Descartes R. : Art. 16. Cómo todos los miembros pueden ser movidos por los objetos de los sentidos y por los espíritus sin ayuda del alma

RENÉ DESCARTES

Tratado de LAS PASIONES DEL ALMA (1649)

PRIMERA PARTE

DE LAS PASIONES EN GENERAL Y ACCIDENTALMENTE DE TODA LA NATURALEZA DEL HOMBRE

Art. 16. Cómo todos los miembros pueden ser movidos por los objetos de los sentidos y por los espíritus sin ayuda del alma.

Por último, es preciso observar que la máquina de nuestro cuerpo está compuesta de tal modo que todos los cambios que ocurren en el movimiento de los espíritus pueden determinar que abran algunos poros del cerebro más que los otros, y recíprocamente que, cuando alguno de estos poros está más o menos abierto que de costumbre, aunque sea poco, por la acción de los nervios que sirven a los sentidos, esto cambia algo el movimiento de los espíritus, y hace que sean conducidos a los músculos que sirven para mover el cuerpo como se mueve ordinariamente en circunstancia tal; de suerte que todos los movimientos que realizamos sin que nuestra voluntad intervenga en ello (como ocurre a menudo cuando respiramos, cuando andamos, cuando comemos y, en fin, cuando ejecutamos todos los actos que nos son comunes con los animales) no dependen más que de la conformación de nuestros miembros y del curso que los espíritus, excitados por el calor del cuerpo, siguen naturalmente en el cerebro, en los nervios y en los músculos, de la misma manera que el movimiento de un reloj es producido únicamente por la fuerza de su resorte y la forma de sus ruedas.