ESTUDIO PSICOANALITICO DE CUENTOS INFANTILES
Volver al índice general de «ESTUDIO PSICOANALITICO DE CUENTOS INFANTILES«
Introducción:
Comenzaremos haciendo una breve historia de nuestro interés por los cuentos tradicionales, los distintos aspectos que hemos ido estudiando y los diferentes puntos de vista que fuimos adoptando para ello.
Distinguinos cinco fases bien diferenciadas:
Primera fase.
En torno a los cursos 1974—75 y 1975—76.
El interés por el estudio de los cuentos infantiles había surgido por la vía de la actividad profesional: por entonces utilizábanos con bastante frecuencia, con fines psicodiagnósticos, el test proyectivo conocido como las Pábulas de Louise Düss.
En este test el niño debe completar con un relato inventado por él (más o menos rico, estructurado o imaginativo) las situaciones que las Fábulas le plantean.
Para estos fragmentos añadidos, los niños tomaban casi siempre importantes “préstamos” a las más conocidas narraciones tradicionales.
Por otra parte, en los pocos casos de psicoterapia con niños que entonces conducíamos, los sujetos daban cuenta de sus vivencias o de sus fantasías, utilizando en muchas ocasiones para ello a personajes, situaciones, y a veces secuencias enteras, pertenecientes a los cuentos tradicionales.
La pregunta surgía inmediata: ¿en qué estribará la importancia que sin duda los cuentos tienen para el niño?, ¿qué servicios prestan los cuentos a los niños?. Esta fase fue, por tanto, de descubrimiento del objeto de estudio y formulación de las primeras preguntas en torno a él.
Se fue perfilando un titulo: “Importancia pedagógica de los cuentos infantiles, a través de un estudio psicológico”.
Dos primeros aspectos nos llamaron la atención:
a) con dos vertientes a su vez: la permanencia de determinados tipos de cuentos infantiles a través del tiempo; y la presencia de tenas idénticos en culturas claramente diferentes.
b) el contenido mismo de los cuentos. Especialmente la presencia frecuente de elementos aparentemente angustiosos, agresivos, violentos.
Elaboramos unas encuestas de sondeo que concluyeron en un cuestionario a través del cual tratabamos de llegar a establecer qué cuentos son mejor recordados y cuáles más olvidados. Tambien: cuáles son más elegidos y cuáles más rechazados. Y si eso podía ponerse en relación con los contenidos de los relatos y con algunas características del sujeto encuestado.
Tras la aplicación de quinientos cuestionarios, fundamentalmente a alumnos de la Facultad de Psicología, en los cursos 74—75 y 75—76, los resultados obtenidos no eran alentadores: no eran significativos en lo que a la investigación interesaba.
Las situaciones de los sujetos encuestados incluían tal cantidad de variables con respecto al objeto de estudio que hacia imposible la elaboración de una muestra adecuada.
Un ejemplo: ¿cóno controlar, en los distintos sujetos, el tienpo transcurrido desde la última lectura o audición de Los cuentos sobre los que se le pregunta en la encuesta, de manera que pudiéramos constituir una muestra homogénea?
¿Hasta cuando leyeron u oyeron los cuentos los sujetos encuestados?.
¿Han podido nantener contacto con estos cuentos a través de hermanos pequeños, otros familiares, lenguaje familiar cargado de alusiones a este material de tradición oral, trabajos relacionados con la infancia, películas, etc?.
Otro problema: areas de procedencia. No todos los cuentos tienen la misma implantación en las distintas zonas, ni es igual la cultura popular oral en las distintas regiones, Seria preciso por tanto un estudio antropológico correlativo (sólo muy parcialmente hecho en nuestro país) y baremar a cada sujeto en relación con la intensidad de presencia de las versiones mencionadas en el lugar donde él ha pasado su infancia, por ejemplo.
Esto hubiera excedido con mucho los objetivos, intereses y posibilidades de esta investigación.
junto con este tipo de dificultades, surgieron otras de naturaleza teórica, no menos árduas. Así por ejemplo, se plantearon problemas importantes respecto al funcionamiento de la memoria, que complicaban la investigación:
¿Qué se recuerda mejor?: ¿lo placentero?, ¿lo traumático?, ¿lo angustioso?.
¿Se recuerda en función del contenido?, ¿en función de las asociaciones formales?, ¿en función de las características del momento interno y externo en que lo percibió el sujeto?, ¿en función de la persona que hizo llegar el contenido al sujeto?. ¿En qué proporción intervendría todo ello?.
Por estas dificultades, entre otras, se abandonó el intento experimental, conservando eso si algunos datos importantes que permitieron centrar,durante mucho tiempo, el objeto de estudio: los cuentos de hadas.
Otro problema: areas de procedencia. No todos los cuentos tienen la misma implantación en las distintas zonas, ni es igual la cultura popular oral en las distintas regiones, Seria preciso por tanto un estudio antropológico correlativo (sólo muy parcialmente hecho en nuestro país) y baremar a cada sujeto en relación con la intensidad de presencia de las versiones mencionadas en el lugar donde él ha pasado su infancia, por ejemplo.
Esto hubiera excedido con mucho los objetivos, intereses y posibilidades de esta investigación.
junto con este tipo de dificultades, surgieron otras de naturaleza teórica, no menos árduas. Así por ejemplo, se plantearon problemas importantes respecto al funcionamiento de la memoria, que complicaban la investigación:
¿Qué se recuerda mejor?: ¿lo placentero?, ¿lo traumático?, ¿lo angustioso?.
¿Se recuerda en función del contenido?, ¿en función de las asociaciones formales?, ¿en función de las características del momento interno y externo en que lo percibió el sujeto?, ¿en función de la persona que hizo llegar el contenido al sujeto?. ¿En qué proporción intervendría todo ello?.
Por estas dificultades, entre otras, se abandonó el intento experimental, conservando eso si algunos datos importantes que permitieron centrar,durante mucho tiempo, el objeto de estudio: los cuentos de hadas.
La categoría “cuento de hadas” no es universal y es confusa: no está bien definida entre los expertos (Rodríguez Almodóvar 1989). Entre nosotros contamos con una denominación bellísima «cuentos de encantamiento” (Fernán caballero 1986, por ejemplo)
Ambas suelen aceptarse como equivalentes de la más extendida y aproptada: ”cuentos maravillosos” (Propp 1971)
En esta primera fase todavía considerábamos como representantes de los cuentos de hadas, o maravillosos, a los recopilados fundamentalmente por Charles Perrault y por los hermanos Grimm, Estos cuentos describen situaciones que están ancladas en la realidad cotidiana de un niño normal de nuestra cultura: presencia importante de la familia, relaciones del sujeto con los padres y hermanos, problemas ligados a la supervivencia, al triunfo, al reconocimiento, peligros que dificultan esa consecución, etc).
En todos ellos se llega a un final feliz.
Un aspecto se hacía progresivamente notorio: la semejanza entre esos relatos y las vivencias contadas por los niños que teníamos en tratamiento y por los nitos supuestamente normales.
¿Qué relación podía haber entre la vida de un niño y la vida contada del protagonista?.
Con preguntas de este tipo se abría la segunda fase del trabajo.
Una sencilla publicación (Gutiérrez 8. 1975), sobre la sexualidad en los cuentos infantiles, y en parte, otra (Gutiérrez 5. 1976), con pretensiones más panorámicas sobre los contenidos y mensajes del cuento, podrían ser ejemplos del desarrollo de nuestros intereses en esta fase.
NOTAS A LA INTRODUCCION:
(1).— Mis actividades en relación con los cuentos tradicionales se han sucedido con mayor o menor continuidad, desde el año 1975 en que doy una conferencia (Interpretación psicológica de los cuentos infantiles) en el servivejo de Psiquiatría de la Fundación Jiménez Diaz, o el Curso en el Instituto de Cultura Hispánica en 1976/77 (Aspectos psicológicos del cuento infantil), ya citado anteriormente, basta hoy.
(2) Quienes, a base de ilusión y esfuerzo, son responsables en alto grado de la importancia que en los últimos años ha ido cobrando la literatura infantil en nuestro país. A través de la organización do cursos en distintos CE? (Centros de Profesores) de varias provincias; formación y animación de múltiples Grupos de literatura infantil en casi toda España; actividades complementarias (ciclos de conferencias representaciones literarias plásticas, exposiciones, etc); múltiples publicaciones de las que sólo citaremos: Martin Hebras (1980), Polegrin (1982): orquin (1988),
(3).- Uno de los frutos de esa búsqueda febril, como aquella de que habla I. Calvino, ha sido la recopilación de las versiones literarias de La niña sin brazos cuyo enumeración se hace en el capitulo 3. junto con la mención de sus fuentes y cuyos textos figuran en el anexo correspondiente.
La localización y acceso a estas fuentes, en su nayoria de finales del siglo pasado y principios de éste (auge de los estudios folclóricos), de distintos países, ha supuesto una larga tarea.
En el presente trabajo no hemos podido aprovechar, como hubiéramos querido, la riqueza de ese material del que, por el momento, sólo hemos hecho una utilización parcial, de acuerdo con los objetivos de este trabajo. Queda para más adelante un estudio más adecuado a las particularidades específicas de esos impresionantes relatos literarios.
(4).- Dado que a partir de ahora se harán frecuentes referencias al cuento de “La niña sin brazos”, haremos aquí un breve resumen de su contenido más común. En las versiones populares se trata, en general de una niña a quien, por desobecer al padre, movida por su buen corazón, por transgresión de prohibiciones dictadas por el diablo a quien la ha vendido su padre, o por acusaciones celosas de otras mujeres (cuñada), es mutilada —manos o brazos; en algunas versiones, lengua y ojos—, y abandonada. En estas condiciones la encuentra un príncipe que se enamora de ella e, inmediatamente, la hace su mujer.
Cuando ella espera un hijo, el príncipe parte para la guerra. En su ausencia, la esposa da a luz a uno o dos hijos. Se le comunica al padre la noticia. Pero la suegra, o el diablo, cambian las cartas y comunican al Príncipe que su mujer ha tenido unos animalillos o un monstruo. La respuesta del príncipe ordenando que no se haga nada en tanto él vuelva, es cambiada otra vez: se dan órdenes para matar a la mujer y sus hijos o enviarles al destierro. Así se hace, y la niña con sus hijos, tras distintas penalidades, son socorridos por algún personaje, generalmente sobrenatural en las versiones populares, gracias a lo cual sobreviven. El príncipe se ha encontrado a su vuelta con la situación y, tras ejercer justicia, en las versiones que la madre o un ministro han preparado la intriga, se emtrega a la búsqueda de su mujer y sus hijos. En casi todas las versiones los encuentra tras largos años. Pero no los reconoce fácilmente. El final incluye el reconocimiento y la vuelta de todos al hogar familiar. La variante más significativa con respecto a las versiones literarias es que en casi todas estas el motivo de la mutilación (automutilación en este caso), es la resistencia de la niña frente a los deseos incestuosos del padre.
(5).— Ninguna versión, de las que tengamos noticia, tiene esa secuencie. La mutilación de la niña siempre se produce al principio. Tras ello viene el abandono o el destierro. Luego la boda, el parto, el engaño y el nuevo destierro. Sólo al final vendrá el reconocimiento y la recuperación de los brazos o manos. Y este autor que construye un libro claro, ágil y muy didáctico, sin embargo, no sólo es confuso cuando da la secuencia de La niña perseguida, sino tambien cuando sugiere una interpretación histórico— cultural del cuente: ¿A qué moral sirve el cuento?. La interpretación de Propp y de Rodríguez Almodóvar consideran que el cuento sirve de difusor de una mueva moral no incestuosa. Tiene sentido. Aun con las objeciones que le haremos a ese planteamiento en el capítulo 6. Lo que no tiene ningún sentido es la interpretación de López Tamés: en el cuento se castigarla a la niña por no haber estado con el padre, en aras de la vieja moral. Creemos que hay una confusión en esta afirmación del autor.
(6).— con dos excepciones notables: La de Propp que relacione el motivo del “dedo cortado” (que en principio no es equivalente a la mutilacién de las manos en «nuestro» tipo) con rituales iniciáticos vinculados a la circuncisión. La de Rodríguez Almodóvar, que entiende la falta de los brazos como símbolo de la pérdida de la doncellez: la “manguita” es una niña de quien se sospecha que ha perdido la virginidad en sus relaciones incestuosas con el padre. Tendrá que probar que mo es así y con ello recuperará los brazos y la familia. El estudio de Rodríguez Almodóvar se llama así: “La rehabilitación de la familia” (Rodríguez Almodóvar 1989, 178—186)
(7),— Que algo sea dicho no implica necesariamente que sea escuchado. Es una operación distinta que requiere ciertas condiciones —que veremos en el capítulo de aplicaciones educativas—. Respecto a la cuestión de la mujer, sólo henos mostrado algún aspecto de los que el psicoanálisis se ocupa hoy. Es un tema objeto de particular atención y sobre el que se produce bibliografía permanentemente. Enfrentarle con una cierta exhaustividad sería motivo para otra u otras Tésis.
(8).— Algo que expresaba muy bien Angel Fernández Santos su su comentario critico a la reciente y excelente película Don Juan en los infiernos, de Gonzalo Suárez: Don Juan es más que una película, de la misma manera que toda gran literatura es siempre algo más que un libro. Filmes como éste se trascienden; son algo más que objetos de consumo de cultura en forma de espectáculo.
Son contribuciones al conocimiento de lo que, desde que la especie humana existe, les ocurre a los hombres; monumentos de la imaginación que nada nuevo dicen, sino que indagan en lo mismo de siempre y lo vuelven a decir, pero dicho de otra manera, ésta si inédita.” (Diario El País, 16,9,91, p.39)
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS DE LA INTRODUCCIÓN:
AFANASIEV, A.N. (1987): Cuentos populares rusos (3t.) Anaya. Madrid
ARIES y DUBY (direc.) (1989): Historia de la vida privada (6t.) Taurus. Madrid
BELLEMIN-NOEL,J. (1979): Vera l’inconscient du texte PUF. París
CALVINO, Italo <1990): Cuentos populares italianos (2t.) Siruela. Madrid
ESPINOSA, Aurelio 14. (1946—47): Cuentos populares españoles (2t.) CSIC. Madrid
ESPINOSA, Aurelio M. (hijo) (1987—88): Cuentos populares de Castilla y León (2t.> £510. Madrid
FERNAN CABALLERO (1985): Cuentos de encantamiento y otros cuentos populares. olañeta. Barcelona
GAGO y otros (1983): Literatura infantil. Papeles de Acción Educativa. Madrid
GARCíA CALVO,A. (1991): Ramo de romances y baladas. Lucina. Zamora
GRIMM, w.y J.(1987—88): Cuentos de niños y del hogar (3t.) Anaya. Madrid
GUTIERREZ SANCMEZ,G. (1975): La sexualidad en los cuentos infantiles. Convivencia, no.1 Madrid
GUTIEREZ SAHCHEZ,G. (1976); La verdad del cuento. DUO 2 Revista mensual de convivencia y relaciones humanas. no.1 Madrid
GUTIERREZ SANCUEZ,G. (1978): Aspectos psicológicos de los cuentos infantiles Enciclopedia Nacer y Crecer t.VI, pp.155—l7l. Edio. Orgaz. Madrid
GUTIERREZ SANCHEZ,G. (1983): A propósito de los cuentos de Hadas en: GAGO y otros (1983): Literatura imfantil. papeles de Acción Educativa. Madrid
GUTIERREZ SANCEEZ,G. (1987): Influencia de los cuentos en el desarrollo afectivo del niño y Psicoanálisis de los cuentos. de hadas. Letragorda (2) (Separata). Consejeria de Cultura, Educación y Turismo. Murcia.
GUTIERREZ SANCEEZ, Gerardo (1988); Der Einflub der Märchen auf die affektive Entwicklung des Kindes (versión al alemán del articulo anterior), en: HETMANF. (ed) (1988): Spanien (nonogr.) Die Märchenzeitung Informationen zu Märchen, Folklore, Fantasy no.10.
GUTIERREZ SANCHEZ,G. (1989): miedos y monstruos CLIJ Cuadernos de literatura infantil y juvenil. AÑO 2, no.2, pp.8—14. Fontalba. Barcelona
GUTIERREZ SANCHEZ,G. (1989): La madre oculta CLIJ Año 2, no.9, pp.12—l5. Fontalba, Barcelona
GUTIERPEZ SANCHEZ, G. (1990): Los conflictos de la personalidad en niños desde un análisis de los cuentos tradicionales Bordon 42 (l),pp.79—84
LOPEZ TARES, Román (199O) Introducción a la literatura infantil. Universidad de Murcia.
MARTIN HEBRAS, Federico (1980): Recrear la escuela. Nuestra Cultura. Madrid
ORQUIN, Felicidad (1988): La madrastra pedagógica CLIJ. Año 1 , no.1 Fontalba. Barcelona
PELEGRIN, Ana (1982): La aventura de oir. Cincel. Madrid
PROPP, V. (1971): Morfología del cuento Funadamentos. Madrid
PROPP, y. (1974): Las raíces históricas del cuento. Fundamentos. Madrid
RODRíGUEZ ALMODOVAR, A. (1902): Los cuentos maravillosos españoles, Crítica. Barcelona
RODRíGUEZ ALMODOVAR, A. (1985—84): Cuentos al amor de la lumbre (2t.) Anaya. Madrid
THOMPSON, Stith (1972): El cuento folklórico Universidad Central de Venezuela. Caracas.