Biografía Meng Heinrich (1887-1975)
Meng Heinrich (1887-1975) Médico y psicoanalista suizo
Pionero de la aplicación del psicoanálisis en el ámbito de la higiene mental, que él denominaba «higiene psíquica», militante socialista y antifascista convencido, Heinrich Meng provenía de un ambiente de maestros protestantes. Nació en Alemania en la aldea de Hohnhurst, cerca de Estrasburgo. A los 2 años contrajo una prolongada enfermedad, a la cual sobrevivió, según él, «gracias al amor indefectible y a la fe religiosa de la madre». Vegetariano, apasionado de la nutrición correcta, de la historia de las religiones, de la filosofía y la fisiología, inició estudios médicos en 1907, en Friburgo de Brisgovia. Allí oyó hablar por primera vez de Sigmund Freud, en una conferencia de August Forel. Después de varias pasantías y una investigación sobre el alcoholismo, se instaló en Stuagart, donde abrió un consultorio de medicina general. Practicó entonces el hipnotismo, la sugestión, y se interesó por la homeopatía. Pacifista durante la Primera Guerra Mundial, sirvió como médico en los campos de prisioneros y en hospitales del frente. En 1918 comenzó a interesarse por el psicoanálisis, e inició una correspondencia con Freud. Se analizó con Paul Fedem en Viena, en el curso de una estada de nueve meses, durante la cual también asistió a las reuniones de la Wiener Psychoanalytische Vereinigung (WPV). En 1923 aceptó un puesto de médico consejero en el Kremlin, para estudiar las teorías pavlovianas. Intentó en vano acercarse a Lenin, y después abandonó Moscú para volver a Stuttgart; allí organizó conferencias con obreros para la profilaxis de las enfermedades psíquicas. Más tarde se dirigió a Berlín, donde se unió al equipo del prestigioso Policlínico del Berliner Psychoanalytisches Institut (BPI) creado por Max Eitingon y Ernst Simmel. Realizó entonces un segundo análisis con Hanns Sachs, mientras seguía los cursos de Karl Abraham. Partidario de una concepción unitaria de la medicina, le interesaban todas las formas de psicoterapia que apuntaran a popularizar los descubrimientos del psicoanálisis. A partir de 1928, instalado en Francfort con Karl Landauer, dirigió el Instituto de Psicoanálisis y trabajó como psicoterapeuta con adolescentes afectados de diversos trastornos, en particular anorexia. En 1933, después de haberse malquistado públicamente con Carl Gustav Jung, a quien le reprochaba su actitud respecto del nacional socialismo, rechazó la política de «salvamento» del psicoanálisis en Alemania preconizada por Ernest Jones, y se solidarizó con sus colegas judíos perseguidos por los nazis. Como ellos, tomó la ruta del exilio y se instaló en Basilea, donde crearon para él la primera cátedra de «higiene psíquica», que ocupó hasta su retiro en 1956. Convertido en uno de los grandes especialistas en pedagogía psicoanalítica, viajó a Israel en 1959 y conoció, no sólo al filósofo Martin Buber (1878-1965), de quien se hizo amigo, sino también a los organizadores de la prevención de la delincuencia que se inspiraban en sus trabajos. Al final de su vida aceptó volver a Alemania para dar conferencias en varias universidades.