Biografía Stärcke August (1880-1954)
Stärcke August (1880-1954) Psiquiatra y psicoanalista holandés
Pionero del Freudismo en Holanda, August Stärcke (o Staercke) provenía
de un ambiente de artesanos y docentes. En su familia, fue su hermano
menor Johan Stärcke (1882-1917), muerto prematuramente, quien se
interesó en primer lugar por el psicoanálisis, desde la publicación de La interpretación de los sueños. Miembro
de la Wiener Psychoanalytische Vereinigung (WPV) entre 1911-1917,
August Stärcke emprendió la traducción al holandés de la obra de
Sigmund Freud mientras él mismo publicaba artículos sobre el enfoque
psicoanalítico de la psicosis. En 1921, en su principal estudio,
"Psychoanalyse und Psychiatrie", se basó considerablemente en las tesis
de Sandor Ferenczi para desarrollar sus propias ideas sobre el yo y la
repetición. Por otra parte, en el curso de su correspondencia con Freud
a propósito de Más allá del principio de placer, expresó
su desacuerdo sobre la cuestión de la pulsión de muerte. Como muchos
Freudianos de su generación, Stärcke no se analizó. Hostil al
dogmatismo, puso de manifiesto un mismo interés por todos los ámbitos
del saber -entre los cuales contaba al psicoanálisis-. Fue sobre todo
un gran especialista en entomología, y publicó un centenar de trabajos
sobre ese tema.
(Viena, Austria, 1887 – Denver,
Colorado, 1974). Después de haber huido de Alemania con la llegada de
los nazis al poder y de haber residido en París en su ruta de exilio,
se instala en los Estados Unidos y enseña en la Universidad de
Colorado. Sus trabajos, basados en observaciones directas, recayeron en
la relación entre la madre y el hijo durante los dos primeros años de
vida. Reconoció las consecuencias, para el desarrollo psíquico y
somático, de las carencias afectivas sobrevenidas en ese período y, en
particular, elaboró las nociones de hospitalismo y de depresión
anaclítica. Entre sus obras, destacamos Anaclitic Depression, The Psychoanalytic Study of the Child (1946), Die Entstehung der Ersten Objektbeziehung (1956), No and Yes. On the beginnings of Human Communication (1956).