RENÉ DESCARTES
Tratado de LAS PASIONES DEL ALMA (1649)
SEGUNDA PARTE
DEL NÚMERO Y DEL ORDEN DE LAS PASIONES Y EXPLICACIÓN DE LAS SEIS PRIMARIAS
ORDEN Y ENUMERACIÓN DE LAS PASIONES
Art. 139. De la función de las mismas pasiones en cuanto corresponden al alma, y en primer
lugar al amor.
Esto bastaría si sólo tuviéramos cuerpo o si el cuerpo fuese nuestra mejor parte; pero,
como no es sino la menor, debemos principalmente considerar las pasiones en cuanto
corresponden al alma, con relación a la cual el amor y el odio provienen del conocimiento y
preceden a la alegría y a la tristeza, excepto cuando estas dos últimas suplen al
conocimiento, del cual son especies. Y cuando este conocimiento es verdadero, es decir, que
las cosas que nos hace amar son verdaderamente buenas y las que nos hace odiar son
verdaderamente malas, el amor es incomparablemente mejor que el odio; nunca podría ser
demasiado grande y no deja nunca de producir alegría. Digo que este amor es sumamente bueno porque, uniendo a nosotros verdaderos bienes, nos perfecciona en la misma medida. Digo también que no podría ser demasiado grande, pues todo lo que el más excesivo puede hacer es unirnos tan perfectamente a esos bienes que el amor que sentimos particularmente por nosotros mismos no haga en ellos ninguna distinción, lo que no creo que pueda ser nunca malo; y le sigue inmediatamente la alegría porque nos presenta lo que amamos como un bien que nos pertenece.