Obras de S. Freud: Proyecto de psicología. (1950 [1895]). Segunda proposición principal: la teoría de las neuronas

Proyecto de psicología. (1950 [1895]).

Segunda proposición principal: la teoría de las neuronas

 La idea de combinar con esta teoría de Qη la noción sobre las neuronas, tal como nos la proporciona la moderna histología, es un segundo pilar de esta doctrina. Contenido rector de ese nuevo discernimiento es que el sistema de neuronas se compone de neuronas distintas, de idéntica arquitectura, que están en contacto por mediación de una masa ajena, que terminan unas en otras como en partes de tejido ajeno; y en ellas están prefiguradas ciertas orientaciones de conducción, pues con prolongaciones celulares reciben, y con cilindros-eje libran. A esto se suma, además, la abundante ramificación con diversidad de calibre. Si uno combina este cuadro de las neuronas con la concepción de la teoría de Qη , obtiene la representación de una neurona (N) investida {besetzt} [Freud ya había recurrido a la noción de «investidura» («Besetzung»), aunque no mucho antes: lo hizo en Estudios sobre la histeria (1895d), AE, 2, pág. 108. En el «Apéndice» que añadí al primer trabajo sobre las neuropsicosis de defensa (1894a), AE, 3, págs. 64-5, hago una amplia reseña de su uso.] que está llena con cierta Qη , y otras veces puede estar vacía. El principio de inercia halla su expresión en el supuesto de una corriente, que desde las conducciones o prolongaciones celulares está dirigida al cilindro-eje. La neurona singular es, así, una copia del sistema neuronal en su conjunto, con su arquitectura bi-escindida, siendo el cilindro-eje el órgano de descarga. En cuanto a la función secundaria, que demanda un almacenamiento de Qη , es posibilitada por el supuesto de unas resistencias que se contraponen a la descarga, y la arquitectura de la neurona sugiere la posibilidad de situar todas las resistencias en los contactos, que así reciben el valor de unas barreras. El supuesto de las barreras-contacto es fecundo en muchas direcciones. (El término «sinapsis» fue introducido por Foster y Sherrington en 1897, dos años después que Freud redactara esto. – El original está escrito en lápiz hasta este punto. De aquí en más las abreviaturas se vuelven mucho menos frecuentes)