Biografía Fanon Frantz (1925-1961)
Fanon Frantz (1925-1961) Escritor y psiquiatra francés
Héroe de la lucha antinazi y figura de vanguardia del combate contra el colonialismo, Frantz Fanon nació en Fort-de-France, Martinica, en un ambiente acomodado. Su madre era de origen alsaciano, lo que explica la elección de su nombre, y el padre trabajaba para la administración colonial. Hijo ¡legítimo de una pareja mixta (sang mêlé) fue además marcado por el hecho de que era el más negro de los ocho hijos de la familia. Ser el más negro -dirá más tarde- es «ser el menos blanco». No sorprenderá que durante toda su vida lo haya obsesionado la cuestión de lo blanco y lo negro. Entre 1939 y 1943 estudió en el Liceo Scheelcher donde enseñaba Aimé Césaire. Después, hostil a la política del mariscal Pétain, marchó a la Dominica, para unirse a las Fuerzas Francesas Libres del Caribe. En 1944, a los 19 años, combatió en el frente europeo, y descubrió, en las filas del ejército de liberación, que la Francia resistente no era menos racista que la Francia petainista y antisemita. Después de ser enviado a Argelia fue condecorado con la cruz de guerra por el general Raoul Salan, comandante en jefe del sexto regimiento de tiradores senegaleses. En 1947, gracias a una beca estatal, se inscribió en la facultad de medicina de Lyon, y se especializó en psiquiatría. Emprendió entonces la redacción de su tesis, Peau noire, masques blancs, publicada en 1952, año en que se encontraba en el Hospital de Saint-Alban. Allí, formado por François Tosquelles, se inscribió en la gran corriente de la psiquiatría institucional, nacida en Francia con la lucha antinazi. AntiFreudiano, se negó a analizarse y, en diciembre de 1953, fue nombrado médico jefe del Hospital de Blida, en Argelia, donde pasó tres años atendiendo a enfermos mentales en el contexto de la guerra de liberación nacional. Peau noire, masques blanes era una respuesta a Psy chologie de la colonisation, obra del psicoanalista francés Octave Mannoni publicada en 1950. Aunque juzgaba «sincera» la argumentación de su adversario, Fanon le reprochó que psicologizara la situación colonial y redujera los conflictos entre el hombre blanco y el hombre negro a un juego sofisticado que llevaba a mantener al colonizado bajo la dependencia del colonizador. La crítica era de peso y, después de esa polémica, Mannoni mantuvo con su propio libro una relación ambivalente, renegando a veces de algunas de sus tesis, y otras reivindicándolas. En realidad, en ese debate los protagonistas adoptaron tesis que ya habían sido discutidas por Bronislaw Malinowski y Geza Roheim a propósito de Tótem y, tabú y del alcance, universal o no, del complejo de Edipo en el conjunto de las sociedades humanas. Si Mannoni, incluso antes de convertirse en Freudiano, defendía posiciones universalistas, corregidas por la fenomenología, Fanon, rechazando el Freudismo, adoptaba el principio de un culturalismo afirmado en el compromiso anticolonial. Por ello descartaba el psicoanálisis, en razón de su supuesta incapacidad para tomar en cuenta la negritud o la identidad negra: «Ni Freud ni Adler, ni siquiera el cósmico Jung, pensaron en los negros en el curso de su investigación 1. Quiérase o no, el complejo de Edipo no está cerca de ver la luz entre los negros.» No obstante, para construir su teoría de la identidad negra, Fanon se basaba en la noción del estadio del espejo tomada de Jacques Lacan. Ella le permitía criticar la psicología colonial fundada en una clasificación «racista», y distinguir el enfoque culturalista de la subjetividad respecto de la psicología de los pueblos y del diferencialismo. En la misma medida en que Mannoni seguía siendo tributario de una psicología que lo llevaba a considerar la situación colonial como un juego de roles o un galanteo perverso, Fanon integraba la adquisición del psicoanálisis para rechazar el Freudismo en nombre de una política. En tal sentido, anticipaba las posiciones de la antipsiquiatría. Cercano al Frente de Liberación Nacional (FLN), del que se convirtió en miembro en 1957, Fanon renunció a su puesto de médico jefe en 1956, para digirirse a Túnez y comprometerse en el combate desde una posicion más adelantada. Enseñó en la facultad de medicina y practicó la psiquiatría en el Hospital de la Manouba, y después, con Charles Géronimi, en el Hospital Charles-Nicolle, donde abrió un servicio de día. Por otra parte continuó escribiendo. En 1960, cuando redactaba su gran libro, Les Damnés de la terre, el más hermoso manifiesto de la rebelión anticolonial, supo que padecía una leucemia. Murió en diciembre de 1961 en un hospital de Washington, convencido del carácter ineluctable de la independencia por la que había luchado tanto. Apasionadamente leída y comentada en todo el mundo, la obra de Fanon ha sido mitificada en los Estados Unidos, donde el autor, aureolado con una leyenda de héroe de la negritud, se transformó, en la década de 1990, y en virtud de su referencia al estadio del espejo, en un «Lacan negro», más psicoanalista que psiquiatra, y sobre todo teórico de la hibridización cultural, es decir, de una no-diferenciación entre la identidad negra y la identidad blanca.