Relación interpersonal entre un profesional de la salud y un paciente, desde la visión particular de la psicología de la salud.
¿Qué sucede en el encuentro entre dos personas? Este encuentro no es cualquiera, no son dos personas comunes, son un profesional de la salud y alguien que consulta por su malestar. Puede darse entre un médico, un psicólogo o un enfermero por un lado y un paciente, cliente o enfermo por el otro. Este encuentro particular como entrevista.
En este espacio van a circular ideas, emociones, palabras y gestos entre otros tipos de información, centradas en la afección del paciente. Teniendo presente siempre que es una entrevista asistencial, con parámetros de tiempo, lugar y roles, y un objetivo de trabajo determinado.
El nivel de análisis propuesto va a estar centrado en factores que inciden y están presentes en todas las relaciones, así cada profesional necesitará hacer un ajuste a su encuadre particular desde la visión del hombre que posea según su instrucción. Uno de los objetivos propuestos es el de buscar una mirada más integrativa del paciente, sin reducirla al punto de vista exclusivo de una sola disciplina, sino al de la relación interpersonal en esta situación particular.
De la habilidad del profesional va a depender la identificación y nominación de la patología, así como la calidad del vínculo afectivo que se establezca entre ambos, en otras palabras “Entre el médico y el paciente se establece un campo de interrelación emocional, ‘campo dinámico’…” (Ferrari et al, 1971, p.45). En este campo se va a desarrollar la doble función del profesional, por un lado asistencial, teniendo en cuenta el marco teórico, los conocimientos adquiridos y la técnica de su especialidad clínica, y por el otro su condición de humano, que siente, se emociona y sufre, que es impactado por la presencia del otro ser humano que lo solicita.
Al hablar de la entrevista médica Ferrari menciona la técnica de la entrevista “…es la manera estratégica de poner en juego su persona en la tarea profesional mientras respeta los principios o reglas generales de una buena entrevista.” (Ferrari, 1996, p. 272) y la separa del vínculo emocional que se establece en la misma y del encuadre propio de la medicina.
La transferencia y la contratransferencia son las modalidades de relación emocional que el psicoanálisis ha estudiado y desarrollado, con las que aporta a la entrevista elementos que permiten una lectura completa del vínculo, facilitando la comprensión de lo que se dice, lo que no se dice y porqué. Algunas definiciones pueden servir para aclarar este punto: “Por transferencia entendemos la actualización de emociones, actitudes y conductas inconscientes que corresponden a pautas establecidas en el curso del desarrollo, en especial con los objetos primarios.” (Ferrari, 1996, p. 278) y “La contratransferencia comprende todas las respuestas emocionales del médico a las manifestaciones del paciente, el efecto que tiene sobre él.” (Ferrari, 1996, p. 279). Podemos retomar así la concepción de un “campo dinámico”:
En este campo de fuerzas, “campo dinámico”, transita la enfermedad, y desde el punto de vista psicológico “enfermedad es todo lo que pasa entre el enfermo y el encargado de curarlo”, según una muy conocida definición de Valabrega. (Ferrari et al, 1971, p. 46)
Por tanto, teniendo clara y definida la técnica de la entrevista y conociendo los fundamentos de su disciplina, el profesional necesitará resolver de alguna manera la transferencia de quien lo consulta y su propia contratransferencia, ya que la conducción de la entrevista va a gravitar o apoyarse en estos dos elementos. Ferrari, Luchina y Luchina aportan a esta dimensión emocional de la relación interpersonal algo fundamental:
La conducción y organización de la enfermedad debe ser vista quizás como el principal recurso terapéutico, dado que constituye la trama donde se insertarán los otros recursos para combatir la enfermedad. (Ferrari et al, 1971, p.49)
Es en este encuentro que, la enfermedad hablada por quien consulta a un profesional, va a tomar un significado, y es en el discurso del terapeuta (en sentido amplio del término) que se podrá comprender al síntoma para descifrar su mensaje.
La importancia de esta relación es tal que de ella depende en gran parte la adherencia al tratamiento o la continuidad del mismo en el tiempo. Una vez más es destacable la convergencia con las palabras de Ferrari, que al hablar de la entrevista médica pone de relieve:
…la importancia del vínculo médico paciente a partir del cual tiene sentido el diálogo verbal que acompaña a la tarea […] se inscribe en el marco de una relación emocional en la cual lo que se dicen depende de lo que piensan el uno del otro, o quien es uno para el otro y el significado inconsciente de esa relación. (Ferrari, inédito, p.4)
Recapitulando, los componentes que más influyen, y de forma directa, sobre la entrevista son tres: la técnica de la entrevista, la relación emocional y el encuadre médico. Todos necesitan ser tenidos presentes y manejados en forma adecuada por el entrevistador, a fin de brindar una asistencia adecuada a quien solicita ayuda profesional.