Biografía Moreno Jacob Levy, Nacido Jacob Levy (1889-1974)
Moreno Jacob Levy Nacido Jacob Levy (1889-1974) Psiquiatra norteamericano
Nacido en Bucarest, Jacob Levy provenía de una familia judía sefardita. Su padre, Moreno Nissim Levy (1858-1925), de origen búlgaro pero nacionalidad turca hasta la independencia de Bulgaria en 1878, se había especializado en el comercio de objetos funerarios. Su tiempo transcurría en viajes por los Balcanes y navegando en el mar Negro. Hacia 1896 se instaló con su familia en Viena, y en 1904 se estableció en Berlín. Sus negocios en el ramo de los ataúdes resultaron desastrosos. Desdichado en Alemania, el hijo decidió volver a Viena, donde estudió psiquiatría bajo la dirección de Otto Pötzl (1877-1962), a su vez alumno y asistente de Julius Wagner-Jauregg, mientras se apasionaba por la filosofía y sobre todo por el teatro. En 1921 creó el «teatro impromptu- (Stegreiftheater), en el cual, durante tres años, exploró con actores la idea del juego espontáneo o la improvisación catártica que serviría de base a su reflexión futura sobre el psicodrama. Después de un pasaje difícil por la ciudad termal de Bad Vöslau, donde comenzó a tomarse por un «hacedor de milagros» y a desarrollar lo que él llamó su «megalomanía existencial», pudo realizar el sueño de su vida (y el del padre), emigrando a los Estados Unidos en diciembre de 1925. Presentó sus ideas en Filadelfia, donde recibió la aprobación de William Alanson White. Después se instaló en Beacon, a orillas del Hudson, donde abrió una clínica psiquiátrica y, en 1936, gracias al dinero de la mujer del actor Franchot Tone (1903-1968), fundó el primer teatro de terapia psicodramática. Más tarde realizó una carrera internacional, popularizando el psicodrama y la sociometría (el estudio de las reacciones de rechazo en las organizaciones grupales). Al cambiar de continente y de nacionalidad, Jacob Levy transformó su identidad, tomando por apellido el nombre del padre: en adelante, se hizo llamar J. L. Moreno. Por otra parte, inspiró una leyenda increíble sobre sus orígenes, falsificando su fecha de nacimiento y contando que la madre había dado a luz en medio de una tormenta, en un barco que atravesaba el mar Negro: de tal modo se hacía pasar por el «mesías del Danubio», milagrosamente salvado de las aguas. También inventó un encuentro en Viena con Sigmund Freud, y se atribuyó la gloria de haber fundado una nueva doctrina, superior al psicoanálisis: «Doctor Freud -le habría declarado ese día-, yo empiezo donde usted se ha detenido. Usted se encuentra con las personas en el marco artificial de su consultorio. Yo las encuentro en la calle, en su casa, en su ambiente natural. Usted analiza sus sueños, los descompone en mil fragmentos. Yo les doy el coraje de seguir soñando, de explorar concretamente sus conflictos y de ser creadores.» Al final de su vida, afectado por trastornos cardíacos, Moreno puso en escena su propia muerte, siguiendo el principio del psicodrama. Dejó de comer, comenzó a hablar exclusivamente alemán y rumano, y durante tres semanas recibió a la cabecera de su cama a todos sus fieles, provenientes de todo el mundo. Ha sido el historiador rumano Gheorghe Bratescu quien, por primera vez en 1975, invalidó las leyendas forjadas por Moreno.