Biografía Bernheim Hippolyte (1840-1919)
Bernheim Hippolyte (1840-1919) Médico francés
Iniciador de la noción moderna de psicoterapia, Hippolyte Bernheim renunció a su posición hospitalaria en Estrasburgo cuando Alsacia fue anexada a Alemania en 1871. Incorporado entonces a la Universidad de Nancy, fue designado profesor titular de medicina interna en 1879. Tres años más tarde adoptó el método hipnótico de Auguste Liébeault, al cual dio un contenido racional. Contrariamente a ese viejo médico, él sólo atendía a pacientes capaces de entrar en estado de hipnosis (soldados, obreros, campesinos), con los cuales, como lo ha subrayado Henri F. Ellenberger, obtenía mejores resultados que con enfermos de las clases superiores. De tal modo pudo demostrar que la hipnosis era un estado de sugestionabilidad provocado por sugestión. Así como el marqués Armand de Puységur (1751-1825), en vísperas de la Revolución de 1789, había abierto el camino a la idea de que un amo (noble, médico, científico) podía ser limitado en el ejercicio de su poder por un sujeto capaz de hablar, y por lo tanto de resistir a él, Bernheim demostró al contrario que, a fines del siglo XIX, la hipnosis ya no era más que una cuestión de sugestión verbal: una clínica de la palabra reemplazaba entonces a la clínica de la mirada. En resumen, él contribuyó a disolver los últimos restos del magnetismo, invirtiendo la relación descrita por Puységur y anulando la hipnosis en la sugestión. De allí la disputa con Jean Martin Charcot, quien asimilaba la hipnosis a un estado patológico, y se servía de ella, no como medio terapéutico, sino para provocar crisis convulsivas y dar un estatuto de neurosis a la histeria. Bernheim acusó al maestro de la Salpêtrière de fabricar artificialmente síntomas histéricos, y de manipular a las enfermas. Agrupó en torno de él, además de Liébeault, a otros dos científicos: Henri Beaunis (1830-1921) y Jules Liégeois (1833-1908). Así se constituyó la Escuela de Nancy, que durante diez años batalló con la Escuela de la Salpêtrière. Mientras que Beaunis se aplicó a separar la filosofía de la psicología, creando con Alfred Binet, en 1894, la revista L’Année psychologique, Liégeois, jurista de formación, se interesó en los crímenes y delitos cometidos en estado de hipnosis, asumiendo la defensa de criminales víctimas de hipnotizadores en numerosos casos judiciales. La lógica de esta disolución de la hipnosis en la sugestión llevó entonces a Bernheim a sostener que los efectos obtenidos por el hipnotismo también se podían alcanzar mediante una sugestión en estado de vigilia -lo que luego se denominó psicoterapias-. De la misma manera, puede decirse que Sigmund Freud creó el psicoanálisis al abandonar la hipnosis por la catarsis, incluso sin haber adoptado la sugestión. Él socavó simultáneamente las tesis de Bernheim y Charcot, aunque inspirándose en ambas experiencias. De Charcot tomó una nueva conceptualización de la histeria, y de Bernheim el principio de una terapia mediante la palabra. En su autobiografía de 1925, Freud narra la visita que realizó a Bernheim y Liébeault, en el verano de 1889, en compañía de Anna von Lieben (Frau Cäcilie), inmediatamente antes de dirigirse a París para asistir a dos congresos internacionales, uno sobre psicología y otro sobre hipnotismo. En Nancy presenció las experiencias sorprendentes del médico alsaciano, mantuvo con él discusiones estimulantes, y emprendió la traducción de su libro. Pero comprobó que la sugestión sólo daba resultado en un ambiente hospitalario, y no con la clientela privada: «Abandoné entonces la hipnosis -subraya Freud-, y sólo retuve de ella la posición del paciente, tendido en un diván detrás del cual me sentaba yo, de manera que lo veía sin ser visto por él».