Biografía Masotta Oscar Abelardo (1930-1979)
Masotta Oscar Abelardo (1930-1979) Psicólogo argentino
Introductor del lacanismo en la Argentina, y después en España, Oscar Masotta no tuvo una actividad regular como psicoanalista, pero por su enseñanza y sus iniciativas institucionales desempeñó el papel de didacta con los discípulos que formó en la lectura de los textos de Jacques Lacan y en una práctica lacaniana de la cura. Proveniente de la pequeña burguesía de Buenos Aires, tuvo una juventud típicamente porteña entre un grupo de hijos de inmigrantes, marxistas y existencialistas, apasionados por la cultura francesa y el cine de Hollywood. A Masotta le gustaban las mujeres, pero algunos de sus mejores amigos eran homosexuales. Rechazando violentamente al régimen peronista, ellos, a través de la lectura de Sartre y Merleau-Ponty, buscaban una filosofía del hombre a la vez universal y radical. A los 25 años Masotta empezó a publicar artículos en Clase obrera, la revista del movimiento obrero comunista, a mitad de camino entre el populismo y el marxismo. En 1960 pasó por una crisis suicida, una «enfermedad mental», entre histeria y esquizofrenia, como dijo él mismo, y comenzó un análisis con Jorge Carpinacci, un miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA). En su primera obra, dedicada a Roberto ArIt (1900-1942) y publicada en 1965, Masotta se identificaba con el escritor para reivindicar la bastardía (en el sentido sartreano), el clivaje, la desesperación y el nihilismo. Hijo de un inmigrante prusiano y de una mujer austríaca, Arlt había tenido una infancia miserable, signada por la rebelión contra la opresión paterna. Convertido en escritor y periodista en el período de entreguerras, creó un comité de apoyo a los republicanos españoles que contó con la adhesión de Enrique Pichon-Rivière. Sus libros presentaban una descripción violenta de la pequeña burguesía argentina, enfrentada a personajes de fulleros, truhanes, prostitutas: un universo cercano al del cine negro que se cruzaba con Faulkner, Dashiell Hammett, y el Sartre de La náusea. El descubrimiento del estructuralismo y la lectura de la Antropología estructural de Claude Lévi-Strauss determinaron la evolución de Masotta, que, sin renunciar al nihilismo, abrazó el culto de la estructura. Pichon-Rivière fue su iniciador. Le hizo leer números de la revista La Psychanalyse que incluían textos de Lacan, y en 1964 lo invitó a disertar en su instituto de psicología social; el tema fue «Lacan y el inconsciente en el fundamento de la filosofía». Rechazando cualquier carrera universitaria clásica, Masotta reunió alrededor de él a un grupo de estudio frecuentado por psicólogos, intelectuales y psicoanalistas de la APA. Más tarde, en el marco del Centro Superior de las Artes, donde daba cursos, conoció a Juan David Nasio, quien también se interesaba por la obra de Lacan y por los textos de Louis Althusser (1918-1990) y Georges Politzer (1903-1942). Juntos formaron en 1968 un grupo lacaniano informal. En esa época, bajo la dictadura del general Onganía, florecían numerosos círculos culturales privados al margen de la universidad; a menudo servían de refugio a profesores expulsados de sus puestos por el golpe de Estado. Después de haber creado en 1969 los Cuadernos Sigmund Freud, primera revista en castellano de difusión del pensamiento lacaniano, Masotta, respaldado por Serge Leclaire, Maud Mannoni y Octave Mannoni, organizó con ellos una mesa redonda en la cual participaron varios miembros de la APA: Marie Langer, Emilio Rodrigué, Arminda Aberastury, José Bleger, Fernando Ulloa. El objetivo era legitimar el movimiento lacaniano remitiéndose a la tradición ecléctica del Freudismo argentino. Mientras Masotta comenzaba a publicar obras de introducción al pensamiento lacaniano, su grupo aprovechó la crisis institucional de la APA para ofrecer una vía clínica a los terapeutas no médicos y no diplomados. A principios de la década de 1970, al mismo tiempo que aparecía la traducción castellana de los Écrits, realizada por Tomás Segovia y revisada por Nasio, de este contexto emergió un verdadero movimiento lacaniano. Nasio había emigrado en 1969, después de un análisis con Emiliano del Campo, a su vez analizado por José Bleger, y se había integrado a la École Freudienne de Paris (EFP). En 1986 creó su propio grupo: los Séminaires psychanalytiques de Paris (SéPP). El 28 de junio de 1974, Masotta, con diecinueve psicoanalistas -entre ellos Isidoro Vegh y Germán Leopoldo García- fundó la Escuela Freudiana de Buenos Aires (EFBA), cuyos estatutos, estructuras y modalidades de análisis didáctico copiaban los de la EFR Un año más tarde viajó a París para presentar su escuela, en el momento en que la comunidad lacaniana era ya víctima de una crisis de sucesión. Convertido en miembro de la EFP, Masotta dejó la Argentina un poco antes del golpe de Estado del general Videla. Después de una estada en Londres, se instaló en 1976 en Barcelona, donde desplegó una extraordinaria actividad editorial e institucional, sentando las bases de la implantación del lacanismo en España, mientras el fin del régimen franquista y la llegada de la democracia permitían prever una restauración del Freudismo en ese país. El 18 de febrero de 1977 creó la Biblioteca Freudiana de Barcelona, primera institución lacaniana hispanohablante de Europa, y durante dos años organizo coloquios y cursos en varias grandes ciudades, dando origen a un verdadero movimiento. En 1979 estalló una escisión en la EFBA. Desde Barcelona, Masotta fundó un nuevo grupo, la Escuela Freudiana de Argentina, de la cual más tarde, a través de varias escisiones, derivarían todos los grupúsculos del lacanismo argentino. Gran fumador, murió a los 49 años, llevado al cabo de unos pocos meses por un cáncer de pulmón.