El adolescente deberá amoldarse a nuevas exigencias y expectativas que también influirán en la formación de su identidad, es aquí donde aparece la relevancia de la adaptación como proceso básico que permite esta flexibilidad y relación con el medio y sus demandas.
Por adaptación en un primer momento se entiende “la facilidad del niño para amoldarse a la estructura de su ambiente ya esta presente al comienzo de la infancia.”(MAHLER), de esta manera cada sujeto nace con la capacidad de acoplarse al medio en el cual nace y habita.
La adaptación, en términos de Hartmann, seria una característica propia del logro de la identidad, el poder establecer relaciones con el mundo exterior de manera funcional; en sus palabras citadas por Grinberg: “Insisto que cuando hablo de adaptación, aceptación o reconocimiento no me refiero a sometimiento, sino a la inteligente posibilidad de una relación objetal no masoquista.” (Aberastury), de esta manera se podría decir que para este autor, y en términos generales para este escrito, la adaptación es la posibilidad del sujeto relacionarse y establecerse en un medio determinado y con los otros sujetos que lo rodean.
“Cuando el adolescente se incluye en el mundo con este cuerpo ya maduro, la imagen que tiene de su cuerpo ha cambiado, también su identidad, y necesita entonces adquirir una ideología que le permita su adaptación al mundo y/o su acción sobre para cambiarlo”.
De esta manera el sujeto podrá “acomodarse” a su medio y a su mundo, la ideología y la adaptación serán conceptos que irán entrelazados entre si. La ideología es elegida en parte por el sujeto, gracias a la necesidad que tiene de ingresar a un grupo determinado, de esta manera el adaptarse será una función de la elección ideológica.
La adaptación es una de las funciones mas visibles que se pueden dar en la adolescencia.
Desde el punto de vista del adulto el adolescente no tendrá una capacidad adaptativa completa, lo vera como un sujeto que no sigue a cabalidad las reglas establecidas por la sociedad adulta y que se sale de la norma, que estará siempre en contra de los regímenes establecidos y que gracias a sus ansias de establecer una identidad única no sigue los parámetros ordenados. Sin embargo desde el punto de vista del adolescente la adaptación es una necesidad imperiosa, no como la ve el adulto de adaptarse a las normas mas establecidas socialmente, sino, mas bien de acomodarse a las pautas que establece el grupo social al cual desea pertenecer, este grupo de pares será al cual el adolescente querrá adaptarse y seguirá los cánones que este establezca.
“Así vemos al adolescente, de uno y otro sexo, en conflicto, en lucha, en posición marginal frente a un mundo que coarta y reprime. Es este marginarse del joven lo que puede llevarlo a la psicopatía franca, a la actividad delictiva, o puede también ser un mecanismo de defensa por el cual preserva los valores esenciales de la vida humana, la capacidad de adaptarse modificando el medio que trata de negar las satisfacción instintiva y la posibilidad de llegar a una adultez positiva y creadora” Igualmente la imposición que abruma al adolescente viene desde dos registros, el primero desde la sociedad que lo circunda, la cual lo juzga, categoriza, discrimina y exige el no comportase como un niño, pero a la vez no le brinda las garantías, posibilidades y libertad que posee un adulto; el otro lado de la imposición al adolescente es el de su propio cuerpo que lo obliga a encontrarse directamente con su sexualidad y la posibilidad de ser padre.
Adolescencia y adaptación: carácter cambiante del adolescente, proyección e introyección