RENÉ DESCARTES
Tratado de LAS PASIONES DEL ALMA (1649)
TERCERA PARTE
DE LAS PASIONES PARTICULARES
Art. 169. En qué casos es censurable.
Pero la gente se burla de un avaro cuando es celoso de su tesoro, es decir, cuando lo protege con los ojos y no quiere alejarse nunca de él por miedo de que se lo roben; pues el dinero no vale la pena de ser guardado con tanto celo. Y se desprecia a un hombre celoso de su mujer, porque esto demuestra que no la ama de buena ley y que tiene mala opinión de sí mismo o de ella: digo que no ama de buena ley, porque si le tuviera un verdadero amor, no se sentirá inclinado a desconfiar de ella; pero no es propiamente a ella a quien ama, sino sólo al bien que cree hallar en ser su dueño único, y no temerá perder este bien si no se juzgara indigno del mismo o no creyera infiel a su mujer. Por lo demás, esta pasión sólo se refiere a las sospechas y a las desconfianzas, pues tratar de evitar algún mal cuando se tiene justo motivo para temerlo no es propiamente ser celoso.