras de funcionamiento psíquico que resultan directrices en la integración incipiente, y que él denomina organizadores de la psique. Durante los períodos críticos, las corrientes del desarrollo que operan en los diferentes sectores de la personalidad se integran unas con otras, formando una nueva estructura psíquica sobre un nivel de complejidad más elevado. Lo que llama organizador es el resultado de la integración completa.
Las observaciones de Spitz (1965) y Spitz y Cobliner (1965) convencieron de que el aspecto más importante de la relación madr.niño es el clima afectivo. Spitz creía que el dialogo continuo de acción y respuesta, motivado por lo afectivo y mutuamente estimulante, proporciona el contexto en el que aparecen las relaciones de objeto y las estructuras intrapsíquicas. Según su descripción, este diálogo se inicia en la situación de amamantamiento, pero pronto se extiende más allá del mismo. Call (1964) sugiere que estas experiencias de alimentación deben ser consideradas como organizadora de las interacciones tempranas más importantes con la madre; y, describe los detalles del diálogo en términos de expresiones faciales no verbales, acción física, vocalización, respuestas e interacciones lúdicas, que proporcionan la base para el desarrollo de una forma de comunicación privada y exclusiva con la madre. El principal propósito de este sistema temprano de comunicación es sostener, mantener y enriquecer mutuamente la dualidad. Según Call, este sistema se convierte en el principio organizador de formas posteriores de comunicación, incluyendo los afectos, los gestos y la adquisición del lenguaje.

Fuente: «LAS RELACIONES OBJETALES Y EL DESARROLLO DEL PSIQUISMO: UNA CONCEPCIÓN PSICOANALÍTICA«, REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA – VOL. 13, N.º 2
NATALIA RAMÍREZ (Profesora de la Facultad de Psicología de la UNMSM), UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS, PERÚ.