En el adolescente se dan diferentes procesos, diversos cambios que hacen que este logre reestructurar su identidad y poder responder ante las demandas del medio, de los otros y de si mismo; todos estos cambios son mediados por diversos factores que influyen al sujeto adolescente.
Lo social en el adolescente es un aspecto básico de integración para su identidad.
La sociedad exige y rodea al adolescente.
El sujeto se encuentra ante una exigencia mayor desde lo social que cuando era niño y a su vez las estrategias y modos antes conocidos para lidiar con situaciones que le resultan problemáticas ahora no pueden ser utilizados y en su defecto no son bien vistos socialmente. Cuando anteriormente el niño podría llorar o huir fácilmente de situaciones incomodas, ahora el sujeto adolescente tendrá que enfrentarlas, siendo presionado desde lo social para que ya no reaccione de manera infantil.
Esta exigencia social acompañada de la que viene de su interior y que lo desborda desde lo físico hace de esta etapa una verdadera prueba para el psiquismo del sujeto el cual responderá desde lo adquirido en la infancia que se reestructura en la adolescencia.
El aspecto social posee dos aspectos fundamentales y que acompañan la formación de la identidad en la adolescencia. Dichos aspectos son: los roles y sus funciones y los ritos de iniciación particulares de esta etapa vital.
Lo común socialmente en cuanto al comportamiento social de un niño o un adulto, en el adolescente es un signo claro de anormalidad y hasta índice de psicopatía. Si bien lo social es un aspecto vital en el adolescente, el adulto deberá también darse cuenta que las relaciones sociales mas
importantes ahora para el sujeto son las que entabla con sus pares; los padres deberán aprender a asumir el papel de ser un constante apoyo cuando este lo necesite y tomar la distancia apropiada cuando reclame su libertad, de poder reconocer y asumir dicho papel dependerá que los padres y el hijo adolescente pueden llegar a comunicarse de manera clara y afectuosa.