El trabajo del sueño (continuación): VIII. Un sueño de escaleras modificado [1911]
A uno de mis pacientes, un abstinente, enfermo grave, cuya fantasía [inconciente] está fijada a su madre y que repetidas veces ha soñado que sube escaleras en compañía de ella, le hago la observación de que una masturbación moderada probablemente lo perjudicaría menos que su forzada continencia. Esa insinuación le provocó el siguiente sueño: Su maestro de piano le reprocha que descuide ejercitarse, y no ensaye los estudios de Moscheles ni el «Gradus ad Parnassum» de Clementi.
Sobre esto observa que Gradus es también una escalera, como el teclado mismo, puesto que contiene una escala.
Puede decirse que ningún círculo de representaciones es refractario a la figuración de hechos y deseos sexuales.
Continúa en ¨El trabajo del sueño (continuación): IX. Sentimiento de la realidad y figuración de la repetición [1919]¨