Transición sexual

La adolescencia es una etapa difícil porque es cuando buscamos nuestra identidad; es decir descubrir quiénes somos. Valoramos y evaluamos nuestra educación pasada y la presente, nos cuestionamos sobre las reglas familiares, sociales, culturales y económicas. Buscamos individualidad e independencia, aceptación por los demás en especial por las personas de nuestra misma edad.
La transición hacia la sexualidad adulta, no solo lleva consigo cambios fisiológicos que se producen en la pubertad de cada uno, sino también el desarrollo de nuevos intereses y actitudes y la obtención de nuevas pautas de conducta que vamos aprendiendo con el paso del tiempo. La principal importancia de la transición sexual hacia la adultez es la Identificación sexual: proceso de aceptación del sexo como parte de la identidad personal. Involucra asumir roles, actitudes, motivaciones y conductas propias del género. Para este proceso resulta muy importante que la identidad asumida sea confirmada por otras personas.
No es fácil para el adolescente alcanzar la sexualidad adulta, ya que tiene que pasar por tareas primordiales y aprender a dominarlas. Tiene que adquirir conocimientos sobre el sexo y de los roles sexuales para comportarse de una manera aceptable por los que nos rodean, aprender los valores impuestos por la sociedad como guía para seleccionar a la persona del sexo opuesto que nos va a acompañar durante toda la vida, y sobre todo, aprender a dar y recibir amor. En nuestra sociedad, el tema de la sexualidad es un tema “tabu”, muchos padres están en contra de la educación sexual y no quieren que sus hijos estén en contacto con estos temas, pero esto es algo negativo, ya que nos impide a nosotros los jóvenes conocernos a nosotros mismos y muchas veces tener conceptos errados sobre el sexo o también despertar sentimientos de culpa por tener interés o curiosidad en estos temas. Esta falta de conocimiento sobre la sexualidad de los adolescentes puede ocasionar muchos problemas, como embarazos por accidente, contagio de enfermedades venéreas, homosexualidad, o bisexualidad (aunque hoy en día no se ve tanto como un problema, sino como algo normal), conducta sexual anormal, etc.
Este trabajo es de mucho interés para nosotras, ya que investigando sobre el tema, podemos conocernos a nosotras mismas, ver la importancia de la transición sexual en la adolescencia y sobre todo la influencia de nuestra cultura, la sociedad, la familia, la educación, los valores y muchos otros factores mas en el desarrollo sexual.

Objetivos generales:
• Conocernos a nosotros mismos, teniendo en cuenta, que la sexualidad es una parte importante en nuestra vida.
• Analizar la influencia y la importancia del ambiente en que vivimos en el desarrollo sexual en la adolescencia.
• Reconocer que la sexualidad es normal y necesaria en la vida del individuo.
• Explicar el desarrollo de la sexualidad en la adolescencia.
• Interesarnos por asumir actitudes y valores personales frente a ciertos temas sexuales.

Objetivos específicos:
• Analizar el concepto de sexualidad.
• Analizar la importancia del conocimiento de la sexualidad.
• Entender el significado de la sexualidad adulta.
• Diferenciar la conducta sexual normal de la anormal.
• Reconocer la importancia del amor en la sexualidad.
• Reconocer la importancia de la familia, los factores fisiológicos, sociales, culturales, y los medios masivos, en la transición hacia la sexualidad adulta en la adolescencia.

2. Cambios característicos en la adolescencia
Explicaremos brevemente en que consisten los cambios característicos de la adolescencia.
Los cambios biofisiologicos implican la capacidad biológica para la reproducción, que dan lugar a la producción cíclica de óvulos en la mujer y la formación permanente de espermatozoides en el varón. También implican la capacidad completa de respuesta sexual, es decir, una serie de reacciones conductuales ante un estimulo sexual que se manifiesta según las fases del deseo, excitación, orgasmo, etc.
Entre los cambios psicosexuales que se producen están, la construcción del nuevo esquema corporal y la orientación del deseo.
Los cambios físicos, referidos a los denominados caracteres sexuales secundarios, dan lugar a una imagen de si mismos diferente.
La orientación del deseo sexual supone la elección de objetos por los que una persona se sienta atraída: heterosexualidad, ambisexualidad, homosexualidad. Ciertos sectores de la población sostienen como deseable la primera de las orientaciones; sin embargo, no es lo común en todas las culturas ni en todos los grupos humanos dentro de una misma sociedad.
Afectivamente, las primeras relaciones de pareja y enamoramiento constituyen un aspecto clave en este período. La autoestima, como consecuencia de la aceptación de los cambios físicos y de cómo nos perciben los demás, es fundamental.

¿Que es la sexualidad adulta?
La sexualidad humana es el resultado de la interacción cognitiva entre el individuo y el medio ambiente. Todas las personas nacemos capacitadas para manifestar una amplia variedad de comportamientos sexuales, de los que la cultura selecciona aquellos que considera normales, tratando de imponerlos a través de la educación, la moral, la religión y las leyes vigentes. Existen aspectos de la sexualidad considerados positivos por determinadas culturas, pero que son condenados por otras. Por lo tanto, la biología impone limites al ser humano (por ejemplo, los hombres no pueden gestar) Pero también la sociedad impone limites a lo que biológicamente es posible (por ejemplo, prohíbe el matrimonio entre personas de un mismo sexo). La consecuencia de las relaciones entre las capacidades humanas y la regulación social del comportamiento sexual da origen a un doble comportamiento: lo que públicamente reconocemos y lo que realmente, en privado, hacemos sexualmente. El adulto maduro sexualmente, reconoce la sexualidad como un aspecto esencial de la persona. La valoriza dentro de la dinámica del amor (y no, al revés), se relaciona con personas de otro sexo, superando la indiferencia y la cosificación, para llegar al descubrimiento de la otra persona. La madurez sexual significa capacidad para disfrutar plenamente de la sexualidad, lo cual implica, fundamentalmente, comunicación, afecto y placer. La sexualidad adulta, significa heterosexualidad; en la cual el interés y el afecto sexual se dirigen a individuos del sexo opuesto. Al principio de la adolescencia los impulsos sexuales son difusos, la manera de expresar estos impulsos y sentimientos depende del aprendizaje y de la influencia de la sociedad. Cuando estos sentimientos o impulsos sexuales difusos se dirigen a individuos del sexo opuesto y llevan pautas de conducta que se asocian con estas manifestaciones, se puede considerar que el adolescente es una persona heterosexual o que ha llegado a la sexualidad adulta.
Las condiciones que contribuyen a la heterosexualidad son los factores sociales, que determinan la manera de expresarse de la heterosexualidad, los medios masivos, que hacen que el adolescente se identifique con los roles de hombre y de mujer, como en las películas, la literatura, música, etc, la edad y la rapidez de maduración sexual influyen mucho también en el inicio y la intensidad de los intereses sexuales. Los que maduran antes, además de tener un interés temprano por los individuos del sexo opuesto, pueden establecer una relación intensa que los lleve hasta el matrimonio antes de cumplir los 20 años y la mayoría de estas relaciones terminan separándose por falta de madurez. Las oportunidades de aprendizaje que tenga el adolescente, y la motivación del adolescente en su maduración, también son factores importantes que contribuyen a la heterosexualidad.

El reencuentro de dos sexos
Los niños y las niñas viven juntos, sin darse cuenta de su diferencia durante casi todo el periodo de la escuela primaria, y hay mas que todo indiferencia. Esta se transforma después en una separación y casi hostilidad en la preadolescencia, y finalmente dejar el paso al interés, la atracción y terminar con el reencuentro amoroso.
Una de las causas en la separación de chicos y chicas preadolescentes, es el hecho de que las chicas anticipamos nuestro desarrollo puberal y dejamos atrás a los chicos, que se manifiestan más inmaduros. Pero en la adolescencia esta situación cambia. Y por el contrario hay un fuerte interés por el sexo opuesto.
Mas o menos a los 15 o 16 años, se empieza a salir en pareja y a establecer lazos sentimentales que preanuncian un serio enamoramiento. Pero por lo general estas amistades heterosexuales de adolescentes no son duraderas, ni mucho menos definitivas.
El adolescente por lo general busca a una chica bonita, que sepa escuchar, inteligente, de buen humor, accesible y femenina. Y las chicas buscamos a chicos que sean viriles, que tengan personalidad, sociables, de buena presencia y conversadores.
Para una fácil relación heterosexual influyen mucho las costumbres de la sociedad en que se vive. Y además depende mucho de los padres, de su manera de pensar y comprender a los jóvenes.
Lo que conocemos sobre el sexo
Una de las primeras consecuencias de las transformaciones orgánicas que suceden en el adolescente, es la curiosidad por todas las cosas relacionadas con el sexo. Los preadolescentes buscar informaciones mas que todo fuera de la familia, en revistas, libros, diccionarios y sobre todo en las conversaciones con los compañeros, esta curiosidad siempre va a estar presente hasta la juventud, siempre se vuelven a plantear las mismas preguntas como si todavía no las supieran, es un tema interesante e intrigante entre amigos, y parece que nunca se estuviera satisfecho con lo que se sabe. Hay una necesidad de satisfacer la inquietud y la curiosidad, estimulado por el ambiente erotizado, pero sobre todo por las necesidades internas y por la atracción que se siente por el sexo opuesto. Adquirir conocimiento sobre el sexo y los roles sexuales aprobados por la sociedad es la primera tarea evolutiva importante en la transición a la sexualidad. Es muy importante que el adolescente conozca todo lo relacionado con el sexo y los roles, porque esto es necesario para que el adolescente se pueda adaptar a su ambiente y a los individuos que lo rodean, para que comprenda las responsabilidades y deberes que va a tener y también para poder desempeñar esa función sexual aprobada por la sociedad.
Los principales temas de interés en esta fase del adolescente son los cambios fisiológicos, la conducta sexual, la reproducción, el significado del amor y como expresarlo, el significado del matrimonio y la paternidad y los roles sexuales.
Por lo general, el adolescente siente vergüenza y miedo de preguntar a sus padres o personas adultas los interrogantes que tiene sobre el sexo, le es mas fácil hablar de esos temas con sus amigos, ya que muchos se encuentran en la misma situación de intriga o tienen información obtenida ya sea por la propia experiencia o por revistas, películas, relatos de conocidos, etc. También es normal que cuando no pueden conseguir algún tipo de información sobre el sexo, tratan de satisfacer su curiosidad por medio de la experimentación, como la masturbación, juegos sexuales, besos, caricias y muchos otros tipos de experimentación con la pareja del sexo opuesto o individualmente. Esto puede ocasionar en el adolescente sentimientos de culpa y creer que es una persona sucia e inmoral por realizar esos actos e interesarse por estos temas. Es mejor buscar información en la familia o profesores, aunque nos dé vergüenza, porque muchas veces la información de los amigos o publicaciones en revistas son poco serias y convierten la sexualidad en algo sucio o inmoral.
Hay que tener en cuenta el ambiente o cultura donde se desarrolla cada adolescente; en la época de nuestras abuelas o hasta nuestras madres, muchas llegaban a la etapa de la menarquia sin saber que era y porque, era un tema muy delicado y muchas se asustaban, hoy en día es raro un caso así, ya que el tema de la sexualidad se habla con mas libertad porque se ha entendido que es algo normal y necesario para el individuo. Las escuelas de hoy en día, asumen cada vez mas responsabilidad por la educación sexual, hay instrucción especializada y se le da mas importancia a este tema.

3. Actitudes hacia el sexo
La primera tarea evolutiva en la transición a la sexualidad es el conocimiento de lo que es y significa el sexo en la vida del hombre y el conocimiento de los roles sexuales, la segunda tarea evolutiva es el desarrollo de las actitudes favorables, es decir, lo que el adolescente piensa sobre el sexo, sobre el sexo opuesto y roles aprobados por la sociedad que se espera que desempeñe cada sexo dentro de la cultura. Las actitudes favorables son las que llevan a la heterosexualidad y las desfavorables llevaran a malos ajustes. Una vez que se aprende una actitud, sea positiva y negativa, es probable que el adolescente la conserve durante toda su vida. Por eso es muy importante el ambiente en que se desarrolle la persona, y las experiencias vividas tanto en la infancia como en la pubertad y adolescencia.
En los cambios de actitudes influyen tanto los cambios físicos, (la maduración de los órganos reproductores), como las presiones y expectativas sociales.
La identidad del genero supone la integración de variables comportamentales, apoyadas en el desarrollo sexual y los procesos biofisiologicos y psicológicos: Maduración fisiológica para la reproducción, ciclo de respuesta sexual, orientación del deseo (heterosexualidad, ambisexualidad y homosexualidad) y reestructuración de la identidad sexual (esquema corporal, imagen y auto concepto). La identidad del genero, supone asumir unos valores sociales considerados como masculinos y femeninos.
Durante la adolescencia, mejora muchísimo la opinión que los hombres tienen sobre sí mismos y del rol masculino. Y el pensamiento de las mujeres sobre si mismas, las actitudes hacia su propio sexo y la función que deben cumplir no es tan favorable y las actitudes hacia el otro sexo mejoran. Las mujeres en la adolescencia estamos mas interesadas en lo que los hombres piensan de nosotras, nos interesa llamar la atención sobre ellos, y estar bonitas no solamente para sentirnos bien con nosotras mismas sino también para que los hombres nos admiren. Los hombres adolescentes, por el contrario, creen que ellos son lo mejor de este mundo y que merecen cuidados y atención de las mujeres.
Es muy importante que las actitudes infantiles cambien, es mas, el retraso en el cambio de las actitudes sexuales conduce a muchos problemas sociales. Puede ocasionar problemas en la personalidad de los adolescentes y sus adaptaciones a la vida. Un problema muy importante en nuestra sociedad es el machismo, y esto se debe a que el hombre sigue con ese sentimiento infantil de superioridad y rechazo al sexo femenino.
Hay muchas condiciones que afectan las actitudes hacia el sexo y algunas de estas son:
• La clase de información sexual. Que depende del ambiente en que este el adolescente. La información que viene de observaciones o lecturas obscenas o la pornografía, estimula las actitudes negativas. Los adolescentes que reciben información seria y objetiva de sus padres o en el colegio, tienen actitudes favorables hacia el sexo.
• Las actitudes de personas importantes. Las actitudes dependen mucho del ejemplo que nos dan nuestros padres y familiares desde la infancia. Aunque tengamos experiencias nuevas durante la preadolescencia, o contactos sociales nuevos, las actitudes que nos transmitieron nuestros padres durante la infancia siempre van a dominar frente a las nuevas.
• Primeras experiencias: así como el ejemplo de las actitudes de nuestros padres durante la infancia, las experiencias vividas durante esa etapa de nuestra vida también nos van a marcar y nos van a dirigir la conducta y pensamientos sobre el propio sexo o el sexo opuesto. Esto también depende del ambiente en que nos desarrollamos y las creencias de nuestros padres. Por ejemplo, un padre machista le transmitirá a su hijo o hija ya sea por medio de palabras o actos su actitud machista.

La conducta heterosexual aprobada
Aprender a comportarse en las relaciones con el sexo opuesto del modo aprobado por nuestra sociedad constituye la tercera tarea evolutiva para llegar a la sexualidad adulta. Esta tarea comprende varias etapas desde la niñez hasta alcanzar la conducta heterosexual adulta aprobada, que es mas o menos a los 16, 17 años en forma general.
Hay dos dificultades importantes en el paso por estas fases, la primera es que los adolescentes pueden permanecer demasiado tiempo en una de ellas antes de pasar a la siguiente. Y esto hace que se retrase el desarrollo emocional del adolescente. Y segundo, puede ser que pase por fases con demasiada rapidez, por ejemplo los niños actores que no tienen oportunidad de vivir su infancia de la forma favorable, si no que pasan con rapidez esa etapa, privándose de experiencias necesarias para su desarrollo normal que le servirán en el futuro.
Todas las fases contribuyen al logro de la sexualidad adulta y estas son:
Enamoramiento: El enamoramiento es un fuerte apego afectivo por un individuo mayor con el cual el adolescente tiene contactos personales. Puede ser un familiar o una persona ajena a la familia. El enamoramiento puede ayudarnos a pasar por dos tareas evolutivas muy importantes, la primera es obtener la independencia y la segunda es formar nuestra propia identidad, lo que queremos ser.
Culto del héroe: Es el apego que se siente por una persona admirada a la distancia. Esto puede estimularnos a interesarnos por nuestro propio éxito y a adquirir las cualidades de la persona admirada. Pero este héroe no siempre es positivo, puede ser negativo, y en este caso, el adolescente puede obtener una actitud hipercrítica y reformista y el romance puede terminar.
Amor de cachorros: este tipo de relación se caracteriza por las bromas y conducta desordenada, el adolescente manifiesta su afecto por alguien que se le aproxima a la edad. El adolescente aprende a evaluar al sexo opuesto y establece su gusto o rechazo por determinados rasgos y se hace más selectivo. Aprende habilidades sociales y cual es la conducta socialmente aceptable. Estas experiencias nos sirven para tener confianza y seguridad en nosotros mismos.
Salidas: Las citas con adolescentes de nuestro sexo opuesto nos dan experiencias sociales. La vida social de la adolescencia esta organizada alrededor de grupos de parejas. Por esto, los jóvenes que no salen en parejas no aprenden la manera de comportarse en situaciones sociales en las que intervienen miembros del sexo opuesto.
Noviazgo: por lo general cuando un muchacho sale durante un periodo con muchas chicas, este selecciona una, que le gusta en particular. Y se espera que ambos sean fieles a la relación. El noviazgo puede ser positivo o negativo. Lo más importante es que le da seguridad a los adolescentes, pero puede aislarlos de sus amigos y no tener mucho contacto social.
Formalización y compromiso matrimonial: hay tres factores que hacen que el compromiso tienda mas a la infelicidad que a prepararlos para un matrimonio afortunado. Estos son el romanticismo, que muchas veces ciega a los adolescente y no se ve la realidad del paso tan grande que se da al casarse con alguien. Todo es ilusión, pero nada real. Y este romanticismo en la adolescencia llega a su punto máximo. El segundo factor es el intento de comportarse de una manera apropiada frente al sexo opuesto, sin actuar como en realidad se es. Se pretende ser “la esposa perfecta” o y “el esposo perfecto”, sin embargo, esta actitud dura poco tiempo, mientras pasa el romanticismo. Y luego, la pareja se desilusiona de las actitudes o de la verdadera forma de ser de su esposa o esposo, y más que todo los matrimonios juveniles, terminan en fracaso. El tercer factor seria la actividad sexual de la pareja. La mayoría de los compromisos entre parejas de adolescentes, se dan por embarazo precoz. Esto hace que la chica se sienta culpable y el chico con resentimientos. La mayoría no afronta el problema como una responsabilidad mutua, sino que los hombres creen que la mujer tiene toda la culpa y que es la responsable de esto. Por lo general, los matrimonios por estas causas, terminan después de poco tiempo.
Matrimonio precoz: Los compromisos de corta duración y las uniones tempranas son responsables del aumento en la proporción de divorcios y de otros fracasos conyugales como abandono, separaciones, niños con problemas de conducta, delincuencia juvenil y peleas familiares. Debemos ser muy responsables y maduros en el momento de dar un paso tan importante como el matrimonio, la mayoría de las parejas se dejan llevar por sus fantasías y no por la realidad. Y estos fracasos conyugales, no solo afectan a los esposos sino a los hijos (sí los hay) y a las familias de cada uno.

Un largo camino hacia el amor
En la niñez, el individuo solo se ve a si mismo, quiere ser objeto de cariño y que los demás hagan cosas que lo hacen feliz, es muy egocentrista, se siente el centro de todo el mundo y es necesario hacérselo sentir. En los primeros años de la infancia muestra de vez en cuando afecto hacia los adultos o compañeros mediante el abrazo o el beso, pero no es muy frecuente que lo demuestre con actos que hagan feliz a los otros. Cuando se alcanza la edad escolar considera que todas las muestras de afecto son infantiles, a veces puede demostrar a los demás afecto con una palmada en la espalda o diciendo que son “buena gente” pero no va mas allá de eso. En la transición hacia la heterosexualidad, el adolescente debe dejar atrás esa conducta infantil, ese egocentrismo que lo caracteriza y debe mostrar afecto y recibirlo y exteriorizar el aprecio que le demuestran las demás personas. Estos cambios no son fáciles, y requieren tiempo y es más difícil para los hombres que para las mujeres, porque se le ha enseñado que los hombres “no son sensibles”, que no pueden ser “delicados” y mostrar sus emociones. El adolescente debe dominar dos cosas importantes: primero, debe aprender el método socialmente aprobado de expresar el amor, segundo, debe aprender hasta que grado es aceptable la expresión de los afectos por la sociedad.
Para el adolescente, es un verdadero desafió y una prueba de valor, madurar un verdadero amor. Hay tres elementos fundamentales del amor integral y son los sexuales, eróticos y personales. Estos no ocurren contemporáneamente, sino que van apareciendo durante la transición hacia la sexualidad adulta. El orden sucesivo es de esta manera:
1. La maduración sexual que se realiza en la pubertad.
2. El enamoramiento por el cual una persona adquiere un sentido especial de atracción y llega a ocupar todo el campo de interés y de preocupación.
3. El amor personal, único y definitivo.
El enamoramiento tiene además tres subfases:
1. La atracción genérica hacia cualquier representante del sexo opuesto.
2. El interés por un tipo especial de hombre o mujer, quedando desplazados los tipos que no corresponden a los gustos o sensibilidad propia.
3. El enamoramiento por una persona que se considera el ideal insustituible para toda la vida.
Con esta tercera fase estamos en el umbral de un verdadero matrimonio o compromiso definitivo con una sola persona.
Cuando después de haber tenido muchos sentimientos que van y vienen, se llega al amor personal y definitivo, un amor por el cual se ama al otro por “lo que es” y no solo por “lo que tiene”, por su persona y no por sus cualidades, etc. el amor alcanza su madurez y los novios pueden pensar seriamente en un compromiso definitivo. Pero sobre todo sin dejarnos llevar por el romanticismo y por las apariencias. Cuando demostramos a nuestra pareja como realmente somos, cuales son nuestros defectos, equivocaciones, es decir aspectos negativos y positivos y nos damos cuenta que esa persona es la persona ideal para formar una familia duradera, en ese momento, estamos preparados para tomar una decisión importante, para tener una familia con la persona que nos va a acompañar durante el resto de la vida.

Al burdel para que se haga hombre»
En general, las chicas inician su vida sexual con sus pares. El primer enamorado, un amigo especial. Algunas prefieren hacerlo con personas mayores porque suponen que, por ser ya experimentadas, podrán tratarlas mejor en una experiencia iniciativa llena de interrogantes, miedos, expectativas y fantasmas. Su iniciación pertenece al mundo de sus secretos apenas contados a la amiga más íntima, a aquélla que, pese a todo, sabrá guardar el secreto. Las nuevas posiciones y actitudes sobre la sexualidad hacen que las chicas ya no se sientan ligadas para siempre con el chico de la primera vez. Esta es otra de las razones que les mueven a rechazar, por lo menos en el discurso, la prueba de amor. Los muchachos suelen acudir a todo un complejo proceso de entrenamiento que va desde las conversaciones e informaciones recibidas de amigos de mayor edad, la contemplación privada y colectiva de revistas pornográficas, las películas o videos pornográficos hasta la realización de la primera relación sexual.
A diferencia de las mujeres, no todos los adolescentes se inician con su amiga o enamorada. Para no pocos puede ser demasiado angustiante la experiencia de la propia desnudez y la de la mujer en un encuentro deseado incluso con ansiedad. La pregunta sobre qué es en verdad una mujer, qué desea, qué es el goce de ella puede llegar a causarle suficiente temor y angustia como para prepararse de mejor manera. Muchos encuentran la solución en el burdel. Acuden a la mujer que, desde su imaginario, no pregunta nada, que está lista a enseñar, a dar todo de sí misma y que, sobre todo, no cuestionará las inseguridades, las dudas. Sobre todo, no se inmutará y, por el contrario, estará dispuesta a brindar la ayuda necesaria para que la primera vez sea lo más exitosa posible.
Pero esto no es todo, en torno a la masculinidad rondan muchos fantasmas entre los que el temor a la homosexualidad ocupa el lugar de privilegio. Más que de temores de los adolescentes, se trata de la angustia de los papás que, en una sociedad eminentemente enemiga de la homosexualidad, la sola idea de que un hijo pudiese serlo, aterra. En consecuencia, cuanto más tempranamente los chicos den cuenta de su sexualidad, tengan una muchacha y hagan el amor, más tranquilidad tendrán la mamá y al papá.

La famosa prueba de amor:
Al principio de un noviazgo y después de algún tiempo, el hombre se siente impaciente por tener relaciones sexuales con su pareja, y se atreve a pedir la prueba de amor. La estrategia es casi siempre la misma: “si me quiere de verdad, si nos queremos los dos, ¿qué nos impide demostrarnos este amor? ¿no es lo mas natural y normal, ya que somos espíritu y cuerpo?
La mujer, que esta enamorada, no siempre sabe resistirse a esta propuesta. Puede pensar que si no le da la satisfacción que tanto quiere el novio, este podría pensar que es una egoísta, frígida e incapaz de amar. Pero, sobre todo, teme que el novio se enoje, que se canse de buscar inútilmente lo que quiere, y que la abandone para irse con otra, quizás mas liberal.
La mayoría de las veces, esta prueba de amor se convierte en una prueba de inmadurez, de egoísmo y de engaño.
El hombre, piensa principalmente en satisfacer sus deseos sexuales, no se preocupa por las responsabilidades, y la mujer, incapaz de esperar un amor maduro y personal y por miedo a perder su enamorado, le concede la supuesta prueba de amor.
Casi siempre, el machismo de nuestra sociedad, hace que a la mujer ni siquiera se le ocurra pedir por su parte una verdadera prueba de amor.

La verdadera prueba de amor:
La prueba del amor entre un hombre y una mujer, debe coincidir perfectamente. Si amar es querer el bien del otro, superando el egoísmo por el cual se utiliza al otro por intereses y fines propios, habría que preguntarse: ¿qué le hace bien al hombre?
Para el hombre, la espera y la renuncia de una precoz relación sexual es condición de madurez y signo de virilidad. El matrimonio, se supone, es un compromiso con una sola persona y para toda la vida. Esta demostrado que una espera difícil y dura, condiciona una verdadera madurez en el amor.
¿Qué le hace bien a la mujer? Aprender a amar de verdad. No es amor utilizar a un hombre para salir de la soledad o para ser madre.
La prueba de amor coincide en lo mismo: esperar y madurar para que el amor se desarrolle y se integre con todos los elementos esenciales.
Asegurada la maduración sexual, el sentimiento de amor, o enamoramiento tiene que definirse, estabilizarse y asegurarse de que no sea provisorio o superficial.
La adolescencia, la edad del enamoramiento por excelencia, puede ser también la edad del descubrimiento del amor. El enamoramiento puede resolverse de dos maneras: de nos ser correspondido, conducirá directamente a la frustración, pero si el enamorado, es objeto del mismo sentimiento, puede haber un enamoramiento que implique el establecimiento de una relación mas o menos duradera:

4. Riesgos de los adolescentes en el terreno sexual
Hay efectos no deseados de la sexualidad, que muchos adolescentes deben afrontar, y no solo los adolescentes, sino las familias y la sociedad en que vivimos. Hay riesgos de embarazo no deseado, relaciones homosexuales, enfermedades de transmisión sexual, etc. Todo esto se puede prevenir a través de una educación sexual sin hipocresía, por ejemplo, una madre no va a prevenir que su hija se embarace prohibiéndole tener relaciones sexuales, sino enseñándole la utilización de los métodos anticonceptivos y las responsabilidades que deberá tener, si llega a quedar embarazada.

La homosexualidad:
La homosexualidad es vivida como otro efecto no deseado de la sexualidad. La homosexualidad es la atracción sexual persistente y emocional hacia alguien del mismo sexo. Es una parte de la gama de expresión sexual. Durante la niñez y la adolescencia, por primera vez muchos individuos homosexuales se percatan de su homosexualidad y pasan por la experiencia de tener pensamientos y sentimientos homosexuales. A muchos adolescentes el pensar o experimentar con personas del mismo sexo puede causarles preocupación y ansiedad con respecto a su orientación sexual. A otros, aun los pensamientos o fantasías pueden causarle ansiedad. Cambios recientes en la actitud de la sociedad hacia la homosexualidad han ayudado a algunos adolescentes homosexuales a sentirse más cómodos con su orientación sexual. En otros aspectos de su desarrollo estos jóvenes son similares a los jóvenes heterosexuales. Experimentan los mismos tipos de estrés, luchas y tareas durante la adolescencia. Los padres necesitan entender claramente que la orientación sexual no es un desorden mental. Hoy por hoy no se entienden claramente las causas de la homosexualidad (según el psicoanálisis es por identificación con la madre o el padre de manera inconsciente). Sin embargo, la orientación sexual no es un asunto de decisión propia. En otras palabras, los individuos no escogen ser homosexuales o ser heterosexuales. No importa cuál sea su orientación sexual, todos los adolescentes tienen la alternativa de escoger la expresión de su comportamiento sexual y su estilo de vida. Los adolescentes homosexuales tienen muchas preocupaciones como: sentirse diferentes, sentirse culpables por su orientación sexual, preocuparse acerca de cómo puedan responder su familia y seres queridos, ser objeto de burla y de ridículo, preocuparse acerca del SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual, la discriminación cuando tratan de entrar a clubes, participar en deportes, y entrar a distintas instituciones, ser rechazados y acosados por otros. En la adolescencia, se puede vivir ya de forma plenamente consciente la orientación del deseo sexual. La homosexualidad forma parte del hecho de ser humanos, por lo tanto, no hay que buscar causas extrañas que la justifiquen ni en la educación ni en el medio ambiente. La única posibilidad realista frente a ella es aceptarla y favorecer una integración individual y social positiva, sin despertar sentimientos de culpa y sin reforzar las ideas erróneas que la condenan.
Una o más experiencias con personas del mismo sexo durante la adolescencia no conducen necesariamente a la homosexualidad definitiva, aunque puede haber casos en que la seducción iniciativa de un adolescente por parte de un homosexual tenga efectos duraderos y marque su posterior identidad sexual.

Las madres adolescentes:
En el embarazo adolescente, influyen tanto factores sociales y culturales como biomédicas y psicológicas.
La primera causa que se asocia al embarazo en la adolescencia es la desinformación de los adolescentes sobre los temas sexuales, sobre todo del conocimiento erróneo sobre la posibilidad del embarazo. Otras causas son el adelanto de reproducción en la población y la escasa utilización de los métodos anticonceptivos.
Los errores conceptuales sobre la menstruación y su relación con el embarazo son alarmantes. Las siguientes preguntas frecuentes de los adolescentes, comprueban lo dicho: ¿Cuándo se tiene la menstruación, se puede hacer el amor sin peligro? Si se hace el amor una semana antes de la menstruación, puede quedarse embarazada?, ¿Y una semana después? ¿Y con la menstruación?. Todos los científicos señalan, como uno de los aspectos más importantes, la falta de comunicación entre los adultos y los adolescentes. Para tener una relación sexual, se tiene que pensar primero en las posibilidades económicas, tener una estabilidad emocional y personal para educar a los hijos y especialmente, estar en condiciones de planificar y desear el embarazo.
Con respecto a la postura que los adolescentes creen que adoptaría su familia ante un embarazo, hay que resaltar que las expectativas negativas se refieren a las mujeres, resaltando en general que lo considerarían simplemente negativo o bastante negativo.
Según estudios estadísticos, en los casos de embarazo adolescente la actitud mas general (48,3%) es la de comunicar enseguida a los padres, y el 26,6% considera que poner este hecho en consideración de los padres depende de las circunstancias en que se encuentren, por ejemplo si quieren abortar.
Decisiones sobre el sexo y el embarazo. Estas son las consecuencias que se derivan de las decisiones relativas al comportamiento sexual. Hacer que los adolescentes tomen conciencia de las opciones que tienen y de las repercusiones de sus actos les puede ayudar a asumir la responsabilidad en el futuro.

Enfermedades de transmisión sexual:
Las enfermedades de transmisión sexual, se evitan, no prohibiendo las reacciones sexuales, sino con una educación sexual que proporcione información sobre las formas de contagio y el uso adecuado de preservativos y medidas de higiene sexual. En la adolescencia se ama el riesgo, y aunque nos pongamos en contra de las relaciones peligrosas, no impediremos su practica. Las enfermedades mas comunes de transmisión sexual son el SIDA, la gonorrea, sífilis, herpes genital, tricomoniasis, etc.
Hoy en día los adolescentes de ambos sexos confrontan un riesgo serio de infección por VIH, que a su vez causa el SIDA, lo que lleva a la muerte.
La infección del VIH está aumentando en adolescentes heterosexuales. Cuando los adolescentes toman ciertos riesgos, es más probable que contraigan la infección.
El riesgo de contraer el SIDA aumenta con: un número creciente de compañeros sexuales, el uso de drogas intravenosas y los tatuajes, la copulación anal, cualquier tipo de relaciones sexuales (oral, anal o vaginal) sin el uso de condones, y el uso de bebidas alcohólicas o de drogas (el sexo es más impulsivo y hay menos posibilidad de que se use un condón si la persona está bajo la influencia del alcohol o de otras drogas). La infección del VIH se puede prevenir. El conocimiento de los peligros del VIH puede ayudar a su prevención. Los padres deben de instruir a sus hijos y cooperar con las escuelas, iglesias, grupos juveniles y profesionales de la salud para asegurarse que tanto niños como adolescentes reciban instrucción sobre sexo y cursos sobre la prevención del abuso de drogas, que incluyan información acerca del VIH.

5. Conducta sexual anormal
La desviación sexual es una conducta sexual asociada con actividades que ponen en peligro a otras personas, o que son consideradas anormales, aún sin peligrosidad, por cuanto no responden a la forma normativa social de expresión sexual. El juicio de la conducta sexual anormal es totalmente relativo a la sociedad donde se viva. No significan necesariamente enfermedad mental, pero sí, en definitiva, diferencia social. Es muy importante el ambiente donde vive el adolescente, ya que si esta en ambientes desfavorables, podrá adquirir una conducta sexual anormal.
Una de las principales características psicológicas de estas desviaciones es que la persona no puede funcionar apropiadamente en relaciones sexuales normales y comienza a sustituir su fuente de placer por una persona, objeto o cosa que no puede criticarle o hacerle sentir inseguro en su identidad sexual o en su ejecución sexual. Otra característica psicológica es que la persona usa esta actividad sexual como una forma de agredir a otras buscando el control que perdería de envolverse en una relación con una persona igual. Su necesidad más que sexual es en realidad psicológica: necesidad de control, necesidad de expresar su frustración o coraje, necesidad de olvidar sentimientos de inadecuacidad social, entre otros.
Voyerismo: satisfacción sexual mirando a otras personas, envolverse en actos sexuales.
Pedofilia: satisfacción sexual con menores de edad.
Bestialismo o Zoofilia: satisfacción sexual con animales.
Violación: satisfacción sexual mediante coerción, engaño, fuerza bruta física y psicológica y sin consentimiento de la pareja.
Necrofilia: satisfacción sexual con muertos o con personas que simulen estados cadavéricos de no-reacción.
Exhibicionismo: satisfacción sexual con mostrar genitales o posturas de connotación sexual de forma que se pueda tomar de sorpresa a otras personas. Legalmente es llamado exposición deshonesta.
Sadismo: satisfacción sexual de poder producir dolor físico, emocional, o ambos en otra persona.
Masoquismo: satisfacción sexual excitatoria de experimentar dolor o sufrimiento físico o mental.
Transvestismo: satisfacción sexual de vestir, robar, comprar, o tocar piezas de ropa del sexo contrario
Fetichismo: satisfacción sexual con objetos que sustituyen a una persona real como ropa, muñecos, partes del cuerpo de otra persona como pueden ser los pies.
Prostitución: La prostitución es, en nuestros países, una opción frecuente para mujeres de sectores sociales marginales. La miseria, la violencia y el abuso son las puertas de ingreso a ella de numerosas niñas y adolescentes.
La prostitución masculina es menos tolerada y numerosa, aunque ha aumentado durante los últimos años.
La pornografía: Prostitución y pornografía no son lo mismo aunque, en general, se hallan íntimamente ligadas en cuanto quienes se dedican a la pornografía suelen ejercer la prostitución. De hecho, entre una y otra existe una relación etimológica porque pornografía proviene del griego porne que significa prostituta, y grafo, describir. Lo que caracteriza lo pornográfico es el carácter obsceno de ciertos escritos, obras, representaciones y relaciones que presentan la sexualidad con toda crudeza, buscando la excitación del lector o espectador.
En la pornografía existe una intencionalidad clara de demostrar de manera excesivamente cruda y explícita la sexualidad, sacándola de su intimidad y privacidad para transformarla en vergonzosa. Se deteriora lo erótico y sensual del cuerpo al convertirlos en elementos de indecencia y violencia en tanto rompen con ciertos principios culturales que gobiernan la sexualidad.
El material obsceno despoja a la sexualidad de sus elementos tiernos y la viste de una violencia francamente ofensiva, con la intención de destruir los valores personales y sociales.
La verdad es que cada día aumenta el número de niñas y niños expuestos de manera directa a lo pornográfico, ya sea porque los adultos permiten hacerlo o bien porque ellos mismos lo hacen utilizando la televisión y el Internet.

6. Conclusión
La transición a la sexualidad adulta, es una etapa difícil y de muchos cambios, tanto físicos como psicológicos. Donde influyen el estado glandular del adolescente, los factores sociales y los medios masivos. Y debemos aprender muchas actitudes que nos imponen la sociedad y la cultura donde vivimos. Este trabajo nos ayudo a entender que la sexualidad es algo normal y necesaria en el individuo, que las reacciones y respuestas sexuales las tenemos todos y no tenemos porque sentirnos mal por eso. Muchas veces nos sentimos culpables por tener curiosidad sobre algunos temas sexuales, pero no nos damos cuenta que a todas las personas les pasa lo mismo, por ser algo innato en el individuo. Lo principal para llevar una vida sexual sana, es tener conocimiento sobre todos los riesgos que tiene la sexualidad y todo lo que tenemos que afrontar si nuestra conducta sexual no es adecuada. No solo nos tenemos que cuidar de las enfermedades venéreas, si no también de un posible embarazo accidental, que no nos va a afectar solo a nosotras sino también a la familia y al propio hijo.