SESION NUMERO SIETE (Lunes), Caso Richard

SESION NUMERO SIETE (Lunes)
Richard parece muy contento de ver a Melanie Klein Comenta que el fin de semana le ha parecido muy corto y que es como si acabara de separarse de ella. Dice que Melanie Klein estuvo siempre "presente" en él, como si hubiera estado mirando una fotografía suya. (Sin duda quiere decir que ha pensado mucho en ella .) Cuenta con gran detalle de todo lo que le ha pasado mientras ha estado afuera, comentando que ha sido un fin de semana feliz (nota 1). Sin embargo ha habido una tragedia; al venir hacia la casa de Melanie Klein, al bajar los escalones del hotel, se ha torcido el tobillo… Pide luego, a la analista, que le mire el traje nuevo; ¿no le parece que el color de los calcetines va muy bien con él? Sintiéndose comunicativo, comenta que hay una cosa que a menudo le preocupa: resultar ser un tonto, y no servir para nada.
Melanie Klein interpreta que el haberse torcido el tobillo camino de su casa expresa el temor a dañarse el genital si se cumplen sus deseos de ser hombre y de introducirlo en el de Melanie Klein Al mostrarle el traje nuevo y los calcetines, le está indicando las ganas que tiene de exhibir su pene para que ella lo admire; pero esto le hace temer a su vez no servir para nada (ser tonto), y no llegar a tener nunca el genital adulto y valioso que desea.
Algo después, Richard pregunta si la estufa eléctrica pertenece a Melanie Klein Se da cuenta por primera vez que una de las barras está rota… Luego relata que el primero en ir a encontrarle cuando llegó a su casa fue Bobby, que le hizo un gran recibimiento. Aunque no, en realidad fue papá el que le saludó primero. Papá pareció sorprendido -no, no quiso decir eso-, quiso decir que papá pareció contento al verle. Los canarios no estaban bien; tenían un aspecto enfermo y se estaban quedando calvos. Al jugar con su arco y sus flechas, ocurrió que una flecha golpeó a papá levemente en la cabeza, pero no le hirió y papá no se enfadó.
Melanie Klein interpreta que duda del cariño de su papá y que le teme, porque él mismo le quiere matar. Por eso, aunque queriendo decir que papá estaba contento de verle, ha dicho otra cosa: que papá quedo sorprendido al verle, como si no lo hubiera estado esperando.
En realidad la "sorpresa" significa un sentimiento mucho más intenso: la creencia de que su papá no quería que fuera a casa, lo cual se debe a que se da cuenta de que, inconscientemente, siente hostilidad hacia él. Refiriéndose a la calvicie de los canarios, Melanie Klein le pregunta si su padre también se está quedando calvo. Richard contesta que sí.
Melanie Klein interpreta entonces, que si ha mencionado a sus pajaritos es porque cree haber enfermado a su papá, y haberle dañado el órgano sexual y la cabeza, con sus celos y con el deseo de quitarle el sitio que ocupa en la relación con su mamá. A causa de todo esto, teme que su padre se vengue; cuando en la sesión anterior se refirió al médico malo que le dañó el pene o que se lo quería destruir o quitar, estaba con ello expresando las cosas que teme que su padre le haga. El barrote roto de la estufa, del que sólo hoy se ha percibido, simboliza a su pene, mientras que el fuego, los órganos genitales de Melanie Klein o de su mamá. La necesidad que tiene de que Melanie Klein admire el traje y los calcetines que lleva puestos y de ser querido por ella, es muy grande, debido al miedo de que su papá le castigue o ataque si se entera de que desea a mamá, y si descubre a su pene dentro del órgano genital de la misma.
Richard está mirando el mapa. Comenta que los partes de guerra son buenos, pues han sido derribados muchos aviones alemanes. ¡Qué forma rara tiene Rumania! Es un país muy "solitario". Mira entonces el mapa cabeza abajo (agachándose para hacerlo), dice que "no puede entender nada" y repite otra vez que así no parece ser correcto, sino que está todo mezclado. Incorporándose, señala a Brest y dice que su papá le dijo un chiste: algo sobre que los alemanes iban ahora a atacar las piernas tras haber empezado con el pecho. Señala luego varias ciudades del continente, tras lo cual echa una mirada al cuarto y se entusiasma al descubrir en él cosas en las que antes no había reparado, tales como la segunda puerta, muchas más fotos y tarjetas postales y una buena cantidad de banquitos (nota II). Mira de nuevo el zapato de porcelana y luego encuentra un almanaque ilustrado. En él admira sobre todo una de las fotografías, que representa a dos montañas, pero dice que en cambio hay otra que no le gusta, y abandona el tema.
Melanie Klein le pregunta la causa por la que no le gusta.
Richard (tras dudar un momento) dice que el color marrón que tiene (sepia) da al campo un aspecto feo. Levanta entonces el reloj de Melanie Klein:, que es de cuero marrón, lo manipula, lo pone de tal manera que queda con la parte de atrás hacia donde están él y Melanie Klein, y se ríe de buena gana, mientras comenta que así parece muy raro.
Melanie Klein interpreta que se está riendo de la parte marrón de atrás del reloj, porque lo ha asociado con "lo grande". Sugiere que si no le gusta el cuadro donde todo está de este color, es porque deja a Melanie Klein, o mejor dicho, a mamá (el campo), toda sucia y fea. Pero al mismo tiempo le parece gracioso y por ello se ríe de "lo grande" y del “trasero" de Melanie Klein
Richard está de acuerdo con que la parte de atrás del reloj representa el trasero de Melanie Klein
Melanie Klein interpreta que siente curiosidad por explorar dentro de su cuerpo y del de su mamá. La solitaria Rumania, atacada y en peligro, y las ciudades conquistadas del continente representan ahora a ella y a su madre dañadas las dos. Papá, al hacer el chiste sobre Brest, simboliza al vagabundo malo y a los alemanes, que atacan el pecho de mamá y su cuerpo, mientras que la admiración que él siente por las dos montañas expresa el cariño que tiene a esos pechos y el deseo de que no les pase nada malo. Por otra parte, darse cuenta de la existencia de tantas cosas nuevas en el cuarto de juegos, se debe a la mayor conciencia que tiene del deseo de meter su genital en el cuerpo de mamá y de explorar su interior con él, aunque al mismo tiempo protesta por el color marrón que afea el campo, lo cual es una expresión de la angustia que siente por "lo grande" que puede haber dentro de Melanie Klein -la parte de atrás del reloj-, a pesar de que también le haga gracia.
Richard entonces habla sobre poesía, refiriéndose en especial a “The Daffodils" (Los narcisos) de Wordsworth. Luego se queda admirando otro cuadro que representa una gran torre, en un paisaje iluminado por el sol.
Melanie Klein interpreta que esos niños a los que teme, representan ahora a su padre metido dentro del cuerpo de su madre, y que la admiración que siente por este cuadro tan soleado, indica el deseo que tiene de ver a sus padres unidos en forma feliz (nota III). (El elemento maníaco de la excitación de Richard cuando admira la belleza de la naturaleza, es muy marcado.)
Richard pregunta a Melanie Klein si va a volver a ir al pueblo  (lo cual significa poderla acompañar durante un trecho del camino), y admite que quiere que le proteja de los niños que pueda encontrar en la calle.
Melanie Klein interpreta que esos niños a los que teme, representan ahora a su papá o a su pene peligroso, y que está pidiendo a su mamá que le proteja de él.
Richard, que tiene un aire preocupado y parece no estar atendiendo, mira el reloj.
Melanie Klein le pregunta si lo hace porque se quiere ir.
Richard dice que si, pero que no lo va a hacer hasta que no se acabe la hora; tras lo cual se va a orinar.
Melanie Klein le interpreta, cuando vuelve, que tiene miedo de los peligros a que le llevaría tener relaciones sexuales con ella. Además, se ha ido a orinar, para asegurarse de que su órgano genital sigue intacto.
Richard empieza a mirar otra vez a su alrededor y al encontrar la fotografía de un hombre y una mujer que están de uniforme, dice que parecen ser importantes. Tiene un aire de contento y muestra interés por ellos.
Melanie Klein interpreta el interés que tiene por preservar la felicidad y la autoridad de sus padres. Ha querido irse cuando se asustó de los deseos hacia Melanie Klein; al mismo tiempo, ha pedido a ésta que le proteja del papá o del pene de éste, que le puede atacar, indicando con todo ello que está oscilando entre el deseo de quedarse con ella y de dejarla.
Notas de la sesión número siete.
I. Esta es una de las maneras en que los pacientes pueden expresar el sentimiento inconsciente de haber internalizado al analista. Existen también otras maneras de hacerlo. Un paciente, por ejemplo, me dijo que en un intervalo en el que estuvo separado de mí, sintió todo el tiempo como si yo hubiera estado suspendida sobre él. Aunque parezca contradictorio que el mismo paciente me diera al mismo tiempo una descripción detallada de todo lo que hiciera durante dicha separación (o en los intervalos de una sesión a otra), usó esta expresión como para tratar de correlacionar la situación interna con la externa, es decir, de establecer el nexo que existe entre el analista como figura interna y como figura externa. En la medida en que el paciente siente que el analista es una parte interna suya, cree que comparte su misma vida y que, por lo tanto, deben los dos tener conocimiento de los pensamientos y experiencias del otro. Pero cuando se enfrenta otra vez con la figura real del mismo y tiene que reconocer que se trata de una figura externa, él siente la discrepancia que hay entre lo que desea y lo verdadero, y mediante su relato detallado de lo que ha estado haciendo, trata de juntar las dos situaciones (interna y externa).
II. Tanto en el análisis de niños como en el de adultos, el que el paciente empiece a ver detalles del consultorio o de la apariencia del analista que antes habían pasado inadvertidos, constituye una señal de progreso y de fortalecimiento de la transferencia. A menudo, el analista puede analizar las razones emocionales por las cuales algunos objetos particulares escaparon a la atención de su paciente. A veces, la incapacidad de ver cosas que incluso pueden ser grandes y evidentes, constituye un ejemplo de cómo toda la capacidad perceptiva en general puede ser inhibida por razones inconscientes.
III. Aquí vemos que se ha producido una modificación respecto a las sesiones en las que fue vivenciado e interpretado el deseo activo de Richard de castrar a su padre y el temor de ser castrado a su vez por el todo lo cual implica tener miedo del genital malo de éste, pues es vivido como peligroso tanto para el propio niño como para su madre. El análisis de tales temores es seguido, a menudo, de la aparición, a un primer plano, del sentimiento opuesto: la admiración por el genital y la potencia del padre, y el deseo de verle unido a la madre. Mediante el análisis de la desconfianza y de la ansiedad que el niño siente hacia los dos, y en particular hacia su vida sexual, pueden librarse de la represión una serie de sentimientos positivos, tales como el deseo de repararlos y de unirlos para que sean felices.

(18)  Es característico de mi técnica y de toda la concepción que tengo del análisis considerar que al analizar la ansiedad en el momento en que se manifiesta de manera mas aguda, se obtiene el efecto de aliviarla. Como ejemplo de ello, vemos que entre la sesión anterior y la presente, la interpretación del temor a la castración y las causas subyacentes de la misma, han sido seguidas de un fuerte incremento de la transferencia positiva y de un alivio evidente de la angustia.
Brest, nombre de un puerto de Francia, se pronuncia en forma muy similar a breast = pecho
(19)  Aunque no tengo notas sobre ello, debo de haber ido al pueblo tras una de las sesiones precedentes.