TRASTORNO DE ANSIEDAD POR SEPARACIÓN. Génesis y mantenimiento (factores asociados al origen y al mantenimiento)

TRASTORNO DE ANSIEDAD POR SEPARACIÓN.
RECHAZO ESCOLAR Y FOBIA ESCOLAR
Arturo Bados López
29 de septiembre de 2005

GÉNESIS Y MANTENIMIENTO DEL TRASTORNO DE ANSIEDAD POR SEPARACIÓN
Pueden distinguirse diversos factores asociados al origen y al mantenimiento del trastorno por ansiedad por separación (Bragado, 1994; Echeburúa, 1993; Sandín, 1997).

FACTORES ASOCIADOS AL ORIGEN
– No haber sido expuesto a una separación paulatina de los padres, quizás por un exceso de sobreprotección de estos y por vivir encerrado en el círculo familiar. Experiencias repetidas y no traumáticas de separación permiten una desensibilización natural del miedo común a la separación de las figuras de apego. La sobreprotección puede darse por diversos motivos: temor de los padres a perder a un hijo que ha sufrido una enfermedad grave, ser hijo único y muy deseado de unos padres mayores, embarazo difícil, pérdida previa de un hijo, problemas previos de esterilidad, insatisfacción marital, ansiedad por separación en algún progenitor, padre y/o madre muy ansiosos.
– Experiencias traumáticas de separación (hospitalización, muerte de uno de los padres, divorcio o separación de estos) en las que se dieran una o más condiciones de las que potencian la ansiedad: edad temprana, relación insegura con los padres o cuidadores, poca o ninguna experiencia previa de separación, situaciones de separación duraderas e incontrolables, cambios bruscos en el funcionamiento cotidiano, etc.
– Las figuras de apego refuerzan positivamente, de un modo abierto o sutil, las conductas de dependencia y búsqueda de contacto del niño. El no querer separarse de los padres puede ser reforzado negativamente en niños miedosos, si de ese modo evitan los estímulos temidos o reducen el miedo que estos suscitan.
Que los padres, y especialmente las madres, sufran o hayan sufrido algún trastorno de ansiedad (especialmente trastorno de pánico o TAS) o depresivo constituye un factor de riesgo para los hijos. La presencia actual o pasada de trastorno de pánico en la madre triplica el riesgo de sufrir TAS y si además hay depresión, el riesgo se multiplica por diez. Según el DSM IV, el TAS parece ser más frecuente en familiares biológicos de primer grado que en la población general y puede ser más común en niños de madres con trastorno de pánico (American Psychiatric Association, 1994/1995). Todos estos datos no indican necesariamente un factor hereditario, pero es probable que exista en ciertos niños una vulnerabilidad biológica a la excesiva ansiedad por separación.
– Los distintos factores pueden confluir. Un niño con vulnerabilidad biológica y sobreprotegido por sus padres puede desarrollar fuertes conductas de dependencia que son reforzadas por los padres; además, dicho niño tendrá pocas experiencias de separación y si esta ocurre forzadamente, será probablemente traumática. Todo esto aumenta la probabilidad de presentar un TAS.

FACTORES ASOCIADOS AL MANTENIMIENTO

– Ansiedad anticipatoria y durante la separación de tipo somático y cognitivo (malestar físico, expectativas de que algo malo va a ocurrir o de que no se va volver a ver a los seres queridos). Esto favorece la conducta de apego.
– Reforzamiento positivo de las conductas de apego mediante atención, consuelo.
– Reforzamiento negativo: Prevención de la ansiedad y de posibles estímulos temidos en el ambiente por medio de las conductas de apego.
Consecuencias negativas del trastorno: no querer ir a la escuela (con los consiguientes problemas de retraso escolar e incluso de dificultades interpersonales con los compañeros), resentimiento de los padres y conflictos familiares por el requerimiento constante de atención por parte del niño, estado de ánimo deprimido. Estas consecuencias pueden conducir a la búsqueda de tratamiento para eliminar o reducir el problema.

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