Ritos de iniciación: separación, iniciación y retorno (de la niñez a la pubertad)

En relación a los ritos de iniciación; se entiende por “iniciación” el paso de la infancia a
la pubertad.
Denota el inicio de la madurez sexual. Y ellos son “el ejemplo más evidente de
que con esa marca la sociedad toma posesión del cuerpo… imprime su marca en el cuerpo
de los jóvenes. Y esa marca es un obstáculo para el olvido.” (Clastres, P) .
De distintos estudios antropológicos surge que los ritos de iniciación presentan
similitudes, los llevan a cabo en general los hombres adultos y el chaman o sacerdotes, y
constan de una dialéctica triádica: separación-iniciación-retorno.
Separación: El hasta ese momento niño es separado de las mujeres -que en general son las
encargadas de su cuidado- con la correspondiente manifestación de angustia. Atraviesa un
período más o menos prolongado de reclusión o preparación. El joven es llamado a
ceremoniales de recepción o empujado a la aventura. Siempre aparece su par que lo
acompaña en su tortuoso camino. Pide ayuda sobrenatural (puede ser algún dios, magia..).
Iniciación: es el "descedo ad inferos"; el joven o héroe debe pasar por una serie de pruebas
(sólo comparadas con el descenso al infierno del mundo cristiano) para lograr un objeto o
un conocimiento. El joven puede quedar atrapado en ese mundo, y es empujado a volver y
si no lo logra por iniciativa propia, alguien lo ayuda en su retorno o en algunos casos puede
hasta perder la vida. La prueba está asociada a la idea de muerte y resurrección.
Retorno: el joven asciende nuevamente al mundo de los vivos pero ahora es superior
porque posee el conocimiento de los dos mundos. En general ha sido sometido a un acto de
mutilación corporal. Pertenece a la raza de los "héroes" y podrá ser reconocido y
constituirse como referente de un pueblo, ha alcanzado un estatuto diferente. Han sido
revelados los misterios, que según Elkin implica la revelación de los mitos y ritos por un
lado y de los símbolos por otro.
Este recorrido ha permitido “la instrucción sistemática en el mito y la tradición sagrados, el
develamiento gradual de los misterios tribales, y la exhibición de objetos sagrados”.
(Malinowski, B. 1984)
La madurez sexual y el lugar cultural están unidos, resultan fundantes de un
reconocimiento como sujeto humano. La eficacia de los ritos recorre el camino de lo social
a lo individual, y viceversa.
Se establece un lazo entre lo sagrado y lo profano, entre lo
desconocido de los grandes enigmas solamente explicados por el relato maravilloso, y lo
conocido de la vida cotidiana.