Sufrimiento psíquico en los docentes: lo íntimo como espacio intrapsíquico (frases de docentes)

Lo íntimo como aquel espacio intrapsíquico del sujeto que remite al si mismo, regido por el  derecho del secreto, lo privado como el espacio de la familia y por extensión el de la vida grupal  y asociativa, espacio donde se producen los intercambios entre lo íntimo y lo publico, y lo público como espacio de sociedad donde las tramas y las reglas deben ser conocidas, reconocidas y aprendidas, regidas por la transparencia. Por lo general siendo el sufrimiento muchas veces
originado en el espacio publico, con lo cual debería estar regido por la transparencia, pasa a ser tramitado en lo íntimo, regido por el secreto, pasando a ser un problema de incumbencia individual y propia.

.»Con el afán de educar, descuidamos…”
Esta frase esta referida tanto hacia los alumnos como hacia sí mismo. El docente imbuido en su tarea, atrapado en una maraña de mandatos implícitos y explícitos, pasa por alto condiciones de trabajo real muy adversas. Queda más ligado a los mandatos del imaginario social, a lo que se espera de él, que a su deseo.
.»No me quiero enterar de que algo está mal”
En esta expresión, por un lado, el mecanismo de defensa es la desmentida, porque en la misma frase se hace mención a que algo está mal. Pero, por otro lado, lo no dicho es » y eso me hace mal”… y eso precisamente es lo problemático, de lo que ilusoriamente se protege al no querer enterarse de su propio padecimiento.
.»Me siento a la intemperie»
Muchas frases dan cuenta del sentimiento de desamparo y desprotección. Son verbalizadas en grupos de trabajo.
.»No nos creen por ser compañeros, esperan que se los digan las autoridades»
Como la palabra de los compañeros es muchas veces desvalorizada, esta desvalorización da cuenta de la propia descalificación proyectada en los pares. También hace mención a las resistencias de los docentes a verse como protagonistas de su propia historia. Esta frase de afirmación por la negación, marca el concepto de autoridad que subyace y quién tiene la verdad en el trabajo docente. Es un buen ejemplo para ver la depositación en el otro de las propias ansiedades.
.»Nos vemos todas locas»
Es una definición, tomando el lenguaje popular, de cómo se ven y se sienten las docentes, no solamente en el ámbito laboral. Aquí es necesario leer con enfoque de género, ya que lo femenino de la docencia es portador de «la locura».
.»No se si seguir o no en el trabajo…»
Esta reflexión de un docente da cuenta por un lado de su frustración y por otro de un nivel de salud que hace generar un interrogante acerca de su continuidad en ese trabajo. Este interrogante lo rescata de la alienación laboral que, sostenida en la sobreadaptación, hace que muchos docentes no se pregunten por las condiciones laborales que padecen y si están dispuestos a tolerarlas...
Identificar la propia angustia, ponerla en palabras y compartirla, baja el sufrimiento personal
.» Ah…de eso no se habla”.»Cada uno se salva como puede, a mi no me carguen problemas ajenos…»
Una maestra trasmite una manera de sobrellevar sus relaciones con sus compañeros durante el breve descanso.
.“Durante el recreo intercambio algunas palabras con los colegas, pero no me involucro mucho en el tema, el tiempo es muy corto¨, ¨de recreo y un suspiro y al aula nuevamente. Trato de no gastar mucho mis energías para mantenerme calma y sin sobresaltos, ya estoy cansada y bebo agua para
evitar el sueño”.
En estas situaciones consideramos que la dificultad de poner palabras provoca la constitución de síntomas (accidentes, depresiones, serios conflictos entre pares, irritabilidad)
La demanda social sobre la escuela pública, actualmente se constituye en alta exigencia de responsabilidad social sobre los docentes, ante la carencia de respuesta de otros organismos de gobierno que se desresponsabilizan.
Junto a otros trabajadores del sector público, actualmente la carga pública de su trabajo tiene un valor simbólico diferente al conjunto, de otro peso.
Esto lo lleva a enfrentar situaciones, muchas veces sin salida, donde su accionar es impotente ante la realidad del conflicto social, con altos niveles de frustración y vivencia de fracaso personal, constituyéndose estos registros en sufrimiento psíquico. Es difícil para ellos poner límites a la demanda concreta. La obligación se registra como moral, más que laboral o social.

Fuente: Manuel Liss, Marité Collazo, Deolidia Martinez;¨LO NO DICHO QUE SE ESCUCHA TRAS LO DICHO. EL SUFRIMIENTO PSÍQUICO EN LOS DOCENTES¨