EL PSICOANALISIS: SIGMUND FREUD, PRINCIPALES DISIDENTES
II. ANTECEDENTES
B. Los primeros pasos de la psicoterapia
Por abarcar el psicoanálisis la más amplia gama de tratamientos psíquicos, nos parece indicado introducir aquí, aunque sea someramente, otros recursos terapéuticos utilizados desde la Antigüedad. Muchas de estas técnicas psicoterapéuticas tienen aun vigencia en las llamadas “medicinas y psicologías alternativas”
1. Formas primitivas de psicoterapia
La recuperación del alma. Para algunas culturas primitivas la “enfermedad aparece cuando el alma, de forma espontánea o accidental, abandona el cuerpo o es robada por fantasmas o hechizos”. El terapeuta (hechicero o curandero) trata de descubrir el alma perdida; cuando la encuentra, realiza tratos o lucha contra los espíritus que le han robado y, a veces, en esta lucha, pide ayuda a otros espíritus que están a su favor; una vez que la recupera, la mete en el cuerpo que le corresponde. Según Ellemberger, hay una cierta analogía entre esta creencia y la moderna forma de encuentro de un yo alienado o perdido.
Extracción del objeto-enfermedad. Para algunos pueblos, ciertos objetos o una cierta esencia de ellos (un trozo de hueso, una astilla o un guijarro o animalito)
provocan la enfermedad. Tal objeto, o un símbolo de el, es extraído por el brujo con la boca y a veces mediante el masaje.
Curación por medio de la confesión publica de la violación de un tabú u otro delito.
Curación por medio de la satisfacción de las frustraciones. La nostalgia, el amor imposible, la falta de reconocimiento y otras necesidades insatisfechas provocaban la enfermedad, y su curación está en la satisfacción.
Curación ceremonial. Para muchas culturas, ciertos ritos y cánticos en lugares sagrados, con indumentarias religiosas y preferentemente en sesiones publicas, provocaban curaciones de creyentes.
2. Posesión y exorcismo
El mal sobreviene cuando los espíritus malignos penetran y toman posesión del cuerpo del paciente. Según Ellemberger, hay varios tipos de posesión:
-Posesión sonámbula (pérdida de conciencia de su yo real, pasa a ser en todo el yo intruso y en estado normal no se acuerda de lo que el otro hizo por sí) y lúcida (se da cuenta de que es poseído por otro espíritu, pudiendo luchar contra él y en ocasiones vencer).
-Posesión espontánea (tiene lugar sin o en contra de la voluntad del paciente) y voluntaria (técnica mental que ciertos individuos practican voluntariamente con ciertos fines específicos; en la historia hubo muchos ejemplos de esta forma: las Pitonisas de Delfos, en la antigua Gracia; los chamanes siberianos y muchos espiritistas actuales).
En el exorcismo, se expulsa al espíritu por medio de conjuros. El exorcista habla en nombre de un ser superior, de una manera muy solemne, a veces preparándose para ello con oraciones y largos ayunos; suele hacerse en un lugar sagrado. Revestido de poderes sobrenaturales, lucha con el espíritu intruso, siendo, a veces, derrotado.
El padre Johann Joseph Gassner (1727-1779) es uno de los exorcistas mas conocidos. Nació en Braz (pequeño pueblo al oeste de Austria), en 1750 se ordena sacerdote y, desde 1758, ejerce el ministerio en Klosterle (pequeña aldea de Suiza). Pronto empieza a sentir alteraciones corporales muy agudas (dolores de cabeza, vértigo, etc.) cuando va a empezar a celebrar la misma, mientras está rezando o cuando confiesa, por lo que sospecha que es obra de Satanás. Con exorcismo y oración consigue liberarse y pronto comienza a exorcizar a aldeanos que se decían poseídos, logrado éxitos y fama en la comarca, y sobre todo porque consigue curar a la condesa Maria Bernadine von Wolfegg. Resultado de sus experiencias, publica en 1774 una pequeña obrita en la que expone los principios de su método. Tanto llegó a crecer su fama que el obispo de Ratisbonda le invita a trabajar en su corte. Pronto es criticado por los representantes de la Ilustración (corriente que tiene como protectores a Maria Teresa de Austria, Federico II de Prusia y Catalina la Grande de Rusia, y que supone la lucha de la razón, la ciencia y la aristocracia contra el Barroco y sus valores: la tradición, la creencia, la teología y el clero). La critica mas dura que Gassner (sacerdote y exorcista) recibe es de Mesmer (médico), del que a continuación hablaremos. Ante estos ataques, Gassner pierde la fama e incluso la protección del obispo, quien lo envía de sacerdote el pequeño pueblo de Pondorf, donde muere el 4 de abril de 1779. En su tumba hay una inscripción en latín que lo señala como el exorcista más grande de su tiempo. La Ilustración gana a la tradición, surgiendo así la primera psiquiatría dinámica.
3. La primera psiquiatría dinámica
Franz Antón Mesmer (1734-1815)
Nació en Iznagn (junto al lago de Constanza, Alemania). En 1776 termina medicina y su tesis versa sobre la influencia de los planetas en las enfermedades humanas (De Planetarum influxu); ya en el siglo XVI, Paracelso pretendía demostrar la influencia de los astros sobre la salud humana, y parece ser que este autor fue quien influyo sobre Mesmer. Mesmer se establece en Viena y, en su casa, músicos y científicos hacían tertulia. En 1774, tratando de curar a una de sus pacientes, Fraulein Oesterlin, concibe la idea de que en el interior del cuerpo hay un fluido acumulado, denominado magnetismo animal, al que hay que darle una dirección para conseguir la salud, y esta dirección trata de lograrla colocando en la paciente tres potentes imanes, en el estomago y en las piernas, a la vez que hace que la paciente tome un preparado que contenia hierro. En este estado, la paciente comienza a sentir corrientes extrañas que le recorren el cuerpo, consiguiendo que el mal desaparezca por unas horas. Mesmer consigue pronto fama y es invitado por el príncipe elector Maximiliano de Baviera a hacer unas demostraciones en Munich (noviembre de 1775). Allí, tocando a pacientes con los dedos, hacia desaparecer a voluntad ciertos síntomas e interpreta el exorcismo de Gassner y sus efectos como el resultado de un alto grado de magnetismo (ciencia-física) que él poseía, por lo que no le parece necesario acudir, para explicar esto, a poderes sobrenaturales. Esto señala el comienzo de la psiquiatría dinámica como ciencia. Mesmer es nombrado miembro de la Academia Bávara de Ciencias, pero a pesar de todo, a su vuelta a Viena, no es reconocida su teoría por la medicina oficial y, además, sufre un serio contratiempo tras el famoso caso de curación de Maria Teresa Paradis, joven ciega de nacimiento y música (que gozaba de la protección oficial de la emperatriz Maria Teresa) a la que logra tan solo temporalmente curar, volviendo a perder definitivamente la vista. A finales de 1777 Mesmer abandona Viena, sufre una etapa de profunda depresión y se establece en Paris en febrero de 1778. Allí dominaba más el espíritu de la Ilustración a la vez que el ambiente era más liberal y todo lo extranjero era bien recibido. Comienza de nuevo a magnetizar, cobrando elevados honorarios. En su obra Memoire sur la decouverte du magnétisme animal (Paris, Didot, 1779) propone los principios basicos de su sistema, a saber: 1º en el mundo físico hay un fluido muy sutil (gravitatio universalis) que lo impregna todo e influye en el cuerpo humano; 2º dentro del cuerpo humano la enfermedad aparece si ese fluido físico universal está desequilibrado o distribuido desigualmente; 3º el equilibrio se logra mediante ciertas técnicas que incluso permiten trasmitir ese fluido de unas personas a otras (cada hombre posee una cierta cantidad y equilibrio, y los enfermos tienen poco); 4º el principio de la cura tiene lugar gracias a la provocación de la crisis (para Gassner, la crisis era la prueba de la posesión y el primer paso del exorcismo; para Mesmer, era la evidencia de la enfermedad y el comienzo de la curación, porque tal provocación demostraba que la enfermedad estaba bajo control). Es cierto que todo organismo esta sujeto a la gravitación. Actualmente, el problema toma relevancia en su aspecto más físico en la necesidad de conservar el campo gravitatorio en los vuelos espaciales. Los cambios en la gravedad comportan alteraciones físicas y psíquicas que están en estudio.
Hacia 1780 era tal el numero de pacientes que tenia Mesmer que ya no podía atenderlos individualmente (en el tratamiento, Mesmer se sentaba frente al paciente poniendo sus rodillas entre las de él, y le apretaba con las manos fuertemente los pulgares, a la vez que le miraba a los ojos; así se suponía que tenia lugar la transmisión de ese fluidos que
Mesmer poseía en abundancia). Antes esa imposibilidad, a Mesmer le parece necesario curar mediante un procedimiento colectivo, y para ellos inventa el baquet (aparato acumulador de fluido magnético). Mesmer suponía que su fluido poseía las mismas propiedades que la corriente, y por tanto podría acumularse y administrarse como ella; para ello le sirve de modelo la recientemente descubierta botella de Leyden. El baquet era un vaso de 50 centímetros de altura, en cuya parte superior había 20 agujeros de los que salían barras de hierro que tocaban los pacientes situados en círculos; además, del baquet salía una cuerda que agarraban todos los pacientes. Mesmer aceleraba el comienzo de la crisis acercándose a un paciente o tocando una armónica de cristal; cuando alguno entraba en crisis era llevado, para ser atendido, a la chambre de crises. Tal era la fama de Mesmer en 1784 que, a instancias de un grupo de científicos, el rey nombra una comisión compuesta por figuras relevantes de las academias de ciencias de Paris, para que juzguen el caso. Entre los miembros de tal comisión destacan las figuras del astrónomo Baillo, el químico Lavoisier, y el embajador americano Benjamín Franklin. Tras analizar los hechos, la comisión niega la existencia física de tal fluido magnético y atribuye las curaciones a la imaginación de los pacientes. Con esto, la fama científica de Mesmer se eclipsa, aunque no su éxito popular. En 1785, Mesmer desaparece de Paris y por algunos años se desconoce su paradero. Poco se sabe de los últimos años de su vida, y el 5 de marzo de 1815 muere en Meesburg (un pequeño pueblo a orillas del lago Constanza). Su reputación de mago pasó a la tradición de aquellos lugares. Uno de sus discípulos en Paris, el marques de Puysegur, descubre el sueño magnético y da una nueva dirección al movimiento.
Es fácil comprender los éxitos de la escuela de Mesmer si se estudian en el contexto social en el que tuvieron lugar. En Paris era bien recibida toda novedad científica extranjera. Los vapeurs (crisis de desmayo y ataques de nervios) era la neurosis de moda en la que las damas de alta sociedad se refugiaban, mientras que los caballeros sufrían la hipocondría (ataque de depresión e irritabilidad). El tratamiento habitual de tales males era la hidroterapia y aplicaciones de electricidad. Por otro lado, entre los aristócratas había una gran afición a los aparatos físicos. Esto puede, en parte, explicar los efectos curativos del baquet, nuevo método basado en la más moderna investigación física (que provocaba con facilidad la crisis de moda o ataque de vapeurs). Este intento de acumular fuerza psíquica en un aparato lo vamos a volver a encontrar en un autor psicoanalista muy reciente y muy influyente, W. Reich. El tipo de enfermedad psíquica de moda tiene su genesis en el ambiente social. En Inglaterra, a mediados del siglo pasado, y en contraste con los franceses, la enfermedad de moda era el síndrome de desgaste y rotura, provocado por el esfuerzo físico y mental de aquella sociedad industrial y acelerado por el humo y la contaminación de las grandes ciudades. A finales del siglo pasado la neurosis de moda de las mujeres fue la histeria y en los hombres la neurastenia (provocada por el agotamiento físico)
Armand-Marie-Jacques de Chastenet, marque de Puysegur (1751-1825)
Fue protector de Mesmer y de él aprendió mucho, aunque va a iniciar otra técnica terapéutica muy importante: el sonambulismo artificial (que mas tarde Braid llamará hipnotismo). Se inicia en esta técnica gracias al caso de Víctor Raice, un joven servidor suyo, hijo de campesinos, que cuando era magnetizado entraba fácilmente en una crisis peculiar: en vez de compulsiones (como los aristócratas de Mesmer), caía en un extraño sueño en el que mostraba una hipersensibilidad, clarividencia, memoria y locuacidad nada comunes, e incluso contaba vivencias tan intimas que en estado normal nunca
había dicho a nadie; cuando despertaba de este sueño no se acordaba de nada. Pronto pone en práctica esta técnica con otros pacientes, y en estado de lucidez son capaces de diagnosticar y prescribir el tratamiento de su mal. La fama de Puysegur se extiende por la comarca y a él acuden los campesinos; se hace necesario el tratamiento colectivo. En la plaza publica de Buzancy (pequeño pueblo que pertenecía a Puysegur) hay un enorme olmo; a sus ramas principales ata Puysegur cuerdas que agarran los pacientes, que se sientan en torno al árbol, y entre ellos circulaba un fluido especial, según creían. Después de un cierto tiempo, Puysegur elegía a algunos, a los que tocando con una vara de hierro les provocaba ese sueño magnético, en el que diagnosticaban su enfermedad y tratamiento.
Para desencantarlos les ordenaba besar el tronco del árbol y al despertarse no recordaban nada (en 1938, una tormenta arranco de raíz este viejo olmo, mientras se estaba rodando le escena de una película sobre la vida de Puysegur).
En 1785, en un curso que Puysegur da a una sociedad masónica, les enseña que para utilizar esta técnica lo esencial es creer (que se posee un poder especial) y querer (tener voluntad para ejercerlo).
Con la Revolución francesa (1789) el movimiento pierde interés en aras de los acontecimientos políticos. En 1805 surge de nuevo.
Puysegru siempre se considero fiel a Mesmer, y haciendo prácticamente lo mismo que el provocaba diferentes síntomas. La causa de esto hay que buscarla en la clase de pacientes que él tenía: sus campesinos. Puysegur era aristócrata y filántropo (lo cual estaba muy en boga entre la aristocracia francesa); el no podía cobrar a sus campesinos, porque el noble no podía trabajar con fines lucrativos. El baquet de Mesmer era un aparato científico, mas propio para los aristócratas; el árbol magnetizado era mas apropiado para los campesinos; por otro lado, para los antiguos galos los bosques y los árboles encarnaban divinidades, creencia muy popular incluso en el siglo pasado (un investigador cuenta que a mediados del siglo XIX, en el departamento francés de Oise, había cerca de 300 árboles a los que los campesinos, de una forma mas o menos secreta daban culto). El sueño magnético o sonambulismo artificial era provocado gracias a una relación de superioridad del noble sobre el campesino (de una personalidad de más prestigio sobre una voluntad débil), lo que no podía suceder entre Mesmer y sus pacientes aristócratas. La teoría seudo física del fluido de Mesmer es sustituida por la teoría de las fuerzas psíquicas de Puysegur.
Desarrollo posterior del mesmerismo en Europa
En Francia, al ser condenado por la academia, es rechazado por la universidad y despreciado por los científicos; además, Napoleón se reía de esta técnica. A pesar de esto, el pueblo seguía fiel al mesmerismo. En 1813 un sacerdote portugués, el Abbé de Faria, que decía venir de la India y ser un brahmán, abrió una escuela en Paris, en la que criticaba la teoría del fluido físico y en su lugar destacaba el papel del sujeto magnetizado, al que sentaba en un cómodo asiento y para magnetizarlo le hacia mirara su mano abierta y levantada, a la vez que le decía ¡Duerme!, y tras esta orden el sujeto se dormía y en este estado le inducía visiones. Pronto es ridiculizado y su nombre olvidado. Para Janet, Faria es antecesor de la escuela de Nancy, al introducir en esta técnica la orden o sugestión imperativa. Noizet fue discípulo de Faria y a la vez influyo en Liebeault, creador de la escuela de Nancy. A pesar del desprestigio científico que en Francia tenia el magnetismo, el gran predicador dominico padre Lacordaire, en unas conferencias que da en la catedral de Notre-Dame (1846), acepta el magnetismo y lo
interpreta como fuerzas naturales e irregulares que el científico no domina y que Dios las utiliza para confundir al materialismo dominante en la época.
En Alemania, el magnetismo tiene otra suerte, los literarios románticos y los filósofos de la Naturaleza se interesan por el, llegando a crearse cátedras de mesmerismo en las universidades de Berlín y Bonn. Para el romanticismo el universo era como un gran órgano vivo con un alma universal, de aquí que Shelling creyera que el sonambulismo magnético era un medio de conexión entre el hombre y esa alma universal. Fichte y Shopenhauer también reconocen la importancia de este fenómeno. Muchos de los cuentos de E. T. Hoffmann se basan en relatos de magnetismo. Se ha hecho famoso entre los seguidores de esta técnica Justinus Kerner (1786-1862) porque en un estado depresivo, provocado por la muerte de su amada esposa, como pasatiempo vertía gotas de tinta en hojas de papel que, al doblarlas, formaban fantásticas figuras y bajo cada una de ellas escribía versos interpretativos; este material se publico con el titulo: Klecksographien. Mit Ilustrationen nach den Vorlagen des Verfassers (Stuttgart, Deutsche Verlags- Anstalt, 1857) esta obra fue fuente de inspiración para Rorschach.
En Inglaterra, el mesmerismo tuvo un éxito tardío. En 1841, James Braid, medico de Manchester, se siente atraído por las demostraciones de magnetizador francés Lafontaine; aunque rechaza la teoría del fluido, propone en su lugar otra basada en la fisiología cerebral. En vez de la técnica de Faria de fijación a la mano, usa la fascinación, o fijación a un objeto resplandeciente, que mas tarde adoptara la escuela de Salpetrier. Tal vez lo que le hizo mas parecido a Braid fue la utilización del termino hipnotismo (en griego hypnos, sueño) que desde entonces empieza a ser usado en lugar de sueño magnético y otros sinónimos. Este término lo usó por primera vez en su obra; Neurohypnology on the Rationales of Nervous Sleep Considered in Relation with Animal Magnetism (Londres, J. Churchill, 1843). En 1843, el cirujano ingles John Elliotson publica un informe en el que cuenta como logra operar sin dolor mediante el sueño mesmérico (anesthesia hipnótica). Otro cirujano, el ingles James Esraile, publica otro informe en 1843 en el que habla de 345 operaciones realizadas por el en la India mediante la anestesia hipnótica. Según algunos autores, el pionero de esta técnica fue el cirujano francés Joseph Claude Recámier en 1821, inventor del espéculum vaginal. Pronto la técnica de la anestesia hipnótica será abandonada debido al descubrimiento de la anestesia por éter (década de 1840).
Reconocimiento oficial del hipnotismo en Francia: escuelas de Nancy y Salpetrier
-Escuela de Nancy. De 1860 a 1880 el hipnotismo estaba muy desprestigiado y casi olvidado. Pero en 1882 fue reconocido oficialmente, gracias sobretodo al medico Augusto Liebeault y al profesor Hipólito Bernheim.
Augusto Liebeault (1823- 1904) publica el resultado de sus experiencias en la obra: Du sommeil et des états analogues, considérés surtout au point de une de l ´ action du moral sur la physique (Paris, Masson, 1866); para él, sueño hipnótico es inducido por sugestión y concentración de la atención en la idea del sueño, mirándole a los ojos y diciéndole que se esta durmiendo; durante el sueño, le hacia creer que estaba curado. Liebeault era tenido como un charlatán entre sus colegas, hasta que Hipólito Bernheim (1840-1919), profesor de medicina interna de la Universidad de Nancy, reconoce y adopta el método hipnótico de Liebeault en 1882. En 1886 publica un interesante libro de texto, De la sugestión et de ses applications á la therapeutique (Paris, Doin, 1886); que es muy leido y le convierte oficialmente en el director de la
escuela de Nancy, aunque Liebeault siguió siendo considerado como el eje central de la misma. Además de Liebeault y Bernheim, a la escuela de Nancy pertenecen el experto en medicina Beaunis y el abogado Liegeois, que estaban preocupados por problemas de relación hipnosis-delito y responsabilidad penal, llegando a creer, contra la escuela de Salpetrier, en la posibilidad de cometer delitos bajo hipnosis; incluso alguno fue condenado a muerte por acusación de haber hipnotizado a quien cometió un delito bajo eses estado. En 1889 estuvo Freud unas semanas en Nancy.
-La escuela de Salpetrier. Cuando Jean-Martin Charcot (1825-1893) es destinado a Salpetrier, este lugar era una especie de asilo con cerca de 5000 ancianos. Era casi una ciudad, con 45 edificios, calles, plazas, jardines y una antigua y hermosa iglesia. Allí hizo San Vicente de Paul sus obras de caridad; Luis XIV lo hizo asilo para mendigos, prostitutas y locos. Allí Pinel puso en practica sus ideas humanitarias sobre hospitales mentales, pero cuando Charcot fue destinado a Salpetrier ningún medico quería ir porque no poseía medios de investigación y las condiciones en que había que practicar la medicina eran muy precarias, Charcot, con su voluntad de hierro, logra transformarlo y hacer de el un centro famoso al que acuden muchos estudiantes y médicos de todas partes. Allí estuvo Freud desde el 20 de octubre de 1885 al 23 de febrero de 1886.
En este lugar, Charcot observa en algunas de las ancianas residentes síntomas de ciertas enfermedades neurológicas extrañas, a las que se las clasifica como histéricas; desde 1878 se interesa por el hipnotismo, creyendo que es una condición patológica exclusiva de la histeria, contradiciendo la opinión de la escuela de Nancy, para la que el hipnotismo era un estado intenso de sugestionabilidad que podía ser inducido en cualquier persona. En sus experiencias, Charcot descubre tres etapas sucesivas de la hipnosis: letargo, catalepsia y sonambulismo.
Charcot trabajo en Salpetrier desde 1879 a 1893, fecha de su muerte; en su tiempo fue considerado el neurólogo mas importante. Después de su muerte sus discípulos siguen otros enfoques, unos mas fisiológicos (Rymond y Joseph Babinski) y otros mas dinámicos, destacando en este grupo Janet, que en opinión de muchos fue antecesor del psicoanálisis.
Por estos años el hipnotismo tenía tanta importancia que Max Desoír, en su Bibliografía del hipnotismo moderno (1888), recoge 821 obras sobre este tema. La 4ª sesión del I Congreso Internacional de Psicología (1889) estuvo dedicada al hipnotismo. Allí, Bernheim defendió que cualquier persona puede ser hipnotizada, con tal que sea impresionable, contradiciendo a Janet, que decía que solo podían ser hipnotizados los histéricos y agotados. En el II Congreso Internacional de Psicología (Londres, 1892), leyó Janet el caso de Madame D., a la que mediante los procedimientos de hipnosis, escritura automática y charla automática (dejando al sujeto hablar libremente) consigue descubrir las ideas fijas subconscientes. El desarrollo de este enfoque y la creación del método catártico darán origen a la nueva psiquiatría dinámica con Pierre Janet (1859-1947), S. Freud (1856-1939), Alfred Adler (1870-1937) y Carl Gustav Jung (1875-1961).
4. los comienzos de las psicopatología en Francia: Robot y Janet
Théodule Robot (1839-1916), fue para Francia lo que Wundt para Alemania. El objetivo de Robot era convertir la psicología en una ciencia independiente y con el mismo rango que cualquier otra ciencia natural que, en vez de estudiar el alma y su esencia, ha de describir, clasificar y comprender los hechos psíquicos siguiendo el método de aquellas ciencias. En 1888 se transforma la cátedra de derecho natural y de gentes del Colegio de Francia en la primera cátedra de psicología experimental de Francia. Robot era entonces el titular y como tal continua. Con el se forman los primeros psicólogos de Francia. Son famosas sus investigaciones de patología mental (sobre la memoria, voluntad y personalidad y atención, tema cada uno de un libro) y sobre la psicología de la afectividad, concibiendo la vida afectiva de hecho por encima de la vida racional. Observando el vivir humano, afirma que es la pasión la que utiliza, se sirve de la razón, y no viceversa; un intenso deseo, un temor es lo que eleva el vigor del intelecto o convierte en perspicaz el entendimiento mas cerrado. Robot reconoce la importancia de la afectividad inconsciente. Es de interés sobre este tema su obra: La psychologie des sentiments (1896).
En cuanto al método, combina habitualmente las descripciones que toma de los psiquiatras con la propia introspección. Usa más la observación psicológica que la experimentación. A pesar de esto, a el se debe el comienzo en Francia de la nueva psicología. El enseño a sus discípulos P. Janet y G. Dumas: “He trabajado en psicología patológica sin ver enfermos. Hacedlo mejor que yo: estudiad a los enfermos mismos”. Tal vez esta recomendación sea el origen de la tradición francesa favorecedora de que los psicólogos, además de filósofos, sean médicos.
Pierre Janet (1859-1947) es a la vez filosofo, medico y psicólogo. En 1896 ocupa la cátedra de psicología experimental del Colegio de Francia, sucediendo a Robot.
Para la historia de la psicología la obra más importante de Janet es, sin duda, su tesis doctoral, L ´automatisme psychologique (1889), resultado de sus experiencias medicas con alucinados e histéricos, practicando el hipnotismo. Defiende (pp. 483-484) el carácter de síntesis de la conciencia, que reúna una variedad de fenómenos resultando otro nuevo y diferente de los componentes, y afirma explícitamente que la multitud no contiene la razón de la unidad (antecedente claro de la <Gestalt>). Aplica este pensamiento a la patología, al afirmar que las enfermedades mentales se deben a un debilitamiento del poder de síntesis y los acontecimientos no llegan a integrarse en el edificio del yo. La salud psíquica se debe a la fuerza de esa síntesis o vinculo. Esta teoría reaparece ampliada en el concepto kleiniano de los objetos parciales y la frase esquizoparanoide.
Janet y Freud discuten con frecuencia, apropiándose cada uno de la originalidad de muchas ideas en que coinciden. Aquel dice que Freud es en Salpetrier donde aprendió muchas de sus ideas, conversando con el. En su tesis doctoral (pp. 436-440), Janet observa que los trastornos de una enferma, llamada Maria, eran aminorados por el recuerdo de los acontecimientos que provocan su origen; a esta manera de curar Janet no le dio la importancia que Freud va a cobrar, pero puede ser considerado como pionero de este modelo. Aunque reconoce la importancia del inconsciente, tampoco sabrá hacer de él lo que Freud hizo. Foulquie señala que Janet “había pasado junto al psicoanálisis sin descubrirlo”.
En su tesis doctoral, también Janet se adelanta a algunas ideas de Watson, señalando que la psicología debía ser objetiva, la ciencia de las acciones exteriores de los seres vivos, los movimientos y acciones adaptativas. El pensamiento es un hablarse a si mismo: “solo pienso cuando hablo en voz alta o cuando escribo, y un pensamiento
es un gesto a medio hacer” (L ´automatisme psychologique, p. 188). Es sorprendente la coincidencia con Watson en este punto.
A pesar de esta concepción objetiva de la psicología, como resultado de la observación exterior de reacciones y movimientos, Janet va a evolucionar admitiendo otros campos complementarios y más complejos y subjetivos, como el sentimiento, el razonamiento, la conciencia. La creencia y otros que constituyen a la vez una psicología de los fenómenos de conciencia, y de la “conducta exterior de un ser vivo”.
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