* Encopresis
Características diagnósticas
La característica esencial de la encopresis es la emisión repetida de heces en lugares inadecuados (p. ej., la ropa o el suelo) (Criterio A). En la mayor parte de los casos esta emisión puede ser involuntaria, pero en ocasiones es intencionada. El hecho debe ocurrir por lo menos una vez al mes durante 3 meses como mínimo (Criterio B), y la edad cronológica del niño debe ser por lo menos de 4 años (o, para los niños con retraso del desarrollo, una edad mental mínima de 4 años) (Criterio C). La incontinencia fecal no puede deberse exclusivamente a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., laxantes) ni de una enfermedad médica, excepto por algún mecanismo que implique estreñimiento (Criterio D).
Cuando la emisión de heces es más involuntaria que intencionada suele ir asociada a estreñimiento, ventosidades y retención con el rebosamiento consiguiente. El estreñimiento puede producirse por razones psicológicas (p. ej., ansiedad al defecar en un lugar concreto o un patrón más general de ansiedad o de comportamiento negativista), lo que conduce a una evitación de la defecación. Las predisposiciones fisiológicas al estreñimiento incluyen la deshidratación asociada a una enfermedad febril, el hipotiroidismo o el efecto secundario de una medicación. Una vez establecido el estreñimiento, puede complicarse por una fisura anal, defecación dolorosa y retención fecal posterior. La consistencia de las heces puede variar. En algunos sujetos son de consistencia normal o casi normal. En otros son líquidas, concretamente cuando existe una incontinencia por rebosamiento, secundaria a una retención fecal.
Subtipos
La encopresis se codifica de acuerdo con el subtipo que caracteriza su presentación:
R15 Con estreñimiento e incontinencia por rebosamiento [787.6].
La exploración física o la historia clínica ponen de manifiesto la existencia de estreñimiento. Característicamente (aunque no siempre), las heces están escasamente estructuradas y se observa un rezumar continuo, ocurriendo tanto durante el día como durante el sueño. En la defecación normal sólo se expulsan pequeñas cantidades de heces, y la incontinencia se resuelve tras el tratamiento del estreñimiento.
F98.1 Sin estreñimiento ni incontinencia por rebosamiento [307.7].
Ni la exploración física ni la historia clínica ponen de manifiesto la existencia de estreñimiento. Las heces tienden a ser de forma y consistencia normales, y la aparición de heces es intermitente. Las heces pueden depositarse en un lugar preferente. Este trastorno suele asociarse a un trastorno negativista desafiante o a un trastorno disocial, o bien es la consecuencia de masturbación anal.
Síntomas y trastornos asociados
El niño con encopresis suele sentirse avergonzado y puede desear evitar las situaciones (p. ej., campamento o escuela) que pudieran producirle embarazo. La importancia de la alteración depende de su efecto sobre la autoestima del niño, el grado de ostracismo social determinando por los compañeros y la cólera, el castigo y el rechazo manifestados por los cuidadores. El embadurnamiento con heces puede ser deliberado o accidental, resultando del intento del niño por limpiar u ocultar las heces que expulsó involuntariamente. Cuando la incontinencia es claramente deliberada, cabe observar características del trastorno desafiante o de trastorno disocial. Muchos niños con encopresis presentan también enuresis.
Prevalencia
Se estima que aproximadamente el 1 % de los niños de 5 años de edad presentan encopresis y que el trastorno es más frecuente en varones que en mujeres.
Curso
La encopresis no se diagnostica hasta que un niño ha alcanzado una edad cronológica de por lo menos 4 años (o, en niños con retrasos del desarrollo, una edad mental de por lo menos 4 años). Un adiestramiento del control de esfínteres inadecuado e incoherente y el estrés psicosocial (p. ej., entrar en la escuela o el nacimiento de un hermano) pueden ser factores predisponentes. Se han descrito dos tipos de curso: un tipo «primario» en que el sujeto nunca ha adquirido continencia fecal y un tipo «secundario» en que la alteración se desarrolla tras un período de continencia fecal. La encopresis puede persistir con exacerbaciones intermitentes durante años, pero muy rara vez se cronifica.
Diagnóstico diferencial
En presencia de una enfermedad médica el diagnóstico de encopresis sólo es apropiado si el mecanismo implica estreñimiento. La incontinencia fecal relacionada con otras enfermedades médicas (p. ej., diarrea crónica) no justifica un diagnóstico DSM-V de encopresis.
Relación con los Criterios Diagnósticos de Investigación de la CIE-10
A diferencia del DSM-IV, que establece una duración mínima de los síntomas de 3 meses, los Criterios Diagnósticos de Investigación de la CIE-10 exigen una duración de como mínimo 6 meses. En la CIE-10, este trastorno viene recogido con el nombre de encopresis no orgánica.
Criterios para el diagnóstico de encopresis
A. Evacuación repetida de heces en lugares inadecuados (p. ej., vestidos o suelos), sea involuntaria o intencionada.
B. Por lo menos un episodio al mes durante un mínimo de 3 meses.
C. La edad cronológica es por lo menos de 4 años (o un nivel de desarrollo equivalente).
D. El comportamiento no se debe exclusivamente a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., laxantes) ni a una enfermedad médica; excepto a través de un mecanismo que implique estreñimiento.
Codificar del modo siguiente:
R15 Con estreñimiento e incontinencia por rebosamiento [787.6]
(también código K59.0 Estreñimiento en Eje III)
F98.1 Sin estreñimiento ni incontinencia por rebosamiento [307.7]
* F98.0 Enuresis (no debida a una enfermedad médica) [307.6]
Características diagnósticas
La característica esencial de la enuresis es la emisión repetida de orina durante el día o la noche en la cama o en los vestidos (Criterio A). En la mayor parte de los casos este hecho suele ser involuntario, pero en ocasiones es intencionado. Para establecer un diagnóstico de enuresis la emisión de orina debe ocurrir por lo menos dos veces por semana durante un mínimo de 3 meses, o bien debe provocar malestar clínicamente significativo o deterioro social, académico (laboral) o de otras áreas importantes de la actividad del individuo (Criterio B). El sujeto debe haber alcanzado una edad en la que es esperable la continencia (esto es, la edad cronológica del niño debe ser por lo menos de 5 años o, en niños con retrasos del desarrollo, una edad mental de, como mínimo, 5 años (Criterio C). La incontinencia urinaria no se debe exclusivamente a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., diurético), ni a una enfermedad médica (p. ej., diabetes, espina bífida, trastorno convulsivo) (Criterio D).
Subtipos
La situación en que ocurre la enuresis puede clasificarse según uno de los siguientes subtipos:
Sólo nocturna.
Es éste el subtipo más frecuente y se define como la emisión de orina sólo durante el sueño nocturno. El episodio enurético ocurre típicamente durante el primer tercio de la noche. Ocasionalmente, la emisión tiene lugar durante el período de movimientos oculares rápidos (REM) del sueño y el niño puede recordar un sueño que implicaba el acto de orinar.
Sólo diurna.
Este subtipo se define como la emisión de orina sólo durante las horas de vi
gilia. La enuresis diurna es más frecuente en mujeres que en varones y es poco frecuente tras
los 9 años de edad. El episodio enurético suele sobrevenir en la mayor parte de los casos a pri
meras horas de la tarde en los días escolares. La enuresis diurna se debe a veces a una resis
tencia a utilizar el water por ansiedad social o por una preocupación relacionada con la actividad escolar o lúdica.
Nocturna y diurna.
Este subtipo se define como una combinación de los dos tipos anteriores.
Síntomas y trastornos asociados
El volumen de las alteraciones asociadas a la enuresis depende de la limitación ejercida sobre las actividades sociales del niño (p. ej., imposibilidad de dormir fuera de casa) o de su efecto sobre su autoestima, el grado de ostracismo social a que le sometan sus compañeros y la cólera, el castigo y el rechazo ejercido por sus cuidadores. Aunque la mayor parte de los niños con enuresis no presentan un trastorno mental coexistente, la prevalencia de trastornos mentales y de otros trastornos del desarrollo coexistentes es mayor que en la población general. Pueden asociarse encopresis, sonambulismo y terrores nocturnos. Las infecciones del tracto urinario son más frecuentes en niños con enuresis, en especial del tipo diurno, que en los continentes. La enuresis suele persistir tras el tratamiento apropiado de una infección asociada. Se han sugerido varios factores predisponentes, entre los que se incluyen un adiestramiento del control de esfínteres retrasado o laxo, el estrés psicosocial, una disfunción de la capacidad para concentrar la orina y un umbral de volumen vesical para la emisión voluntaria más bajo de lo normal.
Prevalencia
A los 5 años de edad la prevalencia de enuresis es del 7 % en varones y del 3 % en mujeres; a los 10 años de edad la prevalencia es del 3 % en varones y del 2 % en mujeres. A los 18 años de edad la prevalencia es del 1 % en varones y en menor proporción en mujeres.
Curso
Se han descrito dos tipos de curso de enuresis: un tipo «primario», en el que el sujeto nunca ha establecido continencia urinaria, y un tipo «secundario», en el que el trastorno se desarrolla después de un período de continencia urinaria establecida. Por definición la enuresis primaria se inicia a los 5 años de edad. La época más frecuente en que se inicia una enuresis secundaria es los 5 a 8 años de edad, pero ésta puede ocurrir en cualquier momento. Después de los 5 años de edad, la tasa de remisión espontánea oscila entre el 5 y el 10 % anual. La mayor parte de los niños con este trastorno se hacen continentes durante la adolescencia, pero aproximadamente en el 1 % de los casos el trastorno se prolonga hasta la edad adulta.
Patrón familiar
Aproximadamente el 75 % de todos los niños enuréticos tiene un familiar biológico en primer grado que también ha sufrido el trastorno. La concordancia en cuanto al trastorno es mayor en gemelos monocigotos que en dicigotos.
Diagnóstico diferencial
No se establece el diagnóstico de enuresis en presencia de una vejiga neurogénica o de una enfermedad médica que cause poliuria o urgencia (p. ej., diabetes mellitus o diabetes insípida no tratadas) o durante una infección aguda del tracto urinario. Sin embargo, el diagnóstico de enuresis es compatible con estos procesos si había incontinencia urinaria antes de presentarse la enfermedad médica o si persiste tras la instauración del tratamiento adecuado.
Relación con los Criterios Diagnósticos de Investigación de la CIE-10
Los Criterios Diagnósticos de Investigación de la CIE-10 proponen un umbral de frecuencias distinto: al menos dos veces al mes en niños de menos de 7 años y al menos una vez al mes en edades iguales o superiores. Además, la CIE-10 incluye un criterio de exlusión muy estricto, que descarta el diagnóstico de enuresis si existe cualquier prueba de que existe otro trastorno mental. En la CIE-10, este trastorno viene recogido con el nombre de enuresis no orgánica.
Criterios para el diagnóstico de F98.0 Enuresis [307.6]
A. Emisión repetida de orina en la cama o en los vestidos (sea voluntaria o intencionada).
B. El comportamiento en cuestión es clínicamente significativa, manifestándose por una frecuencia de 2 episodios semanales durante por lo menos 3 meses consecutivos o por la presencia de malestar clínicamente significativo o deterioro social, académico (laboral) o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
C. La edad cronológica es de por lo menos 5 años (o el nivel de desarrollo equivalente).
D. El comportamiento no se debe exclusivamente al efecto fisiológico directo de una sustancia (p. ej., un diurético) ni a una enfermedad médica (p. ej., diabetes, espina bífida, trastorno convulsivo).
Especificar tipo:
Sólo nocturna
Sólo diurna
Nocturna y diurna
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