El vocabulario de Michel Foucault: LETRA I. Interpretación

El vocabulario de Michel Foucault: LETRA I

Interpretación
(Interprétation). La cuestión de la hermenéutica y de la interpretación en general encuentra en Foucault una doble ubicación. Por un lado, Foucault se ocupa de establecer las condiciones histórico-epistémicas de las diferentes concepciones de la interpretación, especialmente de la interpretación durante el renacimiento y en el siglo XIX. El objetivo de este trabajo es llevar a cabo la arqueología de las ciencias humanas. Por otro lado, la arqueología como método de análisis histórico quiere ser una forma de análisis que se distancia de los presupuestos y de los procedimientos de la hermenéutica. “Las ciencias humanas aparecieron desde fines del siglo XIX como sometidas a una doble obligación, una doble postulación simultánea. Aquélla de la hermenéutica, de la interpretación o de la exégesis: es necesario comprender el sentido que se esconde. Y la otra: es necesario formalizar, encontrar el sistema, lo invariante estructural, la red de las simultaneidades. Ahora bien, estas dos cuestiones parecen enfrentarse de manera privilegiada en las ciencias humanas, hasta tal punto que se tiene la impresión de que es necesario que éstas sean esto o lo otro, interpretación o formalización. Lo que yo emprendí es, precisamente, la búsqueda arqueológica de lo que había hecho posible esta ambigüedad; quise encontrar el punto de bifurcación” (DE1, 500). Renacimiento. Durante el renacimiento la interpretación, en la que se superponían una semiología y una hermenéutica, era esencialmente un conocimiento de la semejanza (MC, 71). Véase: Episteme renacentista. Episteme moderna. En la episteme moderna los métodos de interpretación hacen frente a las técnicas de formalización. Interpretación y formalización son los dos grandes métodos de la época moderna. No se trata, sin embargo, sólo de la oposición entre ellas; son técnicas correlativas cuyo suelo común está dado por el ser del lenguaje. Era necesario, en efecto, compensar la aparición múltiple del lenguaje en la época moderna o bien haciéndolo transparente a las formas de conocimiento, o bien hundiéndolo en los contenidos del inconsciente. El estructuralismo y la fenomenología encuentran así su lugar común y su propio espacio (MC, 312). Arqueología. La descripción arqueológica, el análisis enunciativo, es un método de análisis histórico que renuncia a toda interpretación (AS, 143, 164). La arqueología no pretende, en efecto, descubrir un sentido que se encontraría de algún modo oculto debajo de los signos; por ello no refiere los enunciados a la interioridad de una intención, de un pensamiento, de un sujeto. Artemidoro. Foucault dedica la primera parte de Le souci de soi al análisis de la obra La clave de los sueños de Artemidoro. La interpretación de Artemidoro se sitúa en una línea que va del actor del acto sexual al soñador del sueño, del sujeto al sujeto. Partiendo del acto sexual y del rol del sujeto tal como el que sueña se lo representa en su sueño, el trabajo de la interpretación tendrá por objetivo descifrar lo que sucederá al que sueña cuando regrese a la vida despierta. Husserl, Freud. “De la confrontación entre Husserl y Freud nacía una doble problemática; era necesario un método de interpretación que restituyese su plenitud a los actos de expresión” (DE1, 79). Nietzsche, Freud, Marx. La presentación de Foucault en el Colloque de Royaumont en julio de 1964 estuvo consagrada a las técnicas de interpretación en Marx, Nietzsche y Freud. Se encuentra reimpresa en DE1, 564-579. Según Foucault, para comprender el sistema de interpretación del siglo XIX es necesario compararlo con el sistema del siglo XVI, es decir, con la superposición de hermenéutica y semiología en el espacio de la semejanza. Luego de que las críticas de la semejanza (Bacon, Descartes) mantuvieran en suspenso la interpretación durante los siglos XVII y XVIII, en el siglo XIX Marx, Nietzsche y Freud han fundado nuevamente la posibilidad de una hermenéutica. Ellos, en primer lugar, han modificado profundamente el espacio de repartición de los signos, un espacio definido por la categoría nietzscheana de profundidad, la categoría marxista de bajeza (platitude), la topología freudiana y las reglas para la atención psicoanalítica. En segundo lugar, la interpretación se ha vuelto una tarea infinita. “Yo creo que este inacabamiento esencial de la interpretación está ligado a otros dos principios, también ellos fundamentales, que constituyen con los primeros, de los que acabo de hablar, los postulados de la hermenéutica moderna. En primer lugar, éste: si la interpretación no puede nunca acabar es simplemente porque no hay nada que interpretar. No hay absolutamente nada primero que interpretar porque en el fondo todo es ya interpretación; cada signo es en sí mismo no la cosa que se ofrece a la interpretación, sino interpretación de otros signos” (DE1, 571). El segundo principio es el siguiente: la interpretación se encuentra ante la obligación de interpretarse a sí misma infinitamente. De este último principio Foucault saca dos consecuencias. En primer lugar, el principio de la interpretación no es otra cosa que el intérprete; la interpretación es siempre la interpretación para un “quién”. Éste es el sentido que Nietzsche atribuye al término “psicología”. En segundo lugar, el tiempo de la interpretación es circular. “Me parece que es necesario entender correctamente lo que demasiados de nuestros contemporáneos olvidan: la hermenéutica y la semiología son dos enemigas furiosas. Una hermenéutica que se repliega, en efecto, sobre una semiología cree en la existencia absoluta de los signos; abandona la violencia, lo inacabado, la infinidad de interpretaciones, para hacer reinar el terror del índice y sospechar del lenguaje. Nosotros reconocemos aquí al marxismo después de Marx. Por el contrario, una hermenéutica que se envuelve sobre sí misma entra en el dominio de los lenguajes que no cesan de implicarse a sí mismos, esta región mediana de la locura y del puro lenguaje. Es aquí donde reconocemos a Nietzsche” (DE1, 574).
Interprétation [303]: AS, 13, 36, 42, 48, 68, 80, 109, 143, 146, 158, 164, 200, 252, 261, 263. DE1, 68-72, 78-79, 94-95, 100, 127-128, 131, 176, 210, 331, 335, 345, 397, 402, 432, 442-443, 480, 500, 502, 526, 564-577, 579, 591, 593, 596, 609, 632, 705, 708, 713, 772, 775, 804, 815, 839. DE2, 45, 171-172, 265, 267, 272, 280, 282, 327, 507, 628-631, 635, 646, 656-657, 808-809, 815. DE3, 23, 104, 133, 145-146, 287, 315, 470, 479, 524, 633, 735, 752, 823. DE4, 27, 66, 113, 174, 198, 216, 269, 292, 403, 463, 468-469, 471, 478, 480-482, 484, 487, 489, 491, 618, 639, 659, 692, 766, 786, 797, 803-804. HF, 110, 145, 408, 549, 644. HS, 5, 6, 113, 114, 146. HS1, 89, 91. HS3, 17, 23, 25, 27, 35-36, 39-43, 46, 49. IDS, 20, 112, 225. MC, 32, 53, 56-57, 71, 85-86, 89, 220, 225, 311-312, 360, 366, 385, 393. MMPE, 9, 30. MMPS, 9, 30, 76. NC, XIII, 138, 157, 183, 188. PP, 295. SP, 53.

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