Manuscrito G. Melancolía. (sin fecha, ¿7 de enero de 1895?)
Los hechos en presencia son más o menos los siguientes:
I
a. Existen llamativos vínculos entre melancolía y anestesia [sexual]. Ello es testimoniado:
1) por el descubrimiento de que en numerosos -melancólicos existió mucho antes una anestesia;
2) por la experiencia de que todo cuanto provoca anestesia promueve la génesis de melancolía, y
3) por un tipo de mujeres psíquicamente menesterosas, en quienes la añoranza se vuelca con facilidad en melancolía, y que son anestésicas.
b. La melancolía se genera como acrecentamiento de neurastenia por masturbación.
c. La melancolía se presenta en combinación típica con angustia grave.
d. Tipo y extremo de la melancolía parece ser la forma periódica o cíclica hereditaria.
II
Para conseguir algo con este material hacen falta unos puntos de partida firmes. Parecen proporcionarlos las siguientes consideraciones.
a. El afecto correspondiente a la melancolía es el del duelo, o sea, la añoranza de algo perdido.
Por tanto, acaso se trate en la melancolía de una pérdida, producida dentro de la vida pulsional.
b. La neurosis alimentaria paralela a la melancolía es la anorexia. La famosa anorexia nervosa de las niñas jóvenes me parece (luego de una observación detenida) una melancolía en presencia de una sexualidad no desarrollada. La enferma indicaba no haber comido simplemente porque no tenía apetito, nada más que eso. Pérdida de apetito: en lo sexual, pérdida de libido.
Por eso, no estaría mal partir de esta idea: La melancolía consistiría en el duelo por la pérdida de la libido.
Entonces interesaría averiguar si esta fórmula explica la producción {de melancolía} y las peculiaridades de los melancólicos. Con el fin de elucidar esto recurriré al esquema sexual.
III
Y bien; en el esquema sexual a menudo utilizado ) se elucidan las condiciones bajo las cuales el grupo sexual psíquico (ps. S [O sea, el grupo de representaciones con las que entra en relación la tensión sexual física luego de alcanzar un cierto umbral, y que luego tramitan y procesan psíquicamente esa tensión – Aquí, como en otros lugares de esta correspondencia, Freud utiliza numerosas abreviaturas. No lo hace de manera uniforme, y no siempre es fácil inferir la palabra a la cual sustituye. Por ejemplo, en este párrafo él mismo explica que «ps. S.» representa «grupo, sexual psíquico», pero una docena de líneas más abajo nos encontramos con «p. S.» para lo que sin duda es idéntica expresión, y luego, con «ps. G.». Debe señalarse que en AdA la abreviatura «s, S.» es explicitada en repetidas ocasiones como «somatische Sexualspannung» {«tensión sexual somática»}, lo cual es erróneo, ya que el propio Freud indica expresamente que ella designa «somatische Sexualerregung» {«excitación sexual somática»}.]) es despojado de su magnitud de excitación. Aquí se dan dos casos: 1) cuando la producción de excitación sexual somática (s. S.) disminuye o cesa, y 2) cuando la tensión sexual es desviada del grupo sexual psíquico (ps. S.). El primer caso, en que se suspende la producción de la excitación sexual somática (s. S.), es probablemente característico de la melancolía grave común genuina, de retorno periódico, o de la melancolía cíclica, donde períodos de acrecentamiento y de suspensión de la producción alternan unos con otros; además, se puede suponer que tina masturbación excesiva -que según la teoría correspondiente conduce a un excesivo aligeramiento del órgano terminal (E.) y, así, a un ínfimo nivel de estímulo en él- llegue a afectar la producción de s. S., determine el empobrecimiento permanente de esta última y, con ello, un debilitamiento del p. S. [grupo sexual psíquico]: esta es la melancolía neurasténica. El caso [segundo], en que la tensión sexual es desviada del p. S. en tanto que la producción de s. S. no disminuye, presupone que la s. S. se emplee diversamente (en la frontera [ entre lo somático y lo psíquico 1 ). Pero esta es condición de la angustia, y así esto recubre el caso de la melancolía de angustia, una forma mixta de neurosis de angustia y melancolía.
Con este examen se explican, pues, las tres formas de la melancolía, que uno de hecho tiene que distinguir.
IV
¿Cómo es que la anestesia desempeña un papel así en la melancolía?
Según el esquema, surgen las siguientes variedades de anestesia.
La anestesia consiste siempre en la falta de sensación voluptuosa (V.) que, de acuerdo con la acción reflectoria {rellektoríscb}, que aligera el órgano terminal, está destinada a ser guiada hasta el ps. S. La medida de la voluptuosidad es el monto del aligeramiento.
a. El E. no está suficientemente cargado, por eso el aligeramiento en el coito es pequeño, V. es muy pequeña: caso de frigidez.
b. El camino de la sensación a la acción deflectoria está dañado, de suerte que la acción no es lo bastante intensa, y entonces también aligeramiento y V. son pequeños: caso de la anestesia masturbatoria, de la anestesia en el coitus interruptus, etc.
c. Todo lo demás está en orden, sólo que no se consiente V. al ps. G. [grupo sexual psíquico], a causa de algún diverso enlace (con asco-defensa): es la anestesia histérica, en un todo análoga a la anorexia histérica (asco).
Ahora bien, ¿en qué medida la anestesia promueve melancolía?
En el caso a, de frigidez, la anestesia no es causa, sino signo de la predisposición a la melancolía; esto corresponde al hecho citado a. 1; en otros casos, la anestesia es causa de la melancolía debido a que el ps. G. es reforzado por la presencia de V. y debilitado por su falta, (Invocando las teorías generales sobre la ligazón de excitación en el interior de la memoria.
Con esto se ha dado razón del hecho a. 2.
Según esto, uno puede ser anestésico sin ser melancólico. En efecto: la melancolía atañe a la falta de s. S.; la anestesia atañe a la falta de V., pero la anestesia es un signo o una preparación respecto de la melancolía, pues el p. S. se debilita tanto por la falta de V. como por la falta de s.
S.
V
Habría que elucidar por qué la anestesia es tan predominantemente una peculiaridad de las mujeres. Esto proviene del papel pasivo de la mujer. Un hombre anestésico pronto desistirá de todo coito, a la mujer no le preguntan. Se vuelve anestésica con más facilidad porque:
1. Toda la educación trabaja en el sentido de no despertar la s. S., sino de trocar en estímulos psíquicos todas las excitaciones que pudieran despertarla, o sea, de guiar íntegra al ps. G. la línea de puntos que parte del objeto sexual [en la figura 1]. Esto es necesario porque, en caso de una viva s. S., el ps. G. cobraría pronto, intermitentemente, una intensidad tal que, como en el varón, bastaría para poner el objeto sexual en posición favorable mediante reacción específica . Pero a la mujer se le pide que abandone el terreno de la reacción específica, y a cambio se le demandan acciones específicas permanentes que seduzcan al individuo masculino para la acción específica. De ese modo, la tensión sexual se mantiene baja, se bloquea en todo lo posible su aflujo al ps. G. y se solventa de otra manera la intensidad indispensable del ps. G. Si entonces el ps. G. cae en el estado de añoranza, esta se muda con facilidad en melancolía dado el bajo nivel [de tensión] del E. En sí mismo, el ps. G. es poco resistente. Este es el tipo inmaduro juvenil de la libido, y las mencionadas mujeres demandadoras-anestésicas no hacen más que prolongar ese tipo.
2. Las mujeres con harta frecuencia se casan, entran al acto sexual, sin amor (o sea, con s. S.
y tensión en E. escasas). Entonces son frígidas, y lo siguen siendo.
El bajo nivel de tensión en E. parece contener la predisposición principal para la melancolía. En tales personas, todas las neurosis cobran fácilmente el sesgo melancólico. Por tanto, mientras que las personas potentes contraen con facilidad neurosis de angustia, las impotentes tienden a la melancolía.
VI
¿Y cómo se pueden explicar ahora los efectos de la melancolía? La mejor descripción: Inhibición psíquica con empobrecimiento pulsional, y dolor por ello.
Uno puede representarse que si el ps. G. pierde muy intensamente magnitud de excitación, se forma por así decir un recogimiento dentro de lo psíquico, que tiene un efecto de succión sobre las magnitudes contiguas de excitación. Las neuronas asociadas tienen que librar su excitación, lo cual produce dolor. La soltura de asociaciones es siempre doliente. Mediante una hemorragia interna, digámoslo así, nace un empobrecimiento de excitación, de acopio disponible, que se manifiesta en las otras pulsiones y operaciones.
Como inhibición, este recogimiento tiene el mismo efecto de una herida (véase la teoría del dolor psíquico), análogamente al dolor (El correspondiente de ello sería la manía, en que la excitación sobreabundante se comunica a todas las neuronas asociadas.
Ahora bien, aquí se presenta una semejanza con la neurastenia. En la neurastenia se genera un empobrecimiento totalmente similar por el hecho de que la excitación se escapa como por un agujero, pero en ese caso se bombea en vacío s. S., mientras que en la melancolía el agujero está en lo psíquico. El empobrecimiento neurasténico, por su parte, puede desbordar sobre lo psíquico. Y además, los fenómenos son de hecho tan semejantes que en muchos casos es preciso poner cuidado para separarlos.
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