RENÉ DESCARTES
Tratado de LAS PASIONES DEL ALMA (1649)
SEGUNDA PARTE
DEL NÚMERO Y DEL ORDEN DE LAS PASIONES Y EXPLICACIÓN DE LAS SEIS PRIMARIAS
ORDEN Y ENUMERACIÓN DE LAS PASIONES
Art. 114. De los cambios de color.
No es fácil dejar de enrojecer o de palidecer cuando alguna pasión nos dispone a ello, porque estos cambios no dependen de los nervios y de los músculos, como los precedentes, y provienen más inmediatamente del corazón, al que podemos llamar la fuente de las pasiones, ya que prepara la sangre y los espíritus para producirlas. Ahora bien, el color del rostro no tiene otra causa que la sangre, la cual, yendo continuamente del corazón por las arterias a todas las venas, y de todas las venas al corazón, colorea más o menos el rostro, según llene más o menos las venillas que van a su superficie.