Biografía Mack – Brunswick Ruth Nacida Mack (1897-1946)
Mack – Brunswick Ruth Nacida Mack (1897-1946) Psiquiatra y psicoanalista norteamericana
Lo mismo que Marie Bonaparte y Jeanne Lampl-De Groot, Ruth Mack-Brunswick perteneció al «círculo de las mujeres» de Sigmund Freud. Fue su paciente, y después una de sus discípulas más fervorosas, al punto de que pronto ingresó en la intimidad familiar del maestro y se encontró finalmente dependiendo de él, un poco como su hija Anna Freud. Pero tuvo un destino mucho más trágico que los otros alumnos. Su análisis fue un desastre, y su morfinomanía, vinculada a enfermedades múltiples, le impidió desplegar sus verdaderos talentos de clínica y teórica. Nacida en Chicago en el seno de la burguesía judía acomodada, era hija de un brillante jurista filántropo. Diplomada primero en el Radcliffe College, a continuación emprendió estudios de medicina y psiquiatría en la escuela médica del College de Tuft. Casada muy joven con el médico Hermann Blurngart, cuyo hermano, Leonard Blurngart (1881-1951), se había instalado en Viena para realizar un análisis con Freud, ella viajó a su vez en 1922, e inició un tratamiento para curarse de una hipocondría grave. En esa época Freud analizaba a numerosos norteamericanos que en algunos casos se quedaban en Viena durante algunos años para atenderse o llegar a ser psicoanalistas. En esas circunstancias Ruth Mack conoció a Mark Brunswick. Enamorado de ella en secreto desde que había asistido a su casamiento, él era primo de la madre. Afectado de trastornos de la personalidad, se estaba analizando con Freud al mismo tiempo que su hermano David, que estudiaba psicología. Ya separada de su marido, Ruth fue tanto más seducida por Mark cuanto que Freud le explicaba el caso de él como en un análisis de control. Mark tenía una relación con una joven, pero finalmente, en 1928, después de cuatro años de cura, decidió casarse con Ruth. Freud y Oscar Rie fueron elegidos como testigos de la boda. Mientras tanto, Ruth se había convertido en una verdadera Freudiana, especialista en el tratamiento de la psicosis y apasionada por la cuestión de las relaciones preedípicas. Como ella rechazaba las tesis de Melanie Klein, Freud la respaldó, enviándole numerosos pacientes de entre sus allegados: Max Schur y su mujer en 1924, Muriel Gardiner y Serguei Constantinovich Pankejeff (el Hombre de los Lobos) en 1926, y también Robert Fliess, el hijo de Wilhelm Fliess, y Karl Menninger. Inmediatamente después de casarse, Ruth y Mark volvieron por un ano a los Estados Unidos, donde nació su hija llamada Mathilde en homenaje a Mathilde Hollister. A su retorno, ambos retomaron las curas con Freud. Mientras empeoraban los síntomas de Mark, también se agravaban los de Ruth. Abrumada por sus trastornos digestivos, ella tomó la costumbre de calmar el dolor con inyecciones reiteradas de morfina. A medida que avanzaba el análisis, su dependencia transferencial respecto de Freud iba aumentando al mismo tiempo que su toxicomanía. Enfermo desde varios años antes, el maestro no vacilaba en hacerse atender a veces por ella, y otras por Max Schur, quien pronto se convertiría en su médico personal. Aunque decepcionado por su incapacidad para curar a su querida discípula, Freud continuó manteniéndola dependiente de él, pero manifestándole sentimientos negativos y continuando el análisis del marido. En 1937, después de años de dramas y conflictos ligados a ese enredo inverosímil, Ruth y Mark decidieron divorciarse, y volvieron a casarse enseguida. En 1938 Ruth siguió a Freud a su exilio londinense. Después de que él muriera, ella se instaló en Nueva York, donde desempeñó un pequeño papel en la historia del movimiento psicoanalítico norteamericano. Convertido en alcohólico, Mark se separó de ella. Ruth emprendió entonces otro análisis con Hermann Nunberg. En el momento en que parecía curada, la encontraron muerta en el cuarto de baño después de una caída que fue atribuida a una «crisis cardíaca inducida por una neumonía».