Qué es la psicología dinámica?: El modelo de personalidad de la psicología dinámica

De la realidad externa a la realidad interna.

Teóricos de la personalidad: Catell, Eysenck y Allport; intentan integrar las diferentes actitudes/ conceptos del individuo en una teoría sobre la persona. Personalidad: viene de la palabra griega PROSOPON que quiere decir máscara, careta. El término de personalidad en la época griega y romana era estático y se mantenía a lo largo de la vida, igual que las máscaras que utilizaban en las obras de teatro, así un personaje con una máscara sonriente no cambiaba de expresión en toda la obra. En Roma encontramos la diferenciación entre personalidad individual (gente normal de los pueblos) y la personalidad colectiva (los esclavos). ALLPORT: fue uno de los primeros en definir el término personalidad. Personalidad es la organización dinámica dentro del individuo de aquellos sistemas psicológicos que determinan sus conductas y pensamientos característicos. Introduce el concepto pero no es una cosa estática, es una organización dinámica en constante evolución . Integra lo emocional, lo psicológico con lo más orgánico y fisiológico. Conecta lo que seria más externo (conductas) con lo más interno (pensamientos). También intenta describir dos términos más, dos conceptos utilizados normalmente como sinónimos y que Allport intenta matizar: 1. Carácter: personalidad evaluada, es la valoración moral de la personalidad, es más cultural (valoración de aspectos de la personalidad) 2. Temperamento: parte de la personalidad vinculada a la biología, tendencia innata a Según Allport los primeros años de vida son los menos importantes en a constitución de la personalidad, a no ser que haya un hecho traumático. El recién nacido nace sin personalidad, aunque tiene una potencialidad, la persona se irá construyendo a lo largo de los años. En contraposición a esta idea, el psicoanálisis, resalta la gran importancia de la infancia. La personalidad nace con el individuo y se va trasformando sobre todo en los primeros años de vida, después se mantendrá en una misma línea sin grandes cambios.

La personalidad tendrá tres factores constitutivos. A. Biológicos (aspectos genéticos, somáticos,…, herencia). B. Sociales (ambientales, el entorno en el que nace y crece) C. Psicológicos (relacionales,…) Estos factores están relacionados entre sí, el niño, desde los primeros momentos está construyendo una identidad. Dentro de los factores psicológicos, encontramos la gran importancia de que la función materna sea estable y permanente, constante. De la interrelación de los tres factores se obtiene una estructura de la personalidad de donde se deriva una serie de conductas. Cuando el individuo realiza una conducta, esta influye en la formación de la personalidad. (Circuito en el cual la conducta es retroalimentaria y transformadora de la personalidad). Este conjunto de factores intervienen desde el momento de la concepción hasta el momento de la muerte. La mayor parte de las preguntas que se plantean padres y educadores sobre el niño hacen intervenir diversos factores y cada profesional, época, escuela, etc., da su opinión sobre lo que cree que es mejor para el niño. Con el tiempo, se irá dando una identidad al sujeto, hace la diferencia entre lo mío, el yo, los otros… identidad como el núcleo de su personalidad. La estabilidad en los factores A, B, y C, lo facilita.

Diferenciación entre Realidad interna y Realidad Externa: diferenciación de mío, tuyo, yo es un criterio para diferenciarse de la realidad interna. La mayoría de los investigadores tendrán en cuenta esta realidad, ya sea desde un punto de vista más cualitativo o más cuantitativo. Entre sujeto y objeto hay una relación bidimensional que el sujeto incorpora pasivamente, incorpora aquello que lo rodea: es la introyección. Más tarde se consideró que al mismo tiempo que se hace la incorporación y sumamos factores subjetivos se hace una proyección. El objeto incorporado puede serlo de manera gratificante o frustrante. La forma en que vamos configurando la realidad interna es a partir del proceso de proyección e identificación respecto a lo que le rodea. Relación objetal: relación con objetos emocionalmente muy significativos para nosotros. Éstos son introyectados en el interior con características que no tienen porque coincidir con las de la realidad externa. Lo que buscamos en nuestro interior no es el objeto real en sí, sino su representación interna. Gracias a la introyección introducimos un objeto de la realidad fruto de un impacto emocional, de esta forma se va configurando dentro nuestro una red de relación de objetos, creando a la vez un sustrato psicológico de las relaciones con objetos. Es importante saber como es la relación con los objetos con los que la persona se relaciona y como se puede llegar al contacto con estos objetos. Muchas veces esta relación está cargada de irracionalidad y se ha reprimido y actúa desde el inconsciente, entonces para poder trabajarla se debe hacer consciente. El concepto de fantasía está en el cruce entre realidad interna y realidad externa, serían ideas, sentimientos, emociones, pensamientos, que incorporamos respecto un objeto de la realidad externa. La fantasía creada alrededor de un hecho es la fantasía de un sentimiento que no corresponde con la realidad externa. Un psicótico en una situación delirante está invadido por sus fantasías que no corresponden con la realidad externa, pero él las siente realmente y cree lo que dice. Ésta es su realidad, vive su realidad interna como externa. Muchas veces, las fantasías condicionan el estado de ánimo y necesitamos contrastar constantemente su contenido con la información que recibimos de la realidad exterior. Desde el punto de vista dinámico la fantasía no parte sólo del mundo interno, sino que se le da categoría de realidad, aunque sólo lo sea dentro de la realidad interna. Las fantasías (positivas y negativas) pueden determinar un estado de ánimo y es por este motivo que siempre las estamos comparando con la realidad externa. Desde el punto de vista asistencial en un diagnóstico es importante poder distinguir y contrastar lo que sería una fantasía, lo que sería una evidencia/realidad externa. A la hora de tratar a la persona debemos trabajar tanto la realidad interna como la externa. Por lo tanto como psicólogo es necesario saber qué origen tiene su fantasía, cual es la unión con la realidad externa. Cuando se trabaje la ansiedad no es imprescindible conocer los elementos de la realidad externa pero sí la fantasía, porque es la causante de la angustia. Vídeo: entrevista a una mujer: Demanda: pastillas/ algo para dormir Necesidad: solucionar temas relacionados con el insomnio Setting: despacho Contratransferencia: con afirmaciones con la cabeza y cuestiones da pie a seguir la conversación, intenta hacerle ver que el insomnio está relacionado con la ansiedad producida por las relaciones. Desconfiaza en el psicólogo (en la psicología), que está generalizada hacia el otro, sobre todo hombres. Ella trabaja bien (cumple, es responsable) los problemas vienen por los demás. El psicólogo propone 4/5 entrevistas para hablar de sus relaciones y de como las lleva a cabo. Paciente: cuestiona la propuesta porque no cree que hablando pueda solucionar su problema de insomnio. Le sorprende la propuesta. El psicólogo debe hacerse más cargo de sus sentimientos, tiene una forma de expresarse aparentemente desconectada. Plantea que se lo piense y que si quiere pida hora en secretaria. Intenta convencer pero en ningún momento la presiona. Las explicaciones que ella da de sus relaciones son posiblemente muy superficiales, no profundiza en sus sentimientos ya que ella tampoco ve la función que eso puede tener, no le ve el sentido. Está un poco a la defensiva por las preguntas sobre su vida personal (sentimientos hacia las personas) aunque el psicólogo ha intentado contenerla, ella se ha defendido. No hay contención. El paciente plantea un síntoma, el insomnio, y el psicólogo pregunta por las características y desde cuando. La fantasía puede ser mínima, como una pequeña sensación corporal, por ejemplo una hipocondría tiene la sensación de un dolor de cabeza y realiza su fantasía como un temor. Los estímulos pueden ser poco o muy intensos. La mayoría de las fantasías que tenemos son inconscientes, no sabemos como están configuradas, pero de forma real nos afecta cuando nos enfrentamos a una situación nueva, vamos llenos de fantasías, unas conscientes otras no, que condicionan nuestro estado de ánimo. Todos los hombres tienen fantasías, la diferencia estriba en la naturaleza y en la frecuencia de las mismas. naturaleza: positiva/ negativa. frecuencia: – mucha influencia de la realidad interna (pintor/artista) – realista, funciona con estímulos de la realidad interna. En la expresión artística la capacidad de fantasear, de imaginar con la realidad interna y no la externa, es muy valorada. Esta capacidad es muy importante en los niños. La evolución del niño viene dada por el proceso de entrar y salir de la fantasía, en la maduración el proceso simbólico es imprescindible.

Winnicott dice que no sólo encontramos a personas que huyen de su realidad, a través de la fantasía, sino que también encontramos personas que huyen de su incapacidad para fantasear a través de su realidad externa. El terreno de transición entre la realidad externa y la interna, Winnicott lo llama espacio transicional. La mayor parte del tiempo nos movemos en este espacio compartiendo ambas realidades. Este concepto tiene más trascendencia de la que parece, una persona sana, por ejemplo, un niño que está jugando cuando se cae un vaso al suelo, es capaz de desviar su fantasía, pero las personas con determinadas patologías, no pueden. Según el autor, cuando uno vive una realidad externa desagradable, se refugia en una fantasía idealizada. También existe el efecto contrario, sujetos que sin capacidad de fantasear se refugian en la realidad externa. Winnicott también describe los objetos intermediarios, por ejemplo el recién nacido se relaciona con su entorno por la boca, por lo que el chupete sirve para calmarse en aquellos momentos que sea necesario. La persona se relaciona en aquel momento en la realidad externa, hace una representación y por eso se calma. El objeto tiene unas características propias (que en su realidad interna) que le recuerdan a otro objeto. Winnicott dice que no tan sólo es suficiente con imaginar el objeto sino que se necesita tenerlo para forrarlo con sus características, ej: los amuletos. Relacionado con el concepto de fantasía, toda persona sana sabe distinguir que es la realidad externa y la fantasía. Una buena parte de las fantasías que influyen en nuestro estado de ánimo son inconscientes y no conocemos muy bien de cual se trata.

Melanie Klein da tres características: 1. Cada actividad, sensación o impulso tiene una representación en la fantasía. 2. Estas fantasías se experimentan como acontecimientos concretos, es decir, que en nuestra fantasía aparecen imágenes muy concretas. 3. Muchas de estas fantasías son de tipo primitivo: entran en desacuerdo con la parte más adulta del sujeto. Freud dice que la personalidad está dividida en: Primer tópico; Consciente- Inconsciente- Pre-Consciente. Segundo tópico; Yo- Superyo- Ello. Consciente: ahí está todo aquello que podríamos considerar nuestro, contenidos que fácilmente reconocemos como propios (recuerdos, razonamientos, etc.) Está regido por el principio de realidad, ligado a la lógica. Pre-Consciente: están las ideas inconscientes pero que con cierta facilidad se pueden hacer conscientes, mediante un esfuerzo de memoria, recuerdos… la frontera entre lo que conocemos y lo que no, está en el pre-consciente, donde los contenidos pueden ser reprimidos y pasar al inconsciente o al consciente, a nuestra propia realidad. Inconsciente: los contenidos más inconscientes es más difícil que aparezcan en la memoria por un esfuerzo propio, no están organizados categóricamente ni cronológicamente, no hay contradicciones en ellos. Se expresan mediante los símbolos. Se rige por el principio de placer, busca una satisfacción inmediata. Existen métodos para provocar que el inconsciente se haga presente (transferencia, hipnosis, sueños, etc.) Es muy fácil que mediante el sueño aparezcan contenidos inconscientes, más apartados de la consciencia, sea porque nunca han sido conscientes o porque se han reprimido. En los sueños no hay contradicciones, pueden aparecer contenidos recientes, anteriores o mezclados, son atemporales, podemos revivir una situación pasada como reciente o al contrario. El contenido inconsciente no tienen capacidad de esperar, debe manifestarse de una forma u otra, nosotros intentamos reprimirlo para no provocar conflictos. Otro contenido es aquel que pasa desde la realidad externa al inconsciente, sin pasar por la consciencia. Es necesario que exista una frontera entre el consciente y el inconsciente, sino pudiéramos reprimir las situaciones muy dolorosas no podríamos vivir. El individuo ha de tener una cierta capacidad de insight para que cuando aparezcan en nuestra consciencia contenidos inconscientes, reprimidos, tengamos la capacidad de entenderlos y aceptarlos. La barrera del pre-consciente es muy necesaria, pero es muy importante que sea permeable y sea transitable de un lado a otro fácilmente.

En el tratamiento psicológico desde un punto de vista psicoanalítico, el síntoma es producto de una serie de contenidos reprimidos, por los mecanismos de defensa, en el inconsciente. Síntoma: contenido inconsciente que aparece a la consciencia mediante algún signo (depresión, somatización, etc.) El individuo viene a la consulta por el síntoma y nosotros, para poder ayudarlo, debemos ser conscientes de los contenidos dolorosos. Freud en el año 20 (aprox.) plantea una nueva forma de entender el funcionamiento de la personalidad del individuo: actúan tres sistemas conjuntamente, rara vez actúan por separado y cada uno de ellos tiene unas características propias. Cuando los describe intenta integrarlos en los tres espacios descritos en la primera tópica. Yo: la mayor parte de los contenidos son conscientes, pero también tiene una parte inconsciente. Superyo: se encuentra mayoritariamente en el inconsciente, aunque hay una parte consciente. Ello: todos los contenidos son inconscientes.

Esta tópica describe más la personalidad del individuo. El ello sería el representante psíquico de las pulsiones, de aquella parte de la personalidad más ligada a lo biológico pero que nos lleva a interactuar con los demás, tiene dos pulsiones básicas: – Pulsión sexual: entendida en el sentido de pulsión de vida, de vinculación, de integración, lo que Platón llamaba eros. Son impulsos que nos llevan a la sexualidad, a la relación con el otro, a la estimación, al amor. – Pulsión agresiva: entendida en el sentido de destrucción, impulso de hostilidad, rencor, odio, envidia, destructividad. Se llama también pulsión de muerte, llamada por la mitología griega thanatos. Estas dos pulsiones coexisten siempre. La idea de salud está ligada a la idea de que la pulsión agresiva esté al servicio de la pulsión sexual y potencie sus elementos, incluso en aquellas relaciones donde predomina eros. Por ejemplo en la relación madre-hijo cuando se hace una negación de los sentimientos de thanatos hay una idealización y cuando los sentimientos negados son de eros, hay una desvalorización. Hay autores que estudian mucho los temas de pareja y aseguran que lo contrario al amor no es el odio sino la indiferencia, porque cuando discutimos con alguien es porque nos importa.

Ex. Biología: todo organismo vivo comparte la vida y la muerte (reproducción celular, unas mueren para formarse otras). La muerte de una parte es en favor del nacimiento, pero cuando muere más de lo que nace, se produce la muerte. Ex. Psicología: en una relación puede ser que en un momento determinado tengamos un conflicto que nos provoque rencor, envidia si domina la pulsión de vida, este será un conflicto a favor de la relación, si no, provocará la indiferencia: la muerte de la relación entre las personas. Ex. Clínica: cómo entendemos cuando un sujeto nos describe la forma de relacionarse con los demás. Es diferente una conducta que lo lleve a una situación de autodestrucción (anorexia, adicciones) o si lo que mueve las conductas le provoca conflictos que tienen una finalidad de mejorar las relaciones. Otro concepto ligado al de pulsión es el de instinto ( a veces se utilizan como sinónimos). La pulsión puede llevarnos a la interacción con el otro y el instinto no tiene una finalidad relacional, es algo más personal, satisfacer más la propia persona. Cuando utilizamos el término instinto para definir thanatos es diferente de la pulsión de agresión. En este caso el sujeto utiliza la agresión sin necesidad de interactuar con el otro, no hay una finalidad agresiva hacia aquella persona en concreto. Cuando utilizamos el concepto de instinto maternal , nos referimos a una característica de la persona como algo innato del propio ser vivo. El concepto de libido tiene que ver con la pulsión amorosa, sexual cuando tiene la finalidad de enrollarse con el otro, no tan sólo con el enamoramiento. La catexia sería cuando hay una cantidad de energía funcional colocada en el sujeto, por lo tanto de pulsión sexual como agresiva. En cambio en el caso de la libido tan solo hablamos de energía funcional de creación sexual. Freud nos habla de tres momentos o estadios en relación a las pulsiones: primera teoría: – pulsión sexual a’= pulsión de relación. – pulsión egótica b’= pulsión de autoprotección, supervivencia. Pero ve que a’ y b’ no son pulsiones diferenciadas sino dos caras de la misma moneda. Segunda teoría: – pulsión sexual, incluye la egótica. – pulsión de muerte. Tercera teoría: – pulsión sexual – pulsión agresiva (actualmente en debate). Melanie Klein, de acuerdo con esta teoría funcional, formula un tercer tipo de pulsión: pulsión epistomofílica, pulsión de la curiosidad, crecimiento y conocimiento. Es el impulso que lleva a explorar nuevos espacios. De todas formas, ella misma plantea que esta pulsión la encontramos conectada con las dos anteriores, o estaría al servicio de la vida o de la muerte y la podemos encontrar en dos tipos de respuesta: – inhibición: cuando el sujeto siente que la curiosidad es una intrusión, una agresión al otro. – curiosidad patológica: conocer al otro no con una finalidad amorosa, sino de control, de agresión. Mientras más conozca al otro, más conoceré sus puntos débiles. últimas referencias al ello: – Está regido por un proceso primario, es decir no admite ni espera, ni tiene capacidad de espera de los propios deseos. – Está regido por el principio de placer, tiende a buscar situaciones placenteras, antes que dolorosas, por lo tanto siempre entrará en conflicto con el yo y el superyo.

Tres características del inconsciente: A. Los contenidos son atemporales, no están organizados cronológicamente (no podemos decir en el inconsciente, esto es anterior a, posterior a, etc.) B. No hay contradicciones entre los contenidos, pueden convivir sentimientos opuestos hacia un mismo objeto sin que eso suponga una contradicción no se da cuenta de la contradicción hasta que no se hace consciente. C. Su lenguaje de expresión es a través de símbolos e imágenes. Vídeo: Caso El médico de cabecera dice que tiene mucho dolor de cabeza, muy cansada, toma medicación (lleva informe médico). La paciente lleva tres meses de baja. Se le cae la casa encima, no puede organizar el día, a días parece que con la medicación mejora, pero después no. Motivo de inicio dolor de cabeza: cambio en el trabajo (en una escuela) pasa de 5 de EGB a pre-escolar, le cuesta la adaptación, no se siente apoyada y el trabajo no la satisface. Otras preocupaciones, hace un año murió el padre, de repente, tuvo que llevarlo todo -momento de tirantez- la madre es débil, el padre tenía un carácter fuerte. El día del entierro estaba apática, no conseguía llorar. Desde entonces su madre dice que el dolor de cabeza son manías, tienen poca relación. Persona casada y con un hijo, su marido viaja constantemente, está fuera durante bastante tiempo, sobre el dolor de cabeza le dice que vaya al médico. El dolor de cabeza tiene que ver con eso que le ha pasado, le ha costado digerirlo. Propuesta: entrevista con un médico del equipo para que controle la medicación y también unas sesiones con el psicólogo para hablar sobre las relaciones. Ella se conforma diciendo si mejoro… (Vuelve). El yo, se rige por un proceso secundario y por el principio de realidad. Funciona según un pensamiento más realista y es capaz de establecer planes de acción. Sabe cuando debe realizar una acción para conseguir una satisfacción. Es el mediador entre la realidad externa y la interna. P. Folch: lo define como un conjunto estructurado de funciones de la personalidad que tiene la finalidad de mediatizar e integrar la realidad interna con la realidad externa. Al mismo tiempo el yo está presionado por las pulsiones que exigen una satisfacción inmediata y por los contenidos morales que provienen del superyo. El yo es el encargado de elaborar la función sintética entre las condiciones de la realidad externa, las presiones del ID y las normas del superyo. A veces en ese intento de lidiar en tres frentes, el yo fracasa lo cual le crea un conflicto y hay un aumento de la ansiedad. Para poder reducirla o eliminarla, el yo pone en marcha los mecanismos de defensa. Todo mecanismo de defensa puede resultar sano o patológico , en función de lo que lo motiva, su puesta en marcha, y de su intensidad y persistencia. El funcionamiento de los mecanismos de defensa es inconsciente y su puesta en marcha es automática, sin pasar por la consciencia o por la voluntad. Mientras más insight tenga la persona, más fácilmente pasará a ser consciente.

La persona no es consciente del mecanismo de defensa en el momento de utilizarlo, hay dos tipo: 1. Mecanismos de defensa más evolucionados (menos radicales, menos rígidos) 2. Mecanismos de defensa más primitivos (más radicales y estrictos). Represión: apartar de la consciencia determinados contenidos que si fueran conscientes, crearían ansiedad (culpa, vergüenza, etc.) amnesias selectivas (No confundir con los problemas neurológicos). Está en la base de otros mecanismos de defensa. Disociación: (o escisión) es una de las defensas más primitivas, aparecen en el recién nacido. Diferentes contenidos que relacionados entre sí provocarían ansiedad, se ven separados. Proyección: ( es uno de los más usados), una característica propia es rechazada y colocada o vista en otra persona como si fuera un característica de ella. Puede presentarse el paciente como víctima, en los trastornos paranoides es uno de los que más aparecen. Negación: tendría un primer componente de represión pero después los expresa por otras vías. La persona nos da dos mensajes al mismo tiempo. Verbalmente dice no me importa pero insiste en ese tema. Desplazamiento: muchas veces lo confundimos con la proyección. Una característica conflictiva de la relación con un objeto es reprimida y en cambio es vivida en la relación con otro objeto, que despierta menos ansiedad. Sería el mecanismo de defensa que entraría en juego en los procesos fóbicos. Racionalización: el sujeto intenta dar una explicación racional a contenidos que son más conflictivo emocionalmente. Somatización: expresa a través del cuerpo conflictos que no pueden ser experimentados/ expresados emocionalmente. Se encuentra con más frecuencia en personas con un nivel de insight más bajo. Identificación proyectiva. Idealización. Defensas maníacas: negación del conflicto por miedo a vivir una situación dolorosa. Por ejemplo después de un fracaso sentirse como la persona más feliz. Utilizamos varios mecanismos de defensa a la vez y no sabemos porque se escogen. En la clínica lo importante es identificar cuales se usan y que persistencia tienen ya que el mecanismo de defensa aleja del insight. Un objetivo puede ser que emplee menos mecanismos de defensa primitivos, que sean menos perjudiciales para él y para los demás, teniendo siempre en cuenta la situación del paciente, a veces es mejor no desmantelar la defensa. Hay que tener cuidado con la manera en la que se desmonta el mecanismo de defensa, para no desestructurar al paciente. Siempre encontramos varios mecanismos juntos, pero siempre hay uno que se utiliza con más intensidad, con más frecuencia y también hay uno que es más primario, el cual será el más difícil de cambiar, pero hay que detectarlo. Uno de los objetivos es ayudar al paciente a cambiar/ disminuir la utilización de mecanismos de defensa, sobre todo los primarios para que poco a poco pueda hacer más insight y enfrentar el problema. No tan sólo hay que ayudarlo a disminuir el uso del mecanismo de defensa, sino que hay que ayudarlo para que elabore los recursos que le permitirán enfrentarse al problema. El superyo es el resultado de introyectar una serie de normas/ reglas que actúan sobre el objeto durante su desarrollo y a lo largo de su vida se va configurando. Los padres del niño actúan como un superyo, ya que el niño no lo ha desarrollado (lo desarrollará a partir de la actuación de los padres). El niño actúa más por pulsiones, por el ello. Pero en la evolución hay un momento en el que el niño cuando va a hacer algo y ya sabe si esa conducta es correcta o no, de acuerdo con aquello que le han enseñado, irá aplicando las normas que ha incorporado. Los contenidos son: – la consciencia moral, el bien y el mal, tiene que ver con la capacidad de autocrítica de autoobservación del individuo, de los ideales que tenemos sobre nosotros mismos, por lo tanto, con el concepto de ideal de yo, es decir aquello que el individuo siente que debería ser para poder satisfacer las exigencias del superyo.

Las funciones del superyo son: 1. Inhibir y reprimir impulsos, pulsiones del id. 2. Convencer al yo de que busque objetivos más irreales/ ideales. 3. Buscar la perfección (ideal de yo) El superyo es más inconsciente pero envía información de como debería ser. No se resuelve nunca, pero tendemos hacia él. El momento más importante en la configuración del superyo se encontraría entre los 3 y los 7 años (fase fálica) y muy especialmente a partir de la resolución del complejo de edipo. La resolución de este conflicto tiene una fuerte incidencia en la configuración del superyo. La importancia del triángulo edípico sería la aparición de la figura del tercero , hasta ahora habría una forma de relacionarse muy dual, exclusiva entre madre e hijo, cuando por primera vez el niño se da cuenta de que el objeto con el que él se relaciona, la madre, no tiene una relación exclusiva con él, sino que tiene relaciones con otros, con un tercero (padre, hermanos, etc.) que rompe la exclusividad de la relación, esto hará que en el niño se despierten sentimientos de celos y envidia hacia el que le roba el amor de la madre. A partir de estos sentimientos de envidia, hacia el tercero, nacerá el sentimiento de culpa. Existe una alta contradicción externa en el mundo del niño como puedo sentir hostilidad por una persona que es amada por la figura que yo más valoro esto le provoca el sentimiento de culpa. Si el conflicto edípico no está bien resuelto, puede repercutir y aparecer de nuevo pasada la adolescencia (ex. Celos en la pareja) aún así, aunque el conflicto se haya resuelto bien, si aparece un tercero no podemos evitar sentir algo de celos ya que nuestro ideal sería una relación de exclusividad. El entorno del sujeto condiciona la configuración del superyo. El individuo va incorporando las reglas de su sociedad, pudiendo tener como realidad un superyo muy rígido, muy estricto que puede dar lugar a dos personalidades o maneras de ser: 1. Autoritaria: con los demás y con él mismo, aplica las normas rígidamente, tiene poca tolerancia. 2. Sumiso: una de las formas de no sentirse vulnerables es someterse a las normas dictadas por los demás (sectas, pareja, familia, etc.) En el otro extremo encontraríamos superyos muy débiles, frágiles, con personalidades como por ejemplo antisocial, con falta de límites y sin sentimientos de culpa. El superyo no tan sólo incorpora prohibiciones y reglas que dan lugar al sentimiento de culpa, sino también tiene aquellas normas y reglas de gratificación que nos aproximan al ideal de yo, mensajes de premio . El superyo se irá trasformando a lo largo de la vida. Tanto el yo como el superyo tienen una configuración común de contenidos externos y los dos se crean bajo la influencia de impulsos primitivos.

Caso 1. Primera entrevista: chica de 26 años, visita con carácter de urgencia con un gran nivel de ansiedad, se le da una hora de urgencia y no se presenta. Se excusa cuando vuelve a llamar a pedir otra entrevista donde se presenta con un informe médico (diagnóstico: neumotórax espontáneo) también tiene mareos, la boca seca, nerviosismo, pinchazos en el corazón. Desde entonces presenta una sintomatología de ansiedad generalizada. Se ha hacho exploraciones médicas y los resultados aparecen dentro de la normalidad. Ella insiste en que sus males son físicos, que no se los inventa. También dice que dependiendo de los días, los síntomas cambian de localización, se mueven por el cuerpo. Cuando está en casa de sus padres, la sintomatología disminuye y a veces desaparece. Entrevista posterior: durante 7-8 años fue a un psicólogo por la muerte de su abuelo, su abuela se volvió a casar y ella nunca lo ha aceptado. Se casó, por primera vez, por presión familiar (madre), al cabo de un año se separó, actualmente él está casado y tiene un hijo. Poco tiempo después (un año) se volvió a casar, sufrió un aborto espontáneo, más tarde tuvo a sus dos hijos, muy seguidos, dice que el nacimiento de sus hijos la dejó muy floja. Los quiere mucho pero no puede con ellos. Desde el ingreso el niño de dos año está con sus padres (lo ve a menudo) y el pequeño está con los suegros (lo ve una vez a la semana). Cuando estaba embarazada del pequeño pensaba que lo perdería y dice que el primero es como ella (tiene dos hermanas gemelas, tiene una cierta envidia de ellas por la libertad/ independencia que han mostrado siempre). Describe a su marido comunicación una piedra frente a todo, sus relaciones sexuales son insatisfactorias, se siente incomprendida, su marido no parece ocuparse de ella. Fantasías: 1. Ella muere y su marido se vuelve a casar con una mujer que se vuelve la madre de sus hijos. 2. Muere su marido y el hijo pequeño, ella se queda con el hijo mayor viviendo con sus padres. Explicita el hecho de que recibe el apoyo de toda su familia, pero le aconsejan que no tenga a sus hijos hasta que no se cure. Demanda: sintomatología física. Necesidad: reducir la angustia y modificar la relación con las personas que la rodean. Ímbito de crecimiento en ella se encuentran: sus hijos, su madre y su pareja. Como mujer tiene muchas dificultades para hacerse cargo de su propia vida, ya que parece ser muy dependiente. Ser capaz de asumir responsabilidades que ella debe asumir y que en el momento de la consulta no puede hacer. Conectar los síntomas físicos y los emocionales. Mecanismos de defensa: Negación: sus relaciones sexuales con el marido son insatisfactorias da igual, ya estoy acostumbrada (poca intensidad). Disociación: somatización, disociación mente-cuerpo. Regresión no como mecanismo de defensa sino como forma de funcionamiento general. (Delegación de la responsabilidad en otro). Insight escaso, hay que ayudarla a hacerlo. Fantasías muy destructivas, pueden llevar a un primer trabajo. – La nueva mujer adopta la función que ella no quiere o no puede asumir: mujer y madre. – Impulsos dirigidos al marido y a su hijo pequeño: no conectan bien. Ella y su hijo mayor viviendo en la casa de sus padres, como si fueran hermanos, más que madre e hijo, delega la responsabilidad de madre a la abuela, y así ella continúa siendo sólo hija (fantasía regresiva). Hipótesis de trabajo: – duelo – celos Las cosas han ido pasando sin que ella haya decidido o sea la protagonista (dificultad para crecer). Setting: se tambalea – hora que tenía (verla en situación de urgencia) y no se presenta, por resistencia o para generar expectativas en el profesional. Posible diagnóstico (provisional): trastorno histriónico de la personalidad / trastorno de conversión por ansiedad. Posiciones como estructuras de relación.