Prólogo a la primera edición
En 1893, en una «Comunicación preliminar (1)», publicamos nuestras experiencias sobre un nuevo método de exploración y tratamiento de fenómenos histéricos, agregando allí, con la máxima concisión, las opiniones teóricas a que habíamos arribado. Esa «Comunicación preliminar» se reimprime en este volumen, como la tesis que es preciso ilustrar y demostrar.
Hoy la hacemos seguir por una serie de observaciones clínicas, en cuya selección, por desdicha, no pudimos guiarnos solamente por miramientos científicos. Nuestras experiencias provinieron de la práctica particular en una clase de la sociedad que es culta y lectora, y su contenido muchas veces toca la vida y las peripecias más íntimas de nuestros enfermos. Sería un grave abuso de confianza publicar esas comunicaciones, a riesgo de que los enfermos fueran reconocidos y por su círculo de relaciones se difundieran unos hechos que sólo al médico confiaron. Por eso hemos debido renunciar a las observaciones más instructivas y probatorias. Esto vale principalmente, desde luego, para aquellos casos en que las relaciones sexuales y conyugales poseen significación etnológica. A ello obedece que sólo de manera harto incompleta hayamos podido probar nuestra tesis: la sexualidad desempeña un papel principal en la patogénesís de la histeria como fuente de traumas psíquicos y como motivo de la «defensa», de la represión {desalojo} de representaciones fuera de la conciencia. Es que debimos excluir de la publicación las observaciones más marcadamente sexuales.
A los historiales clínicos sigue una serie de elucidaciones teóricas, y en un capítulo final sobre terapéutica se expone la técnica del «método catártico» tal como ella se ha ido desarrollando en manos del neurólogo.
Si en muchos puntos se sustentan opiniones diversas, y aun contradictorias entre sí, no se lo considere como una vacilación de la concepción misma. Ello se debe a las naturales y legítimas diferencias de opinión de dos observadores que están de acuerdo sobre los hechos y las visiones básicas, pero cuyas interpretaciones y conjeturas no siempre coinciden.
J. Breuer, S. Freud
Abril de 1895
Prólogo a la segunda edición
El interés que en creciente medida despierta el psicoanálisis parece volcarse ahora también a los Estudios sobre la histeria. El editor desea volver a publicarlos. Aparecen aquí sin modificación alguna, por más que las visiones y métodos expuestos en la primera edición hayan experimentado desde entonces un desarrollo en amplitud y profundidad. Por lo que me atañe, desde aquella época no he vuelto a ocuparme activamente del asunto, no he tenido participación alguna en su significativo desarrollo y no sabría agregar nada nuevo a lo que expuse en 1895. Por eso no me cabía sino solicitar que los dos ensayos de mi mano, contenidos en el libro, se reimprimieran sin cambios.
Breuer
También por lo que se refiere a mi participación en este libro, la reedición sin cambios del texto original era lo único posible. El desarrollo y las alteraciones que mis puntos de vista experimentaron en el curso de trece años de trabajo son demasiado vastos como para que se pudiera hacerlos valer en mi exposición de entonces sin alterar por completo su carácter. Por lo demás, no tengo motivo alguno que me mueva a eliminar este testimonio de mis opiniones iniciales. Tampoco hoy las considero erradas, sino unas valiosas primeras aproximaciones a unas intelecciones que sólo tras largo y denodado empeño se pudieron obtener más completas. Un lector atento podrá hallar ya en el presente libro los gérmenes de todos los posteriores agregados a la doctrina de la catarsis: por ejemplo, el papel de los factores psicosexuales y del infantilismo, la significación de los sueños y del simbolismo de lo inconciente. Por añadidura, a quien se interese por el desarrollo de la catarsis hacia el psicoanálisis no podría aconsejarle nada mejor sino que empiece con los Estudios sobre la histeria y así transite por el camino que yo mismo he dejado atrás.
Freud
Viena, julio de 1908
Nota:
1- «über den psychischen Mechanismus hysterischer Phánomene: Vorláufige Mitteflung», Neurologisches Zentralblatt, 1893, nos. 1 y 2.