WATSON, JOHN BROADUS (1878-1958)
Considerado
el creador del conductismo , John Broadus Watson durante toda su vida
fue enemigo de las ideas imprecisas y de las investigaciones
descuidadas. Consideraba que las teorías de Freud eran muy vagas. Según
él, para salir de los oscuros y tenebrosos senderos de la filosofía
especulativa y de la psicología subjetiva debía seguirse el camino del
conductismo, escuela de psicología para la cual el concepto de
conciencia no era útil ni necesario en la descripción, explicación,
predicción y control de la conducta.
Watson propuso para la psicología un ambicioso programa de
investigación, que hacía hincapié en la recolección de datos mediante
experimentos bien diseñados.
Entendía
que la finalidad de esta ciencia era poder predecir la respuesta de un
organismo frente a un estímulo determinado. A esto se lo llama a veces
la "psicología del estímulo-respuesta" (Psicología E-R). Esta
psicología presta escasa atención a los pensamientos y sentimientos. El
prestigio de que gozó Watson dio un notorio impulso al estudio del
aprendizaje, convirtiéndolo en una de las esferas principales de la
psicología contemporánea. Fue elegido presidente de la Asociación
Psicológica Norteamericana en 1915.
Según él, para salir de los oscuros y tenebrosos senderos de la
filosofía especulativa y de la psicología subjetiva debía seguirse el
camino del conductismo, escuela de psicología para la cual el concepto
de conciencia no era útil ni necesario en la descripción, explicación,
predicción y control de la conducta.
Tuvieron particular influencia en Watson las investigaciones de Ivan
Pavlov y de Edward L. Thorndike, que subrayaban la importancia del
concepto general de aprendizaje. La conducta, según estos autores, no
procede de instintos ni de ningún otro factor o elemento innato, sino
que se adquiere merced al condicionamiento. El prestigio del que gozó
Watson dio notorio impulso al estudio del aprendizaje, convirtiéndolo
en una de las esferas principales de la psicología contemporánea.
Watson trabajó también en la puericultura y en la educación infantil.
Recomendaba que a los bebés se los criara de una manera muy organizada
y sistemática, de modo tal que fueran condicionados conforme a un plan,
en la dirección deseada por sus padres. Aconsejó, además, que no se le
transmitieran demasiadas "efusiones sentimentales", pues según él éstas
no contribuían a formar el carácter.
Los puntos de vista de Watson sobre el desarrollo humano tuvieron gran
repercusión en las décadas de 1920 y 1930, pero en la actualidad ya no
se lo estima en igual medida.
Entre sus libros pueden mencionarse Psychology from the Stand-point of a Behaviorist , Behaviorism (1925) y Psychological Care of the Infant and Child (1928).