Apéndice. Concepciones de Freud sobre las fobias
[Freud abordó por vez primera el problema de las fobias en Las neuropsicosis de defensa (1894a), tratándolo de manera más amplia un a o más tarde, en la segunda sección del presente artículo, y volviendo a mencionarlo en su primer trabajo sobre la neurosis de angustia (1895b), que escribió poco después. En todos estos exámenes tempranos de las fobias no es difícil percibir cierta incertidumbre; de hecho, al volver a hacer breve referencia a la cuestión en el segundo trabajo sobre la neurosis de angustia (1895), acotó que el mecanismo de las fobias sigue presentando [ … ] puntos oscuros . En «Las neuropsicosis de defensa haba atribuido ese mecanismo a la gran mayor a de las fobias y de las representaciones obsesivas , a excepción de las fobias puramente históricas y del grupo de las fobias típicas, de las cuales la agorafobia es el prototipo . Esta última distinción, presentada por primera vez en una nota a pie de página, demostrara ser decisiva, porque implicaba la diferenciación entre las fobias con base física y las que no la tienen (las típicas). Este distingo se conectaba, entonces, con el que luego se trazara entre las psiconeurosis y las neurosis actuales» (cf. La sexualidad en la etiología de las neurosis (1898a), n. 12). No obstante, en estos trabajos tempranos la distinción no se hace de manera congruente. Así, en el presente artículo parece distinguirse, no entre dos grupos de fobias (como en el anterior), sino entre las representaciones obsesivas con base física, por un lado, y, por el otro, las fobias, sin base física, que según se declara forman parte de la neurosis de angustia . Pero aquí el cuadro se complica por la subsiguiente división de las fobias en dos grupos, de acuerdo con la naturaleza de su objeto , y, además, por la separación (como en el primer artículo) de otra clase de fobias que se podran llamar traumáticas y que se vinculan con los síntomas de la histeria. Por añadidura, en el trabajo sobre la neurosis de angustia la principal distinción no es, como aquí , la que se traza entre representaciones obsesivas y fobias, sino otra vez entre las fobias que pertenecen a la neurosis obsesiva y las que pertenecen a la neurosis de angustia : una vez más, la diferenciación se basaba en la presencia o ausencia de una base física de la enfermedad. Aparte de algunas alusiones aisladas, luego del presente grupo de artículos el tema de las fobias no parece haber sido analizado por Freud durante un lapso de casi quince años. Fue en el historial clínico del pequeño Hans (1909b) donde dio el primer paso hacia un esclarecimiento de estos puntos oscuros mediante la introducción de una nueva entidad clínica: la histeria de angustia(92) (AE, 10, pgs. 94-96). Respecto de las fobias, apuntó en dicha oportunidad que corresponde ver en ellas meros síndromes que pueden pertenecer a diversas neurosis, y no hace falta adjudicarles el valor de unos procesos patológicos particulares; y propuso que se diera el nombre de histeria de angustia a un tipo particular de fobia cuyo mecanismo se asemejaba al de la histeria. En ese historial clínico y en el posterior del Hombre de los Lobos� (1918b [1914]), Freud brindó sus más completas elucidaciones clínicas de las fobias -que en ambos casos, por supuesto, correspondían al período de la niñez-. Poco más tarde, en La represión (1915d) y Lo inconciente (1915e), se internó en un examen detenido de la metapsicología del mecanismo que genera las fobias, ya sea las relacionadas con la histeria o con la neurosis obsesiva (AE, 14, pgs. 149-52 y 178-82). Quedaba en pie, sin embargo, el problema de las fobias típicas de la neurosis de angustia, que se remontaba al artículo más antiguo del presente conjunto. Como hemos visto, en él estaba envuelta toda la cuestión de las neurosis actuales; y esa cuestión no habra de ser plenamente elucidada sino más adelante aún, en Inhibición, síntoma y angustia (1926d), cuyo núcleo consiste en una reconsideración de las fobias del pequeño Hans y del Hombre de los Lobos.] ber die Berechtigung, von der Neurasthenie einen bestimmten Symptomenkomplex als «Angstneurose» abzutrennen