El vocabulario de Michel Foucault: LETRA P
– Pitagorismo
(Pythagorisme). Dos prácticas de sí mismo que provienen del pitagorismo han tenido un importante desarrollo en la tradición del cuidado de sí mismo: la purificación preparatoria del sueño y el examen de conciencia. Estas prácticas han tenido una presencia y un desarrollo importantes en la literatura de la época helenística (en Plutarco, por ejemplo). Para el pitagorismo, soñar es entrar en contacto con el mundo divino, con el mundo de la inmortalidad; por ello es necesario purificar el alma: para ser capaz de entrar en contacto con el mundo divino y poder comprender las verdades que, de manera ambigua, se revelan en los sueños. Esta purificación preparatoria implica, por ejemplo, escuchar música, respirar perfumes, etc., pero sobre todo recordar el día transcurrido, recordar las faltas que se han cometido y, por medio de este acto de memoria, purificarse de ellas (HS, 48-49). • Foucault insiste también en la exigencia del silencio o, más precisamente, en la relación escucha-silencio en el pitagorismo. En primer lugar, Pitágoras analizaba el aspecto y la contextura corporal de quienes deseaban ser sus discípulos. Una vez admitidos en su “secta”, les imponía un determinado tiempo de silencio. Durante este “silencio pedagógico” no les estaba permitido siquiera formular preguntas ni tomar apuntes de los discursos del maestro. El ejercicio del silencio era, en este sentido, también un ejercicio de memoria (HS, 395-396).
Pythagorisme [9]: DE4, 304. HS, 43, 47-48, 61, 182, 395, 416. HS3, 75.
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