Rol que desempeña el adolescente, puntos críticos de la sociedad, conflictos y cambios

Es en la adolescencia donde se encuentra muchas veces los puntos críticos de la sociedad, los principales detractores del régimen establecido son los mismos sujetos adolescentes, y a su vez la o las crisis que afrontan se transforman en crisis de identidad social que muchas veces obligan al cambio y otras llevan a la sociedad a actuar de manera rígida, y se podría decir “adulta”, en contra de la onda expansiva de cambio adolescente; la cual si bien no puede ser vivida por la sociedad en todo su furor, ni como propia, ya que llevaría a la desintegración y reorganización en cada generación de la misma, deja secuelas que acumulables llevan al cambio de patrones sociales; y mas en nuestra época, en la cual sólo basta con echar un vistazo a las reglas, costumbres y valores adolescentes de un par de décadas atrás para conocer y reconocer el cambio que se ha dado en el sentido cultural y social, siendo ahora permitidas nuevas formas de arte y expresión, dando a los medios de comunicación más libertad de expresión y diversidad en su información y haciendo mas factible la búsqueda de un espacio propio para desarrollarse tanto desde lo académico como en lo social.

Este cambio y continuo movimiento que sufre el adolescente implica siguiendo a Aberastury que “Toda adolescencia lleva, además del sello individual, el sello del medio cultural, social e histórico desde el cual se manifiesta, y el mundo en que vivimos nos exige más que nunca la búsqueda del ejercicio de la libertad sin recurrir a la violencia para coartarla.”; esta libertad de la cual habla Aberastury, es la idea e ideal que una sociedad le debe brindar a sus adolescentes, la posibilidad de expresar su cambio e inconformidad de manera saludable; sólo de la crisis y el conflicto se genera el cambio, y a la sociedad esto es lo que le generan sus adolescentes: conflicto y cambio.
Los cambios generados por el adolescente en la sociedad los forja a partir de las mismas transformaciones que experimenta. Cada cambio físico que este soporta a su vez lleva a una modificación en el mundo en el cual habita, el sujeto demandara ahora espacios mayores en los cuales habitar y movilizarse, igualmente su  intelecto ahora ávido de adquirir información acerca de temas que le interesen realmente exigirá donde encontrar esta y poder congregarse en espacios en los cuales relacionarse con otros adolescentes con los cuales tenga afinidad en gustos, temas y objetos de interés; todo esto propiciado por la inquietud que siempre tiene consigo y que lo hace capaz de moverse y buscar algo que pueda responder a su inconformidad.
Y es a partir de esta inconformidad adolescente que se generan cambios sociales importantes pero no inmediatos ya que hace falta la acción del tiempo para cristalizar en hechos las ideas de cada generación adolescente.
Sin embargo el sujeto adolescente, como cualquier otro, resiste al cambio que lo rebasa; si bien el constante cambio y las diferencias por este son características fundamentales en la adolescencia, las crisis se generan cuando este cambio se le impone al sujeto y lo desborda desde su psiquismo; el cambio que va desde su propio cuerpo hasta su rol social, el sujeto lo vive como ajeno a él, como algo externo, y en esto radica, la diferencia entre el cambio social que promueve y el cambio interno que se le impone, esto lleva a que: “…el individuo puede llegar a aceptar mas fácilmente el cambio que el mismo ha contribuido a promover o aquellos cambios en los que participa activamente, pero le cuesta aceptar los que han sido producidos por un factor o agente de cambio exterior a el mismo e independiente de su propia elaboración.”.
Si el sujeto se siente factor de cambio lo aceptara, sin embargo si se siente ajeno y sólo influido como una pieza mas del cambio que proviene de algo ajeno a él, lo rechazara, tanto de manera abierta y consciente, como de manera inconsciente a partir de sus sistemas defensivos que buscan la homeostasis propia y a la cual el cambio no favorece.
Dichos cambios como en cualquier otro sujeto, producen angustia, la cual se hará más intensa o no dependiendo de cada individuo y de si se siente inclinado, participe y forjador de este cambio. Si el adolescente ve este cambio como ajeno le hará mas oposición ya que lo puede experimentar como la perdida de aspectos de si mismo que ha logrado construir. Esta pérdida puede ser de aspectos reales y tangibles, pero también de aspectos que sólo tengan que ver con la realidad psíquica del sujeto y su conjunto de representaciones mentales, llevándolo a tener que elaborar un duelo por estas pérdidas y a modificar alguna parte de su mundo psíquico.